March 11, 2020

Historia de Écija

La ciudad de Écija o la conocida como la sartén de Andalucía por los rigores de su caluroso verano y como ciudad de las torres por sus campanarios, se alza en la campiña sevillana, a orillas del río Genil, como un auténtico museo al aire libre cargado de historia. Las torres, cúpulas y espadañas de Écija despuntan sobre un skyline único, que se suman a unas plazas, fuentes y casas señoriales no menos destacadas y bellas.

Enclavada sobre la antigua colonia Augusta Firma Astigi, Écija alcanzó en tiempos de los romanos una notable importancia. Fue la capital de uno de los cuatro conventus iuridici en que se dividía la provincia de la Bética. Antes, esta localidad sevillana ha estado poblada desde época tartésica y más tarde fue habitada por turdetanos y cartagineses.

Durante la vigencia de la época de Al-Ándalus fue conocida como Estadja (ciudad rica), sobrenombre que prueba el esplendor que conservó tras la conquista cristiana, protagonizada por Fernando III en el año 1240. En 1255 la plaza fuerte fue tomada por el infante Don Enrique de Castilla, en guerra con su hermano, el rey Alfonso X el Sabio.

partir de entonces se instalaron ilustres familias castellanas que potenciaron su desarrollo. En 1402, la ciudad obtuvo fuero propio, y entre los siglos XVI y XVII alcanzaron su apogeo los gremios. El gran desarrollo de Écija en el pasado es hoy palpable en sus muchas y magníficas construcciones, tanto religiosas como civiles, de entre los siglos XI y XVIII.

A la localidad sevillana no le faltan motivos para ostentar la categoría de Conjunto Histórico-artístico. Écija es considerada como la localidad más barroca de Andalucía ya que su casco histórico reúne multitud de iglesias, conventos, palacetes y museos que dejan constancia de ello, sobresaliendo en todos sus bellas torres que tanto han afamado a este lugar.

Esta preciosa ciudad tiene entre sus principales edificios destacables palacios, como el de Benamejí, que alberga el Museo Histórico Municipal, de estilo barroco del XVIII.

También cuenta con su gran Feria de Septiembre,el día de la patrona de la Virgen del Valle y su fantástica Semana Santa de Écija.

En resumen Écija es una ciudad con una gran riqueza cultural histórica y artística que merece la pena visitar.