Sabotaje en la Línea 3 del Metro de la CDMX
El choque registrado el 7 de enero en la Línea 3 del Metro de Ciudad de México fue causado por dos factores, según informó Ulises Lara, vocero de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJ-CdMx). El primer factor fue la quema y corte doloso de los cables eléctricos ubicados en dos registros de conexión que contenían cableado eléctrico de comunicaciones, señalización y pilotaje automático en la estación Potrero. El segundo factor fue la conducción negligente del tren número 24, que no respetó las medidas de seguridad y que significó no rebasar los 35 kilómetros por hora.
El accidente en la Línea 3 del Metro causó lesiones a 106 usuarios y la muerte de la joven Yaretzi Hernández, estudiante de Artes Plásticas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). En la investigación de la Fiscalía capitalina, se halló que en la zona oriente de la estación Potrero, la quema de cables causó un problema en la señalización que fue alertado el día 6 de enero. Con esta alerta, el pilotaje debía realizarse de manera automática y no manual.
El 6 de enero de 2023 a las 20:00 horas se reportó al Puesto de Control Central una falla en la señalización en el interior del túnel, afectando un conjunto de indicaciones que regulan el avance de los trenes. A las cero horas del sábado 7 de enero, el equipo de la gerencia de mantenimiento técnico se presentó al cierre del servicio para hacer el diagnóstico y detectaron un enorme daño material causado por la quema deliberada de cables en uno de los registros ubicados en la zona oriente de la estación Potrero, por lo que determinaron que la normalización del servicio llevaría varios turnos de trabajo.
Debido a las averías y con el fin de no interferir en la prestación del servicio, el Puesto Central de Control estableció, tomando como base los manuales técnicos, la marcha de seguridad para la circulación de los trenes, la cual significa que los trenes deben circular a una velocidad máxima de 15 kilómetros en curva y 35 kilómetros por hora en línea recta, además de que no podrán cambiar a otro modo de conducción sin previa autorización del Puesto Central de Control.
Es decir, Ulises Lara detalló que no hubo un frenado por parte del conductor y este ya había realizado una vuelta completa, por lo que ya conocía la problemática. “No existe evidencia de que el conductor real