¿Centralización vs Descentralización?
El fediverso es lo que realmente se suponía que fuera el Internet. Cada cuál con sus propios home server (servidores en casa) compartiendo información, comunicándose entre sí y brindado servicios los unos a los otros. Todo descentralizado.
Lo que hay que preguntarse es cómo y por qué llegamos a este punto donde esa idea desapareció y la mayoría de los servicios están controlados por empresas, son servicios centralizados. Acaso la centralización de los servicios nos fue impuesta o acaso fue la propia evolución de Internet. Todo el surgimiento de la Web 2.0 y las startups tecnológicas se realizó sobre la idea de que las empresas se encargaran de brindar servicios, y que sus servicios fueran centralizados, esta era en gran medida su propuesta de valor.
Si pensamos en servicios de computación en la nube como AWS, Google Cloud, Azure, etc; creo que nadie cuestiona el valor que aporta que una empresa poderosa ponga sus recursos a nuestra disposición, y gracias a esto han surgido muchas nuevas empresas (que también se han vuelto poderosas). Lo mismo está sucediendo cuando una empresa pone sus recursos a nuestra disposición para que nos comuniquemos y hagamos vida social (redes sociales). Entonces ¿dónde está el problema? ¿Por qué ahora nos parece un error la centralización?.
Esto me lleva a pensar que la centralización es una característica de Internet, no un error (bug). Las empresas esconden la complejidad de ciertos detalles técnicos y los costos de infraestructura a personas que no pueden permitírselo. Tal vez el problema no sea la centralización sino los intereses de aquellas empresas a las que hemos decidido confiar nuestra información. Empresas que iniciaron con muy buenas intenciones y que revolucionaron la industria en su momento de arranque, pero que con el pasar del tiempo han tenido que dejar de lado los intereses de sus usuarios para atender los intereses de sus inversionistas. Empresas como Twitter, Facebook, Instagram y compañía que hicieron felices a sus usuarios desde el primer momento de creadas, las personas las amaban (todavía algunos lo hacen, otros las ven como un mal necesario) y sin embargo en los últimos tiempos ya han dejado de ser un unicornio para convertirse en monstruos, aspiradoras de información y generadoras de adicciones y consumismo. Y esto nos hace preguntarnos nuevamente ¿cómo? y ¿por qué? pasó esto.
No puedo dar una respuesta que sea una verdad absoluta, solo volcar en esta publicación mis pensamientos y el análisis que he ido realizando. El problema no es la centralización en sí misma. El problema parece ser ¿qué es lo que definen las empresas como producto y cuáles son los intereses que defienden?. Cuando estas empresas iniciaron, como la mayoría de las startups que iniciaron en ese tiempo no tenían un modelo de negocios definido, todo lo que tenían era mucho talento y buenas intenciones. Normalmente este tipo de proyectos hubiera muerto, sin embargo recibieron la aprobación y la inyección de dinero de muchos inversionistas. Inversionistas que tal vez ya sabían como volver rentables a estos unicornios o simplemente decidieron tener un acto de fe. La cuestión es que llega un punto en el que tienes que ser rentable sí o sí. ¿Cómo haces rentable una empresa en la que sus usuarios no pagan por usar los servicios? Más aún cuando precisamente su crecimiento se debe a que ofrecen sus servicios de manera gratuita.
Pues ha llegado el momento de definir qué (o quién) es el producto. Es ahí cuando podemos dar fe de la veracidad de esa frase:
Que el producto sea gratis, significa que tú eres el producto.
Y así sucedió. Los usuarios se convirtieron en el producto y los unicornios se convirtieron en las compañías publicitarias más grandes y poderosas del mundo. Como tú y tu atención son ahora el producto los algoritmos se optimizan para retener tu atención el mayor tiempo posible, generando los trastornos y enfermedades que ya han sido tratados por varios especialistas.
¿Entonces qué es mejor centralización o descentralización? Pues ambos enfoques son perfectamente válidos dependiendo de para qué se utilicen. Cada enfoque tiene sus propias fortalezas y debilidades. Usted puede optar por desarrollar sistemas centralizados y hacer cosas buenas o malas; como mismo puede optar por desarrollar sistemas descentralizados y hacer cosas buenas o malas. La tecnología en si misma es completamente impersonal, es sólo una herramienta. El problema no es que enfoque utilizamos o que tecnología utilizamos. El problema es cómo se define el modelo de negocio de las empresas, cuál es la definición de producto, quiénes serán los clientes y cuál es la propuesta de valor real de la empresa.
Siempre ten en mente esto cuando vayas a usar un nuevo producto o servicios, si es gratis es muy probable que te estén cobrando con algo mucho más valioso que el dinero y si te están cobrando es porque esa es una empresa que quiere hacer las cosas de la manera correcta desde el inicio no improvisando por el camino y perjudicando a sus usuarios.