Testimonio Pesaj

@viviandezavala Que emocionantes son las fiestas, ayer contábamos la historia del Éxodo y la primera Pascua, y aunque esta historia la hemos escuchado infinidad de veces, Dios nunca deja de sorprendernos y enseñarnos algo nuevo, pero lo más emocionante de todo esto, es poder contar sobre los significados tan profundos y ocultos que apuntaban desde el principio a la redención espiritual a través de Jesús nuestro Mesías.

Es impresionante aprender como cada una de las plagas era en contra de los dioses paganos en los que los egipcios creían. Me puedo imaginar el ambiente que se pudo sentir cuando en la última plaga, Dios manda a su pueblo a poner la marca en sus puertas. El recordar como la muerte "paso de largo/ paso por alto" a través de la sangre del cordero, ese sangre que los hebreos colocaron en los postes de sus puertas, y como los hebreos e incluso algunos egipcios (que creyeron en Dios) se salvaron de la última de las diez plagas: la muerte de los primogénitos.

Cualquiera, incluso un hebreo que no aplicara la sangre, estaría sujeto al mismo juicio que los egipcios.

En esa noche aterradora, esta notable salvación prefiguró el sacrificio venidero de Jesús el Mesías, el Cordero de Dios, quien fue inmolado en la Pascua y cuya sangre inocente también nos salva de la muerte y la destrucción.

Jesús proclamó esto cuando dijo: “Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en Mí vivirá, aunque muera; y el que vive y cree en Mí, no morirá jamás.” (Juan 11:25–26)

Con estas palabras nos aseguró que cuando Dios juzgue al mundo, seremos salvos por la sangre del Cordero si ponemos nuestra fe en el Mesías y en la sangre de la redención; Dios volverá a “pasar por alto” de nosotros.