Luz dorada

Una luz dorada iba a deslumbrarme inevitablemente. Iba a derribar todo mi ser con fuerza. Me iba a derretir.

Alrededor y entre nosotros habían muchas palabras silenciosas, podía escucharlas susurrarme cosas. No supe decirlas, no pude.

Sabía que pronto presenciaría algo grande y eléctrico. Maravilloso, celeste y lejano.

Arremetería contra mí y me llevaría a lo profundo, un agujero negro, un túnel, o quizá al hallazgo de una llave nueva.

Le ayudaría a descifrar su enigma aunque fuera en sueños. ¿Qué más puedo hacer con esa llave? ¿Para qué me fue dada, y qué puerta abre?

Soñé con el desorden y las mariposas. Respiré fuego y se quemaron algunas cosas. Canté hasta recordar mi nombre. La música está llegando. Encontraremos la otra llave y todo será celeste por un rato.

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