October 17

El imperio y la guerra cultural

El imperio y la guerra cultural.
Para comprender mejor el tema de la guerra cultural no basta con el análisis de lo elaborado en teoría sobre ello.
Hay antecedentes y resultados prácticos de las acciones del gobierno de los Estados Unidos en su aplicación durante años, mucho antes de que triunfará una revolución socialista en nuestra tierra, que ilustran, más que cualquier lectura teórica, las intenciones, proyecciones, acciones y resultados de tales esfuerzos.
Será de utilidad reproducir hoy lo dicho por A.W. Dulles, director de la CIA(1953-1961) en un extracto del libro "The Craft of Inteligente", (El arte de la inteligencia), publicado en 1963, base de una estrategia contra la extinta Unión Soviética y posteriormente hacia otros países, incluida Cuba:
"Sembrando el caos en la Unión Soviética sustituiremos sus valores, sin que sea percibido, por otros falsos, y les obligaremos a creer en ellos. Encontraremos a nuestros aliados y correligionarios en la propia Rusia.
Episodio tras episodio se va a representar por sus proporciones una grandiosa tragedia, la de la muerte del más irreductible pueblo en la tierra, la tragedia de la definitiva e irreversible extinción de su autoconciencia.De la literatura y el arte, por ejemplo, haremos desaparecer su carga social..."
"Deshabituaremos a los artistas, les quitaremos las ganas de dedicarse al arte, a la investigación de los procesos que se desarrollan en el interior de la sociedad. Literatura, cine, teatro, deberán reflejar y enaltecer los más bajos sentimientos humanos. Apoyaremos y encumbraremos por todos los medios a los denominados artistas que comenzarán a sembrar e inculcar en la conciencia humana el culto del sexo, de la violencia, el sadismo, la traición. En una palabra: cualquier tipo de inmoralidad".
"En la dirección del Estado crearemos el caos y la confusión. De una manera imperceptible, pero activa y constante, propiciaremos el despotismo de los funcionarios, el soborno, la corrupción, la falta de principios. La honradez y la honestidad serán ridiculizadas como innecesarias y convertidas en un vestigio del pasado, la insolencia, el engaño y la mentira, el alcoholismo y la drogadicción, el miedo irracional entre semejantes, la traición, el nacionalismo, la enemistad entre los pueblos y, ante todo, el odio al pueblo ruso; todo esto es lo que vamos a cultivar hábilmente hasta que reviente como el capullo de una flor...".
"Sólo unos pocos acertarán a sospechar e incluso a comprender lo que realmente sucede. Pero a esa gente la situaremos en una posición de indefeccion, ridiculizandolos, encontrando la manera de calumniarlos, desacreditarlos, y señalarlos como desechos de la sociedad. Haremos parecer chabacanos los fundamentos de la moralidad, destruyéndolos. Nuestra principal apuesta será la juventud. La corromperemos, desmoralizar emos, pervertiremos(...)".
Para los que piensan que los fenómenos negativos de una sociedad son espontáneos, lo expuesto deja muy clara una estrategia, consciente y dirigida a objetivos predeterminados de destrucción de una sociedad desde dentro y con todo el apoyo necesario desde fuera. Y no expuesta por cualquier funcionario de última categoría sino por el director de la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos, entonces potencia hegemónica mundial.
Tiempo después, otro conocido "tanque pensante", de origen polaco, expresó lo siguiente: "El Poder Global debe desempeñarse en la dominación cultural, y ejercerse mediante su hegemonía sobre las comunicaciones globales, las diversiones populares y la cultura de masas".(Zbigniew Brzezinski, asesor de Seguridad Nacional durante el gobierno del presidente Jimmy Carter).
De esta etapa son buen conocidas declaraciones de algunos representantes de corrientes conservadoras o neoconservadores relativas a la cultura en la lucha política. Uno de ellos expresó: "Nuestros misioneros viven en Hollywood".

Los gobiernos norteamericanos han aplicado está estrategia contra diversos países del mundo, especialmente con ensañamiento, contra Cuba.
Desde Eisenhower hasta Joe Biden, 13 presidentes han ejercido su poder contra la Revolución Cubana, elaborando y aplicando planes para tratar de derrocar por cualquier vía el sistema político socialista y sus dirigentes.
La influencia de la cultura norteamericana en Cuba es de larga data, desde que era colonia de España, lo que se fortaleció con la ocupación militar de inicio del siglo XIX y el periodo de pseudo república, término que no gusta hoy a algunos historiadores del patio, pero ese es un tema para otro artículo.
Está clara la fuerte influencia económica, política, cultural, comunicacional, incluso familiar de los Estados Unidos en Cuba.
Abordar la exposición de la guerra cultural en sus raíces e historia, aunque solo sea planteando el asunto, es poner de manifiesto que ese tema no es nuevo contra nosotros, y lo nuevo que aparentemente plantean autores de textos como el mencionado argentino Laje, en realidad responde a viejas estrategias del imperio del norte revuelto y brutal que no puede aceptar que el pueblo cubano haya realizado una revolución y una sociedad socialista en sus narices, guiados por Fidel.
Es muy importante lo planteado por un intelectual de la talla de Ignacio Ramonet: "La americanización de nuestras mentes ha progresado tanto que para algunos denunciarla parece cada vez más inaceptable. Para hacerlo habría que estar dispuesto a prescindir de una buena parte de las prácticas culturales (vestuario, deportivas, lúcidas, de entretenimiento, lingüística, alimentarias, etcétera.), que hemos adoptado desde la infancia y que no dejan de acosarnos. Muchos ciudadanos europeos somos ya una especie de seres transculturales, híbridos irreconciliables, que poseen una mentalidad norteamericana en un cuerpo europeo".
Cuando en Cuba hoy se ha aprobado una ley de comunicación social muy necesaria para el desarrollo del país, y para enfrentar la guerra que se nos hace y llaman batalla cultural cuando en realidad es una guerra cuyo claro objetivo es destruirnos y desaparecernos como pueblo y país, es indispensable tener muy en cuenta y no perder de vista lo publicado por el autoproclamado representante de la nueva derecha mundial sobre el papel de los medios:
"...los medios de comunicación no actúan en el sujeto simplemente en un nivel consciente y superficial, sino que su información penetra más hondo y, por medio de la memoria implícita, sus contenidos vuelven a la superficie para condicionar en muchos casos lo que se piensa, se dice y se hace, sin que, además, uno se percate de ello".
"Los medios masivos, por otra parte, cumplen un rol esencial en cuanto al uso de las palabras, instalando y difundiendo significantes, y desconsiderado y censurando otros. Es sabido, en ese sentido, que las palabras son tecnologías que median entre nosotros y la realidad; que el mundo es representado y aprehendido por el hombre con palabras, y que esas palabras no están adheridas a su referente más que por relaciones de arbitrariedad y convencionalidad".
Preparémonos adecuada y oportunamente para ganar la guerra que está en marcha por ganar la conciencia de cada persona, contribuyendo a su formación revolucionaria para que cada cual individualmente, sea capaz de desenmascarar las intenciones enemigas que van en contra de sus necesidades e intereses, aunque ellos se intente disfrazar o enmascarar.

Roberto Dávila ✍🏻