Zom 100: Bucket List Of The Dead | Reseña
Es hora de ir a trabajar. Un estudiante recién graduado ha corregido su camino y alcanzado una paz laboral obteniendo un puesto en una empresa, muchas metas inundan su mente y desea cumplir todas, por fin conocerá el éxito. Sin embargo, sus sueños se ven frustrados por la explotación laboral a la que son sometidos todos los empleados: horas extras sin pagar, unir la noche con el día, miedo a perder su empleo, un jefe estricto que no asume culpas. Esta es la situación de Akira, el protagonista de la serie de animación escrita por Haro Aso, quién pasa sus años de juventud como un zombie, aún estando vivo.
"Es más fácil imaginar el fin del mundo que el fin del capitalismo", escribiría Frederic Jameson
Resume perfectamente el inicio de Zom 100: Bucket List of the Dead (2023, Bug Films) . El capitalismo como etapa histórica lo hemos convertido en un tema de estudio, no necesitamos vivir en un país capitalista para conocer sus ventajas y dificultades. La libertad que promete solo pocos la experimentan, convirtiéndose en una constante preocupación por alcanzar una estabilidad económica. Incluso hemos normalizado quitarse la vida culpando a la depresión causada por ese tipo de sociedad basada en la explotación laboral y pobreza, en países como Japón los suicidios aumentan cada año, siendo la muerte por el exceso de trabajo parte de la cultura japonesa llamándolo "Karoshi" (過労死).
En la serie, el mundo de Akira poco a poco se va destruyendo, aquellas ideas y ganas se han ido apagando con el tiempo. Aún estando vivo no recuerda haberse bañado, olvida ir a comer, sus gustos empiezan a desaparecer al igual que sus amigos. La vida laboral va consumiendo su juventud y, cuando se dio cuenta, ya había transcurrido tres años. Ha pasado de vivir a sobrevivir cada vez que debe irse a su casa, esquivando vehículos para dormir unas horas, incómodo y pensando en cuando tiene que volver a su asiento en la oficina.
Un día ocurre lo inesperado. Despierta con la ciudad en caos, sus vecinos convertidos en zombies y edificios incendiados. Su única preocupación es no llegar tarde al trabajo, hasta que tiene la mayor revelación de su vida: Hoy no tiene que ir a trabajar. La liberación de estrés provoca un cambio radical en como percibía el mundo, de tonalidades grises a colores intensos, toda la ciudad es diferente. Por fin ha logrado recuperar el control de su vida, y esta vez no piensa desperdiciarla.
Una apocalipsis zombie suena tentador en nuestras mentes como vía escapatoria de los problemas del mundo real, hemos idealizado y manifestado ese deseo en novelas, videojuegos, cuadros de arte y en nuestros sueños. Akira había estado esperando este momento durante años y colmado de felicidad comienza a escribir una lista de cien cosas que desea realizar antes de convertirse en zombie. Podrá vivir 30 o 50 años, pero ahora está sumamente feliz porque maneja su tiempo como antes no podía. La sensación de libertad invade su cuerpo, puede sentirse más ligero, ya es hora de cumplir todos sus propósitos y no necesita estar en una oficina encerrado. Es feliz.
Zom 100: Bucket List of the Dead (2023, Bug Films) no es una simple historia de supervivencia, aborda otros temas en sus inicios sobre el mundo laboral, y quizás muchos se han sentido representados en ese momento donde Akira sonríe porque no tiene que ir a trabajar. Si nos sentimos identificados con esa escena demuestra una vez más que debemos cambiar algo en nuestra rutina, no perder contactos de amigos o familiares, ejercer una profesión que disfrutemos y, sobre todo, dejar de ver la muerte como una solución a los problemas.
¿Una apocalipsis zombie es el fin de tus disgustos? ¿Es una buena o mala noticia? Todo depende de como manejas tu vida.