Escape de la realidad
A veces siento que existir es una condena, no algo por disfrutar o algo por lo que sentirse orgulloso. Este mundo es asqueroso, lleno de sonrisas falsas e hipocresĂa. Solo vemos cuerpos, no corazones. Siento que hay más problemas que gobiernan el mundo que las soluciones que pueden curarlo, y del mismo modo con la vida nuestra.
Todo se ha vuelto monĂłtono, sin sentido, sin ningĂşn motivador de por medio. No estoy viviendo, estoy existiendo.
No me gusta esta realidad y cada dĂa me convenzo más de ello, mientras busco algo con quĂ© entretenerme solo sĂ© que llegarĂ© a la misma conclusiĂłn una y otra vez.
Muchos dicen comprender lo que siento, pero solo buscan sacarme — nunca salĂ realmente. Solo estoy fuera temporalmente, siguiendo la misma rutina del dĂa a dĂa. ÂżPara quĂ© estamos aquĂ?
Ahora solo busco respuestas y llevo años sin tener, aunque sea, una pista que no me lleve a una respuesta deprimente. Es la realidad: una realidad de la que tengo que escapar.