Día 17. ¡Cae, pero asegúrate de levantarte!
Seamos realistas: la vida es la vida. Puedes encontrarte con situaciones desafiantes. Puede haber razones para beber. No intentes evitar todos los eventos en los que haya alcohol. Tu actitud lo cambiará todo.
Nuestros mejores maestros son los niños. Míralos de cerca y te darás cuenta de que alguna vez fuiste niño/a.Trataste la vida de manera diferente. Eras despreocupado/a, sabías disfrutar de las pequeñas cosas. No necesitabas alcohol para ser feliz y superar el estrés.
¿Por qué es diferente ahora? Así es como funciona la propaganda. Desde pequeños nos empiezan a transmitir que sin alcohol no podremos disfrutar plenamente de las fiestas. Y la mayoría cree en esto y vive de viernes a viernes por el resto de su vida.
Pero el hecho es que el alcohol es la razón principal de nuestros fracasos, estado físico deficiente y moral deprimida. Y cuando estamos deprimidos/as, las pequeñas cosas de la vida se convierten en grandes problemas, catástrofes que no pueden resolverse en un estado de sobriedad.
Pero, ¿cómo aprende un/a niño/a a caminar sin alcohol? Se cae tantas veces y continúa intentandolo. Es lo mismo con el alcohol: puede haber caídas, pero si ya ha tomado un curso, no puede apagarlo. Esta es una de las mejores decisiones de su vida.
Recordemos hoy algunas actividades infantiles que devolverán la ligereza y la alegría de vivir. Puedes recordar lo fácil y divertido que fue para ti vivir sin alcohol.
1. Más aventura. Recuerda lo que hiciste en la infancia: escalaste obras de construcción y trepaste árboles, jugaste con muñecas y con pelotas de fútbol, armaste rompecabezas, recolectaste calcomanías. Eras imparable y te arrastraban a casa para comer sopa.
¿Qué aventuras interesantes puedes traer de vuelta a tu vida?
2. Curiosidad. Como éramos nuevos en este mundo, teníamos mucho que aprender. En el verano en el campamento, nos reuníamos en círculo y apagábamos la luz, después de lo cual tratábamos de "llamar” a los esprítitus.
¿Todavía recuerdas la emoción y el placer de aprender cosas nuevas? Hay tanta información disponible en el mundo actual. Sin alcohol, tendrás fuerza e interés, te sumergirás en un mundo completamente nuevo y volverás a sentirte como un/a niño/a curioso/a y feliz.
3. Eramos elogiados y apoyados por seres queridos. Cuando los niños no hacen algo, se enojan. Y luego los adultos vienen al rescate con apoyo y amor. Por supuesto, nos regañaron, pero ahora tenemos una opción. Si algo no funciona, no podemos tildarnos de fracasados/as, sino recalcular y volver a intentarlo.
1. Observe a los niños, por ejemplo, en el patio de recreo. Observe lo rápido que cambian, lo enérgicos e inquisitivos que son.
Si tiene sus propios/as hijos/as pequeños/as, présteles aún más atención: jueguen algo nuevo juntos, hablen con ellos/ellas sobre nuevos temas, conózcanlos/as mejor, más de cerca. Dedica tiempo a esto, ¡no te arrepentirás!.
2. Piensa y recuerda tus sueños y fantasías de la infancia: sobre lo que alguna vez te fascinó mucho y te sigue fascinando. Intenta ponerlo en práctica ahora.
Comprar una bicicleta o una muñeca, ir a patinar, ir al cine 4D o cualquier otra atracción, comprar y montar un LEGO, empezar a construir barcos o casas, comprar un coche a control remoto o un helicóptero, andar en scooter, tener osos de felpa, una colección de personajes de Disney.
Haz lo que siempre quisiste hacer, pero por alguna razón no lo lograste. Comparte tus sentimientos y sensaciones con otros participantes. Quizás, una foto tuya de la infancia.