Dopamina
Daniel Z. Lieberman, MD, Michael E. Long
Pueba esto
Escribe todas las cosas que te gustan de tu cónyuge, tu mejor amigo, tu hijo o tu padre. Luego, cada día pon tu corazón en agradecer todas esas buenas cualidades que ves en ellos y no permitas que sus debilidades te abrumen.
Si haces esto constantemente, tu amor por ellos seguirá creciendo.
El cerebro es una parte vital del cuerpo que controla y coordina las acciones y reacciones
En el cerebro se dan dos formas de pensar. La primera, el mundo de abajo, está gestionada por sustancias químicas -neurotransmisores- y te permite experimentar la satisfacción y disfrutar de lo que tienes actualmente. Estas sustancias químicas de abajo se denominan Aquí y Ahora y te permiten experimentar lo que tienes delante. La segunda forma es el mundo de arriba, en el que tu cerebro depende de una única molécula que te hace ir más allá de tus realidades actuales. También te motiva a controlar y perseguir cosas en el futuro y te impulsa a buscar cosas lejanas, tanto materiales como no materiales.
El cerebro transmite sustancias químicas que intervienen en cómo te sientes y funcionas a diario.
La sustancia química de arriba te hace desear lo que no tienes y te impulsa a buscar cosas nuevas. Para tu cerebro, esta molécula es la mejor y más polivalente herramienta, la que te impulsa a ir más allá de la emoción de simplemente existir. Te permite hacer uso de tu imaginación para explorar diversas posibilidades. La mayoría de los seres vivos, como los reptiles, los peces, los mamíferos y los pájaros, tienen esta sustancia química dentro de sus cerebros, pero los seres humanos tienen más. Se llama Dopamina.
En este resumen, aprenderás cómo la dopamina influye en las relaciones románticas, la fijación de objetivos y mucho más, y te ilustrará sobre cómo convertir tu imaginación en realidad.
Comprender la dopamina resulta ser la clave para explicar e incluso predecir el comportamiento en una gama espectacular de actividades humanas.
Dopamina: la hormona del bienestar que hace que te enamores pero no te mantiene enamorado
En 1957, la investigadora Kathleen Montagu descubrió la dopamina en el cerebro. Cuando se probó en drogadictos, la dopamina recibió el apodo de "la molécula del placer" porque las drogas encendían los circuitos de la dopamina y los participantes experimentaban euforia. Sin embargo, ocurrió lo contrario cuando los investigadores sustituyeron las drogas por comida y descubrieron que las recompensas inesperadas desencadenaban la liberación de dopamina. El subidón de dopamina que experimentan los humanos proviene de sorpresas prometedoras, como una nota dulce de tu amante o un mensaje de correo electrónico de un amigo al que no has visto en años. Sin embargo, cuando estas cosas se hacen frecuentes, pierden su novedad, el subidón de dopamina se reduce y una nota más interesante o un largo correo electrónico no lo volverán a producir. Por eso el enamoramiento no es duradero. Cuando una pareja está enamorada, todo lo que puede imaginar es el futuro emocionante y perfecto que tendrán juntos. Pero cuando llega la realidad, su imaginación tiende a hacerse añicos, lo que lleva a un posible fin de la relación y a una nueva búsqueda de emociones dopaminérgicas: la excitación de la anticipación.
Alternativamente, este amor apasionado puede transformarse en un amor de compañía, que puede no emocionar como lo hace la dopamina. Sin embargo, tiene el poder de proporcionar una felicidad a largo plazo basada en los neurotransmisores del aquí y ahora.
Una base sólida para una relación a largo plazo es no disfrutarla por lo que promete llegar a ser en el futuro, sino por lo que es en este momento.
Shawn estaba deseando vivir su experiencia en el bar porque no había tenido sexo en siete meses y tres días. También echaba de menos tener una dama en su vida, alguien con quien pasar el tiempo. Al llegar al bar, se encontró con Samantha, que parecía fuera de lugar; no estaba vestida para el club y no llevaba tacones. Esto llamó la atención de Shawn, que se acercó a ella e inició una conversación. Se dio cuenta de que compartían intereses similares: los gimnasios y el ejercicio. Shawn sabía que estaba enamorado.
Ceder a un antojo no conduce necesariamente al placer porque desear es diferente de gustar
El ser humano suele pensar que es una criatura racional, porque confunde de forma natural el hecho de querer algo con el de que le guste. Es bastante normal pensar que nos acabará gustando lo que deseamos, pero no es así. A veces deseamos cosas que no nos gustan, y estas ansias pueden llevarnos hacia cosas perjudiciales para nuestra vida, como las drogas o el juego. Los deseos fluyen desde el área tegmental ventral del cráneo, que es rica en dopamina. Cuando las células que crecen en esta zona llegan al núcleo accumbens, se activan y liberan dopamina. Este circuito se denomina circuito del deseo dopaminérgico. En términos generales, otra forma de decir que algo está vinculado a la dopamina es clasificarlo como necesario. Cuando entramos en contacto con algo beneficioso para nuestra supervivencia, la dopamina hace que lo deseemos inmediatamente. No importa si nos va a gustar o incluso si lo necesitamos en ese momento.
Controlar tus deseos e impulsos es esencial para alcanzar los objetivos que te propones.
El circuito de deseo de la dopamina es poderoso por la forma en que centra la atención, motiva y emociona. Tiene una profunda influencia en las decisiones que tomamos. El único circuito que puede oponerse a la dopamina es el circuito de control de la dopamina. En muchas situaciones, la dopamina centrada en el futuro se opone a la actividad de los circuitos aquí y ahora y viceversa. Hay una oposición dentro del propio sistema de dopamina orientada al futuro, y es más fácil controlar los sistemas que contienen fuerzas opuestas. Por la misma razón que los coches tienen aceleradores y frenos, el cerebro utiliza circuitos que se oponen entre sí. Los circuitos de control de la dopamina son los lóbulos frontales, la parte del cerebro llamada neocortex. Nos ayuda a imaginar cosas más lejos en el futuro de lo que el circuito del deseo puede llevarnos, para que podamos hacer planes a largo plazo. También es la parte que nos ayuda a maximizar los recursos en el futuro creando nuevas herramientas y utilizando conceptos abstractos que se elevan por encima de la experiencia aquí y ahora de los sentidos.
Crea un puente entre tu imaginación y la realidad estableciendo estrategias que te imp ulsen a alcanzar tus objetivos
No ganas mucho tan solo deseando algo. Tienes que buscar la manera de conseguir lo que quieres y determinar si vale la pena tenerlo. La dopamina del deseo nos hace querer cosas, deseando más y más. Sin embargo, no estamos a merced de nuestro deseo sin control. También tenemos un circuito complementario de dopamina que determina qué tipo de "más" merece la pena tener. Nos da la capacidad de poner en marcha estrategias que nos ayuden a conseguir lo que queremos. Quizá te preguntes cómo una sola sustancia química puede hacer ambas cosas. Considera el ejemplo del combustible para cohetes que alimenta los motores principales de una nave espacial. El mismo combustible que empuja el cohete hacia delante puede dirigir la nave y retroceder para frenarla. Todo depende del camino que siga el combustible antes de encenderse: son funciones diferentes, pero todas trabajan juntas para que la nave espacial llegue a su destino. Del mismo modo, la dopamina que se mueve a través de diferentes circuitos cerebrales produce diversas funciones, logrando el mismo objetivo.
Hacer cosas sin pensar en el cómo y el qué puede tener un impacto negativo en tu bienestar.
Los impulsos proceden de la dopamina que pasa por el circuito dopaminérgico, mientras que el cálculo y la planificación son producto del circuito de control dopaminérgico. Lo llamamos circuito de control porque:
- Gestiona los impulsos incontrolados de la dopamina del deseo y los canaliza hacia fines provechosos.
- Nos permite dominar y obtener el control de nuestro entorno.
- Nos permite conocer las consecuencias futuras de nuestras decisiones inmediatas y decidir el futuro que queremos.
- Nos proporciona la capacidad de planificar para hacer realidad nuestras imaginaciones.
El circuito de control somete la emoción del aquí y el ahora, haciéndonos pensar racionalmente, lo que es necesario cuando se toman decisiones difíciles. A veces, el circuito de control puede dominar las situaciones mediante el poder de la confianza. Otras veces conduce a comportamientos suaves que incitan a los demás a cooperar con nosotros, aumentando nuestra capacidad para alcanzar nuestros objetivos. Así pues, la dopamina no solo tiene que ver con el deseo, sino también con la dominación, porque con ella podemos controlar el entorno e incluso a otras personas para que cumplan nuestras órdenes.
El sistema dopaminérgico en su conjunto evolucionó para maximizar los recursos futuros.
El riesgo y la recompensa del cerebro altamente dopaminérgico
La fuerza más poderosa de la tierra es una mente creativa, y nada puede competir con las posibilidades de producción de riqueza de una idea innovadora. Pero, por desgracia, el cerebro en su mejor momento produce creatividad, y lo contrario produce enfermedad mental. Estas dos peores y mejores expresiones del cerebro dependen de la dopamina. La dopamina nos permite ser creativos, alimentándonos con la capacidad de imaginar lo irreal y permitiéndonos construir una imagen mental del mundo que no podemos describir físicamente. Pero ese poder tiene un precio.
La creatividad te ayuda a vivir la vida de un modo que potencia la originalidad y establece conexiones únicas entre ideas aparentemente contrastadas.
Los genios creativos corren el riesgo de padecer enfermedades mentales debido a su sistema hiperactivo de dopamina. A veces, el mundo irreal traspasa sus límites naturales, creando paranoia, delirios y la excitación febril del comportamiento maníaco. Además, la actividad dopaminérgica exacerbada puede afectar a nuestra capacidad para establecer relaciones significativas con los demás y nos hace luchar contra los simples retos de la vida cotidiana. Para algunas personas, la única alegría que conocen es la de crear. Hagan lo que hagan, prefieren no dejar de trabajar y han entregado su vida a la pasión por innovación, el descubrimiento o la iluminación. Están tan perdidos en el trabajo que no encuentran tiempo para relajarse o disfrutar de las cosas buenas. En cambio, se centran en construir un futuro que nunca llega. Aunque las personas altamente dopaminérgicas prestan un buen servicio al público, siempre son infelices y están insatisfechas por mucho éxito que tengan. La búsqueda de nuevas ideas e innovaciones que beneficien al resto del mundo les lleva a sacrificar su propia felicidad.
El pensamiento creativo requiere que la gente se desprenda de las interpretaciones convencionales del mundo para ver las cosas de una forma totalmente nueva.
¿Sabías que? El Foro Económico Mundial, en su informe sobre los empleos del futuro de 2018, adelantó que la creatividad sería una de las tres habilidades más demandadas en el 2022?
La dopamina facilita la migración porque determina cómo las personas buscan oportunidades para maximizar los recursos
La evolución del humano moderno surgió en África hace unos 200.000 años, y empezaron a emigrar a otras partes del mundo en aras de la supervivencia aproximadamente 100.000 años después. Científicos de la Universidad de California se embarcaron en una investigación para averiguar si la dopamina desempeña un papel en este movimiento. Estos científicos se centraron en el gen que le indica al cuerpo cómo fabricar el receptor de dopamina D4 (DRD4), un receptor neurotransmisor sináptico que envía señales al sistema mesolimbico del cerebro. Los genes se manifiestan en diversas formas denominadas alelos, que constituyen ligeras variaciones en la codificación de los genes que dan a las personas características únicas. Por ejemplo, las personas que tienen la forma larga del gen DRD4, como el alelo 7R, son más propensas a asumir riesgos.
Los investigadores obtuvieron datos genéticos de las rutas migratorias más conocidas de América del Sur, África, Asia Oriental, América del Norte, el Sudeste Asiático y Europa. Cuando analizaron los datos, se descubrió que la mayoría de las personas que emigraron más lejos de sus orígenes tenían un DRD4 más largo que los que se quedaron cerca de casa. Aprendieron que la dopamina hace que las personas busquen más y las hace inquietas e insatisfechas, estableciendo así que el alelo 7R del gen DRD4 estaba relacionado con lo lejos que emigraba una población. Estos son precisamente los tipos de personas que dejarían una comunidad establecida para salir a explorar lo desconocido.
Migrar es estresante, pero la experiencia puede ser emocionante y energizante para las personas con personalidad dopaminérgica.
Cuando había tanta escasez en el mundo y se vislumbraba la extinción, el impulso por conseguir más mantuvo viva a la raza humana. La dopamina fue el motor del progreso que sacó a nuestros antepasados de la vida de subsistencia. Los humanos se convirtieron en la especie dominante de la Tierra, ya que la dopamina les permitió crear herramientas, inventar ciencias abstractas y planificar el futuro. Sin embargo, en nuestro mundo moderno de la abundancia, en el que hemos desarrollado una tecnología sofisticada, la dopamina sigue impulsándonos hacia adelante, quizás para nuestra destrucción. Por ejemplo, la dopamina nos impulsa actualmente a un consumo cada vez mayor, lo que conduce a un aumento de la producción de gases de efecto invernadero. Lo único que puede salvar a la humanidad es superar nuestra obsesión por tener más, disfrutando de las cosas que tenemos.
Conclusión
La humanidad está ligada a los circuitos de dopamina. Son los que nos dan el extraordinario poder que nos permite pensar, planificar e imaginar. Elevan nuestros pensamientos para meditar sobre conceptos abstractos de una forma que trasciende todas las barreras de espacio y tiempo. Los circuitos de la dopamina nos ayudan a dominar el mundo que nos rodea para que podamos prosperar incluso en los entornos más hostiles. Por el contrario, estos mismos circuitos también pueden conducirnos por un camino negativo de adicción, traición y miseria. Aunque, en nuestra búsqueda de la grandeza, tendremos que aceptar que la miseria formará parte de ella. El aguijón de la insatisfacción nos mantiene en nuestro trabajo mientras otros están disfrutando de la compañía de sus seres queridos. Sin embargo, si lo que buscas es una vida de felicidad y plenitud, entonces debes ir en busca de la armonía. Este es el punto en el que empiezas a superar la tentación de la interminable estimulación dopaminérgica y das la espalda al constante deseo de más. Para lograr esta armonía, tienes que combinar la dopamina con el aquí y el ahora. Cuando todo lo que haces está motivado por la dopamina, no conseguirás lo mejor de la vida.
Es hora de abrazar la creatividad y las relaciones significativas con los demás. No dejes que tu pasión por la creatividad te lleve a un aislamiento tal que no disfrutes de la compañía de los demás. Además, saca tiempo para disfrutar de lo que ocurre a tu alrededor. No dejes que tu deseo de un futuro prometedor te prive de disfrutar del presente.