December 2, 2020

To nurture yourself

(un recordatorio).

La primera vez que me abrieron los registros akashicos, me contaron que mi alma había sido de alguna manera obligada a encarnar en este plano, que a diferencia de la mayoría yo vine en contra de mi voluntad. Muchas cosas tuvieron sentido en ese momento, mi pregunta había sido porque me angustiaba tanto en mis cumpleaños. Cada 22 de julio lloro todo el día. Las semanas que anticipan y preceden ese día son terribles, enormemente contrastantes con el resto de mis días, en los que siento el Sol, el amor y el agua como caricia en mi piel. Hay días en los que una parte de mí considera que meterse dentro de su propio cuerpo es algo bajo, casi que algo sucio. Que a esa parte de mí le causa inmenso rechazo. Como si tocar este plano fuera algo impuro.

Hoy siento mi cuerpo. Me hago consciente de el. Se siente joven y vivo y se siente fresco respirar. Me asusta un poco. Estar en mi cuerpo se siente un poco como una tarde de primavera, una de esas en las que corre brisa.

Lo que me conecta con este plano desde pequeña son las plantas. Aunque las veces que he estado muy triste las he dejado morir. Pero tengo que hacerme consciente y acordarme de que me importan. Cuidar de cosas es una buena manera de estar presente, también lo es el tacto y el gusto y todos los sentidos.

Tengo que abrazar la vida porque es un regalo, no todas las almas tienen el privilegio de encarnar.

Hacer tierra aprendiendo cosas practicas del mundo material y no simplemente información intangible.

Autorretrato. Septiembre 2019. Estambul.
II