El concepto de Manvantara y su formación

El Manvantara es una parte de un ciclo. Manvantara es la manifestación del Universo en contraposición a la no manifestación (Pralaya) del Universo. Por la palabra Universo se entiende generalmente el mundo físico. En el Mundo Espiritual, por la palabra Universo se entiende todos los mundos materiales. Hay 59 niveles de densidad en este Manvantara y todos están incluidos en el concepto de Universo o Mundo Material.

Los primeros 3 niveles de densidad son cuando existen las sustancias que componen, los mundos físicos que ves, las energías físicas. Los niveles de primera, segunda y tercera densidad son lo que llamáis Cosmos, lo que llamáis Universo, y en el Mundo Espiritual, Cosmos y Universo son todos los mundos materiales, incluidos los mundos materiales sutiles. Podéis llamarlo Espíritu porque no tenéis tales instrumentos para determinar los estados muy sutiles de la materia, así que para vosotros es Espíritu. Hay que tener en cuenta que el Universo es mucho más que el mundo físico, es también el mundo etérico o sutil, es el mundo entre lo físico y lo Espiritual, o más bien los mundos que nuestros amigos interestelares llaman mundos plasmoides. ¿Por qué en plural? Porque estos mundos son muy numerosos, cientos de miles de millones de ellos, si se consideran todas las Galaxias, son muy, muy numerosos.

Así, el Universo se manifiesta a partir de la Luz Espiritual procedente del Reino Divino, desplegándose sucesivamente en el tiempo y el espacio. En primer lugar, surge un mundo material muy sutil. Allí se encarnan los Espíritus. Se encarnan, es decir, se ponen en una determinada cáscara espiritual. El Espíritu entra en este mundo material muy sutil y empieza a revestir esta materia, a formar el mundo a partir de sus pensamientos, es decir, el Espíritu condensa sus pensamientos y forma el mundo material denso. Pero este mundo material más denso aún no es físico. El despliegue continúa. En este Manvantara se han desplegado 59 niveles de densidad.

El período que viene después del Manvantara se llama el período de Descanso (Pralaya), cuando todas las energías pasan al Mundo Espiritual desde todos los mundos materiales. Esto ocurre en orden inverso. Al principio el mundo físico desaparece, parece desaparecer para la visión física, para los sentidos físicos, pero toda su energía, según la ley de la física de conservación de la energía, naturalmente, no desaparece, va a los mundos sutiles. Entonces, después de separar en energía los primeros 8 grupos del mundo material, sólo queda el nivel de 8ª densidad, el de 9ª densidad y el de 10ª densidad, por ejemplo.Las encarnaciones en el mundo etéreo continúan.

Después de algún tiempo, y también hay tiempo en los mundos sutiles, sólo se percibe de manera diferente. Así, en cada nivel de densidad, el tiempo puede percibirse como más largo o más corto, dependiendo del tipo de cuerpo sutil, pero está ahí. En todo mundo material hay tiempo.

A continuación, los siguientes 8 racimos del mundo material emergen del estado de manifestación y permanecen del 16 al 59. Esto sucede hasta que todo el mundo material desaparece de la manifestación, de estar en la manifestación y todas sus energías van al Mundo Espiritual, de donde vinieron originalmente. Una vez que eso ocurra, no habrá universo.

No habrá mundo material. Pero habrá un Mundo Espiritual, que siempre está ahí, es eterno. Todos los Espíritus que han encarnado irán al Mundo Espiritual, al nivel que alcanzaron en su última encarnación.

Luego está el período de Descanso (Pralaya). Es imposible definir su tiempo correctamente, ya que el tiempo en sentido lineal no existe en el Mundo Espiritual. Hay un tiempo subjetivo que está determinado por la velocidad de los procesos de pensamiento y voluntad emocional en cada entidad espiritual individual.

Además, una vez que los Espíritus tienen la necesidad de volver a encarnar, no uno o dos Espíritus, sino un impulso común que pasa como una ola. Un impulso común de todos los Espíritus que piden a Dios que les dé energía. Pero una petición es así en lenguaje terrenal. En realidad es una petición mental, no tiene ninguna palabra. Es un impulso mental general que pide energía para crear el mundo material. La energía se libera al pasar por el Mundo Espiritual, a través de todos los niveles de Espíritus incorpóreos que hay en el Mundo Espiritual, y forma el primero de los Mundos Etéreos tal y como lo diseñó Dios.

Todo se repite de nuevo. Pero en cada Manvantara puede haber diferente número de niveles de densidad y diferente número de años terrestres, es decir, diferente duración de la revolución de la Tierra alrededor del Sol (no 365 días como ahora) y diferente duración de la existencia de Galaxias individuales así como del Universo en su conjunto. Cada Manvantara puede tener una duración diferente.

En cuanto a la duración del Descanso (Pralaya), si se cuenta por tiempo subjetivo, puede ser tanto un segundo como varios millones de años - nadie puede determinarlo.

Cuando el Manvantara comienza a comprimirse todos los procesos en los portadores de energías materiales en todos los niveles de densidad comienzan a acelerarse. Digamos que cuanto más se desplacen los niveles de densidad inferiores a los superiores, más se acelera el proceso.

En el origen del Universo material, mientras el plano físico no ha surgido todavía, la energía del tiempo fluye lentamente, porque aún no se han formado ciertos portadores que existen en todo cuerpo material y que ayudan a la conciencia a determinar el flujo del tiempo. Y en cada tipo de cuerpo material estos portadores se forman de forma diferente. Cuanto más alto sea el nivel de densidad, más lento, especialmente en los niveles de densidad más altos, se percibe este flujo de tiempo.

El tiempo no es sólo energía como la Luz, por ejemplo. El tiempo es un flujo de cambios de las partículas materiales en relación con las demás, un flujo de cambios de su posición en el espacio, sus dimensiones, etc. Por ejemplo, la Tierra gira alrededor del Sol y a este movimiento, que cambia la posición de ciertos puntos de la superficie terrestre con respecto al Sol, se le llama día o noche. Por ejemplo, se dice "es por la mañana, es por la tarde, es por la noche". Para vosotros es un tiempo diferente, pero desde el Mundo Espiritual, es simplemente la eternidad. Cuando estamos fuera de la encarnación, no medimos el tiempo. El tiempo es precisamente un flujo de cambio condicionado por diferentes energías. Por ejemplo, en el nivel físico de la densidad, con respecto a la Tierra, el flujo del tiempo está condicionado por el flujo de la luz solar, que cae sobre la superficie de la Tierra en diferentes ángulos. Y en los mundos sutiles-materiales, donde no hay Sol en su comprensión, la luz puede estar en todas partes; hay otros criterios y parámetros para la referencia temporal.

Del video #450 En vivo con el Arcángel Metatrón. Segunda parte.

El Arcángel Metatrón, jefe de la Asamblea de Jerarcas del Mundo Espiritual de la Galaxia de la Vía Láctea, gobernante de los egregores judíos y cristianos en el planeta Tierra.