Cuñada
February 9

Mi Inocente Cuñada 20

Reivindicación

Al día siguiente lunes, me salí de la casa bien temprano con Maru, me quedé con su auto y fui a la obra y pasé casi toda la mañana allí. Eso me dio tiempo para pensar con la cabeza fría un poco más las cosas, decidí no mortificarme por Malu, otras veces ha estado molesta conmigo, lo que pasó la noche anterior ella lo deseaba con toda su alma, pero no creo que la manera en que sucedió fuera la esperada por ella. Lo que debo es evitar que moleste más y además de evitar a la suegra en la casa. Como a las 11 de la mañana fui a un centro comercial a hacer tiempo a que salga Maru para ir a almorzar a casa o a algún otro lado mejor y mientras caminaba vi un Sexshop, recordé que le debía a Maru unos encuentros y pensé en recompensarla de manera entretenida, así que entré.

Pero nada sale como uno quiere, no hubo manera de que me imaginara usando ningún artilugio de la tienda con Maru. apenas entré solo tuve cabeza para Malu, todo lo que veía me lo imaginaba usándolo con Malu, hago un esfuerzo por alejarla de mis pensamientos lujuriosos y busco algo que pueda disfrutar con mi esposa Maru, pero no puedo dejar de pensar en Malu. así que me rendí, me salí y alejé rápidamente del local.

Habría caminado unos 50 metros, cuando mandé todo a la mierda y me devolví. Hice un pequeño mercado allí, no lo pude evitar, es más fuerte que yo, y todo fue para Malu. En el auto metí todo debajo del caucho de repuesto y salí apurado a buscar a Maru ya se me había hecho tarde.

Al llegar en casa nos dispusimos a almorzar y hacer la siesta. Durante el almuerzo Malu y yo nos ignoramos mutuamente, fue un almuerzo silencioso realmente. Durante la siesta que simulé dormir con Maru, me levanté con cuidado y fui al garaje. Solo las mujeres de servicio estaban despiertas, comiendo en la cocina. Saqué la bolsa y subí a las habitaciones, entré al cuarto de Malu con mucho cuidado, estaba dormida profundamente y con mucho sigilo metí la bolsa debajo de su cama, la misma queda tapada con la sabana que cuelga casi al piso como una cortina.

A media hora después que todos se habían ido de nuevo, decido aprovechar la oportunidad de estar con Malu, sé que está molesta y el sexo es grandioso cuando está así. La suegra está en Lunes de Damas Salesianas así que no vendrá hasta al menos las 8, y Maru en auditorías en la empresa también llega pasada esa hora, don Mario llega a las 7 y Carola en la calle, tal vez llegue más temprano o no llegue y realmente ella no me preocupa por ahora y Marito como siempre pegado a la playstation en la sala de juegos.

Malu aún está dormida, tiene un pantalón largo de algodón muy fino que usa como pijama y una franela blanca de tiras finas y sin sostén, está boca abajo. Verla así tan juvenil y sin ninguna pretensión de adultez que últimamente quiere proyectar, hace que mi sexo despierte impetuoso con ganas de pervertir a esa criatura inocente, aunque sea solo en apariencia.

Con cuidado me subo al colchón y me agacho suavemente sobre sus muslos y me acuesto sobre ella con mucho cuidado. Le apoyo mi sexo sobre sus nalgas y empiezo a menearme sobre ella lentamente.

Ella abre los ojos y gime sorprendida...

—Mmmm eso no se vale... Estoy brava contigo —me dice somnolienta entre pucheros.

—¿Y por qué está bravita mi bebé? —le digo juguetón al oído mientras le punteo el trasero con mi sexo.

—Tú sabes por qué... Mmmm... No te hagas el tonto.

—¿Ah sí? ¿ahora soy tonto?— metiendo una mano bajo su cuerpo y llenándola de su seno, lo amaso a medida que le sigo punteando su trasero.

—Mmmm... no seas malo, aún no se me pasa la rabia...

—¿Y ta muy brava?

—¿Tú qué crees?

—¿Muy muy brava?

—Shii mucho —dice toda mimada.

—¿Y ta molesta porque lo hice ayer con tu mamá?

—También por eso Pedro— con voz de fastidio.

—¿Pero te excitó escucharnos?

—Mmm siii...

—¿Y te masturbaste? —ya metiendo mi otra mano hasta su sexo dentro de su pantalón y comprobar que está muy húmeda.

—Mmm nooo ahhhhg —gime cuando paso el dedo por su entrada sin meterlo y comprobando su humedad.

—¿En serio? —ya azotando su botón, apretando fuerte su pezon y punteando duro sobre sus nalgas.

—Diossss siiiii lo hice mmmm. Meneando la cadera al ritmo de mi dedo y sonriendo.

—¿Pensé que estabas muy molesta?

—Sí, aún lo estoy mmm...

—Pero tu chuchita dice lo contrario —hundiendo fácilmente mi dedo en su muy mojada cueva.

—Ahhh nooo... mmmm eso es trampa...

—¿Por qué más está brava mi cascarrabias? Insisto apretando fuertemente el pezón derecho de su pecho.

—Ahhhhg tú sabes bien mmmm... por qué —levantando su trasero cuando la estoy punteando, quiere más.

—Dímelo... —Acelerando mi dedo al máximo en su sexo, ya se sentía que estaba a punto.

—Aaaaghhh tú lo sabessssss.

—Quiero escucharlo... —sacándole el dedo y soltando su pezón dejándola a nada de llegar.

—¡¡NOOOO!! ¡SIGUEE! ¡No me dejes asííííí! —levantando la cabeza y girándola me mira con ojos de cordero degollado suplicando— ¡¡sigue por favor!!

—Dímelo —le digo tajante.

—Por la manera en que anoche en el taller me trataste como un trapo sucio —me dice resignada— sigue por favor.

Meto mi dedo nuevamente y acelerando sobre su clítoris le pellizco el pezón nuevamente haciéndola estremecer. Solo cuando está a punto de acabar le digo.

—Anoche no merecías la forma en que te lo hice, sé que lo deseabas mucho pero debí hacerlo más especial....

—No tonto, ¡Eso sí me gustó! lo quería así duro, sin compasión. Lo que no me gustó fue como terminó o sea como me dejaste allí botada cómo un trapo sucio sobre la mesa.

—¿Ah eso? —Ella no deja de sorprenderme— Pues... bueno te lo merecías por cuaima, por andar espiando. Además por cierto por qué andabas espiando ¿acaso ahora me vas a montar un seguimiento todo el tiempo? —sin dejar de jugar con mis dedos en su interior.

—Mmm ahhgg... No seas tonto... con la rabia que tenía ayer no me había dado cuenta lo excitada que estaba, solo cuando entré a mi cuarto y me dispuse a calmarme me sentí toda mojada, eso fue suficiente para salir y devolverme a hacerlo contigo, realmente tenía muchas ganas, si hubieras insistido un poco más en el beso quizás mi mamá nos hubiera encontrado teniendo sexo.

‒Ella estuvo afuera todo el tiempo, ella sabía que a la una nos veríamos allí— sin dejar de acariciarla.

—Y después te quejas que soy yo la que te espía todo el tiempo, Mmmmm —sigue retorciéndose bajo mi cuerpo.

—Con ustedes dos voy a llevar siempre la de perder, siempre soy el último en enterarse —arreciando mi dedo en su sexo está a punto de acabar.

—mmm, ¿Qué quieres Pedro Miguel? ¿Me vas a coger o solo vas a seguir dándome con el dedo?

—Vine a reivindicarme contigo por lo de anoche, voy a cogerte por detrás nuevamente, pero más bonito —acelerando mi dedo y pellizcando fuerte su pezón.

—Síííí!!! Aaaaggggg —Casi grita por el placer mental de la noticia y el placer físico que está recibiendo. Y empieza a convulsionar fuertemente como si se estuviera cogiendo a la cama. DIOOOOOSSS!!! Sííííí!!...

Me siento sobre sus piernas viendo como su espalda de hincha con la respiración profunda y como su cuerpo se va calmando, como empuña las sabanas y se muerde los nudillos.

Ya un poco más calmada aún sin moverse, con la cabeza de lado y los ojos cerrados.

—¿En serio lo vas a hacer? —Me dice toda mimada.

—Sí mi amor te lo voy a hacer —sonando complaciente— pero a mi manera, harás todo lo que yo te diga sin reproches ¿Entendido?

—Shiiii —más mimosa aún. —cada vez que hace eso siento un potente chorro de sangre allá abajo.

—Ok vamos a realizar una limpieza profunda de tu culito, te voy a meter dos enemas y te voy a poner un taponcito Ok?

—Ajammm.

—Ok. Entonces no te muevas, quédate cómo estás —mientras me bajaba de ella y buscaba bajo la cama la bolsa con los detallitos.

Ella continuó con los ojos cerrados y con una sonrisa de oreja a oreja estaba contenta, mientras sacaba de la bolsa algunas cosas había comprado y lo colocaba a sus pies en la cama junto con la bolsa.

Ella no se había movido así que tomé mi posición sobre ella nuevamente de rodillas sobre sus piernas.

Bajé su pijama y su braga juvenil a media pierna dejando al descubierto esas dos perfectas y hermosas nalgas, destapé los dos enemas y los puse a tiro, saqué un lubricante y lo unté en su rosado asterisco, y procedí a meterle el primer enema.

—Después que saque el enema aprieta el culito Ok?

—Ajamm.

Luego metí el otro enema y ella se retorció de ganas de ir al baño, —aguanta— le dije, cuando terminé de vaciar el segundo enema le metí un plug anal pequeño. Ella gimió un poco por el ligero dolor. Le subí la braga y el pantalón

—Ahora gira sobre tu izquierda... Espera un momento, ahora boca arriba... Lentamente sobre tu derecha... ahora boca abajo, esperemos un momento... Ahora Regresemos lentamente, esto es para que el enema llegue lo más lejos posible. Y así limpiamos más, ahora ponte de pie.

—Aggghh se me sale —dice despavorida apenas se para llevándose sus manos hacia atrás.

—Ve al baño, el plug tiene un asa pequeña trata de sacarlo con cuidado.

—¿No me quieres acompañar? —me dijo con pucheros.

—No, ve antes que te hagas aquí. Toma lleva los enemas y llénalos de agua tibia —le dije dándole los envases y haciendo un esfuerzo sobre humano por contener la risa.

Sale rápidamente caminando con el culo apretado, mientras yo seguía aguantando la risa por lo que le espera. Escucho que cierra la puerta del baño, espero un momento y de pronto se escucha un grito de horror y estallo de risa. Luego otro grito, sin dejar de reír imaginándome el desastre, espero unos eternos 30 minutos. Hasta que llega bañada y envuelta en una toalla.

—¡¡Por dios Pedro!! —aguantando la risa— eres un hijo de puta... ¿Tú sabías que eso iba a pasar?

Estallamos en risas juntos los dos, yo asentí con la cabeza a su pregunta, ya no aguantaba el estomago de tanto reír mientras ella no estaba y ella de igual manera se estaba riendo mientras se acercaba a mi.

—¡¡Tuve que lavar el inodoro y prácticamente medio baño!! cuando saqué el tapón jajajaja aquello me explotó en la mano... —me reprocha con cara de asco y risas mientras yo me retorcía también de la risa— menos mal que estaba apuntando al inodoro y aún así aquello salpicó por todas partes, jajajaja si no aquello hubiera sido una masacre de mierda en todo el baño. Jajajajaja una vez que salió no pude detenerlo hasta que dejó de salir el líquido jajajajaja, nunca había orinado por el culo jajajajaja, fue horrible, jajajajaja, el pantalón tuve que lavarlo en la ducha jajajaja, eres un hijo de puta—mientras tiraba en la cama a mi lado y lanzándome un manotazo aun riéndonos.

Luego de reírnos por un largo rato y calmarnos ya serenos los dos, nos quedamos un rato sin decir nada. Pero de la nada volvíamos a estallar en risas.

—¿Y los enemas? —pregunté al recordarlos.

—Los boté, ¿que esperabas que los trajera para que los volvieras a meter? —preguntó algo molesta.

—Sí —le digo seriamente— era para sacar cualquier posible resto que haya quedado.

—Pues eso pensé y yo misma lo hice en la ducha...

Indudablemente ella no tiene par, además de inteligente es valiente y no come cuentos a la hora de la chiquita, la miro aguantando la risa nuevamente. Ella con una sonrisa me dice:

—Eres un desgraciado, debiste advertirme.

—Entonces no nos hubiéramos divertido.

—Te divertiste tú sólo...

—Yo te vi muerta de risa...

—¿Qué esperaba que hiciera? ¿Y esto hay que hacerlo cada vez que me vayas a dar por detrás? —preguntó algo ofuscada.

—No mi amorcito, por ser tu cuasi primera vez no quiero sorpresitas ni físicas, ni olorosas, además de que posiblemente te raje el ano, así minimizando el riesgo de infección.

—Mmm ya decía yo, nunca vi que Maru hiciera algo así. ¿Y siempre pasa eso de las sorpresitas?

—No siempre pero son más frecuentes de lo que se espera y depende de cada cuerpo y su alimentación. —mientras le quitaba la toalla y hacía que se acostara nuevamente boca abajo.

—¿Cómo así? —ya acostada.

—Bueno que no todas la chicas son iguales, por ejemplo yo tuve una novia que siempre que lo hacíamos por allí me embarraba la verga de mierda y otra que era casi vegetariana y comía pura ensaladas que nunca, pero nunca tuve sorpresitas, y siempre literal le comía el culo. Cosa que hoy pienso hacer contigo.

—Necio... Aún tengo esa sensación de querer ir al baño.

—Es solo un reflejo —le digo— y tengo aquí la solución a eso.

Me siento en la cama y saco de la bolsa dos balas vibradoras de distinto tamaño rosadas y unidas por un conducto de silicona, las enciendo en mínimo sin que se de cuenta, ella sonríe al verlas y levanta su culo en pompa, paso un dedo por su sexo y está excitada. Meto la pequeña en su sexo y muy húmeda la saco para meterla de una vez en su trasero y meto la más grande en su sexo y la hundo lo más que puedo adentro, con ambas adentro queda como un asa rosada entre su sexo y su culito para una extracción segura y para la antena ya que son a control remoto, cosa que Malu no sabe, y ella gime muy suavemente.

—Mmmm que rico que siente como vibran. ¿Me los regalas?

—Claro mi amor son tuyos...

La dejo un rato para que se relaje un poco es muy sutil la vibración y ayudará a sensibilizarla en parte.

—Tengo mucha sed —me dice y de inmediato se me ocurre otra idea perversa.

—Ven, párate —le digo extendiéndole mi mano y la ayudo a pararse— ponte un short y una franela y busca algo para tomar los dos por favor,que de tanto reírme también tengo sed, si hay gatorade mejor.

Ella me mira dudosa —¿Qué me vas a hacer?

—¿De qué hablas?

—Con los vibradores… —dice en forma dudosa

—Los llevas tú adentro ¿Quieres que los saque? —respondo de manera desinteresada.

—No no, está bien.

Rápidamente fue a su closet y se puso un hot-pant, una franela y salio apurada por la puerta. Rápidamente agarré el control en la bolsa y me asomé rápidamente en la puerta, al verla justo antes de bajar las escaleras le di en el control a la máxima velocidad.

Cayó sentada en el primer escalón y le dio un ataque de risa y volteó hacia atrás para verme con el control en la mano.

—Noooo —me dice en silencio con la cara descompuesta entre la risa y lo que siente allí abajo.

—Apúrate —respondiéndole de igual manera solo modulando con la boca y haciendo señas con las manos.

Ella se pone de pie y apoyándose en el posa manos empieza a bajar dificultosamente como si ya no aguantara las ganas de orinar.

Cuando desaparece de mi vista le bajo la intensidad a la mitad para que pueda ir más tranquila a buscar las bebidas. Mientras yo me imagino el recorrido que hace y cuando creo que ya toma la bebida le doy al máximo otra vez.

Se oye a lo lejos un "Nooooooo" lastimero y lo bajo al mínimo nuevamente, espero un rato y cuando la escucho correr subiendo las escaleras le subo otra vez al máximo.

Un ataque de risa le da y la veo que sube gateando las escaleras y dando traspiés con los envases de gatorade en las manos, echa a correr tambaleándose por el pasillo con mueca exagerada en su rostro entre la risa y el placer.

Me meto a la habitación y la esperó en la cama, aparece casi de inmediato, con la cara descompuesta, me grita —¡apágalo!— mientras cierra la puerta soltando los gatorades y cae de rodillas y se tumba de lado. Sin apagarlo miro sonriente como su cuerpo se estremece y gime guturalmente y se llena de espasmos en un violento orgasmo.

—¡Apagalooooo! —dice lastimeramente mientras se baja el hotpant y bruscamente de saca las balas y las tira hacia donde estoy yo de mala gana.

Sonrío aguantando la risa, mirando como recobra el aliento, ella me mira con sus ojos vidriosos, está molesta y orgasmada, pero la risa no la deja poner mala cara.

—Eres malo... ¿ahora soy tu payasa? Bota esa bolsa por favor, no quiero nada más de esa bolsa, ¿tú como que pasaste por la casa del truco en vez de un sexshop?

—Jajajajajajajajajajaja —No lo pude evitar y estallé en risas nuevamente y ella se contagió de la mía y se rió también.

Cuando nos calmamos, me paré y la fui a buscar, tomé el gatorade que había rodado cerca, alzándola en brazos ella se colgó de mi cuello y la cargué hasta la cama.

Ya en silencio y en serio compartimos el gatorade, mirándonos fijamente, ella tomó la bolsa y la revisó, sacó dos lubricantes, unas esposas con terciopelo rosado, in plug anal mediano, un dildo de silicona rosado, delgado, alargado y flexible, con suaves protuberancias y un vibrador en forma de v para el punto g y el clítoris simultáneamente.

—¿Y vas a cojerme de verdad hoy o piensas reirte a costillas mías con cada juguete? —me pregunta con el plug en la mano— porque si no, te puedes ir y dejo que éste señorito haga tu trabajo.

—No mi niña no hace falta, yo vine a cumplirte —le dije mientras me quitaba la ropa.

La hice acostarse y ella sola abrió sus delgadas piernas y sin besos ni caricias procedí a comerme su sexo que desde hace rato está rebosando en excitación.

Ella me hala por los cabellos y me presiona contra su sexo, lo quiere sin suavidad su cuerpo se lo pide y ella me lo exige, le hago que se tome sus piernas entre sus brazos para exponer su trasero y lamerlo, comérmelo literalmente como le había prometido.

Mi lengua la invade por ambos lados y ella empieza a gemir, está ansiosa y por eso está llegando tan rápido, entonces lamo su botón eléctrico y más rápido que tarde, llega.

Rápidamente ella se incorpora y me besa lamiendo su humedad en mi cara, y me hace tumbarme en la cama, ella se acuesta entre mis piernas y tomando mi sexo me empieza a lamer el glande y a masturbarme con sus manos.

Me quedo embelesados viendo como se esmera, como se concentra de tal manera, como si estuviese rindiendo una prueba final y quiere sacar la mejor nota. Yo estaba a punto también, por que ella rápidamente logra exprimir de mi sexo el blanco orgasmo y lo disfruta con deleite.

Ella repta sobre mi y nos besamos por largo rato, mis manos se apoderan de sus turgentes nalgas, las amaso con morbo y paso mis dedos por su canal enjugando su pequeño anillo y metiendo la mitad de mi dedo medio empiezo a cumplirle su deseo.

La coloco boca abajo y le como otra vez el trasero, mi lengua la hurga en sus entradas y así acostada me acomodo sobre ella y penetro su sexo, ella mete una mano entre los dos y mete un dedo en su culito y luego mete otro, realmente lo desea.

Me siento de rodillas y tomando el lubricante dejo caer un chorro sobre su mano y que sea ella misma quien lo lubrique para mi.

Saco mi falo en su máxima expresión viendo como ella sola mete ya tres dedos en su apretado asterisco, tomo mi sexo por la cabeza y presiono directo sobre sus dedos, ella los retira rápidamente y sin detenerme se lo hundo completo en un solo movimiento lento y sin pausa.

Ella grita entre dientes con la cabeza hundida en su almohada y apretando las sabanas, luego de casi sacarla dos o tres veces empecé un bombeo cadencioso que poco a poco iba acelerando en su trasero, haciendo que chille sin parar en la almohada.

No sé cuanto tardé allí, sé que fue bastante, había acabado recién y tenía más aguante, pero ella no dejó de gemir de dolor y placer en ningún momento, hasta que no pude más y acostándome sobre ella, eché el resto en unas pocas furiosas embestidas antes de acabar y llenarla por dentro.

Sin bajarme de ella arrodillado y apoyando mi peso en mis brazos aún entrando y saliendo de ella muy lentamente en la medida que mi sexo disminuye en tamaño, la beso en el cuello por largo rato saboreando su salado sudor y llenarla de besos en cachete inflado por una sonrisa de satisfacción. Está feliz, y verla así sentí una satisfacción que nunca antes había sentido.

© JPSanyoto