Cuñada
February 9

Mi Inocente Cuñada 7

Día de Piscina

Día de Piscina

El sábado siguiente mi suegro se había tomado el día libre, así que pasamos toda la tarde en la piscina haciendo parrillada, todos en familia y unas amigas de mi suegra y de Carola, mi suegro, mi cuñadito y yo éramos los únicos varones, así que nos sentíamos afortunados rodeados de tantas mujeres.

Ese día algunas amigas de la suegra, notaron rápidamente el bulto que tengo entre las piernas, con lo mojado de la piscina se me pegaba el short, demarcando claramente la morcilla bien gorda, que por tanto trajín últimamente se mantiene algo inflada, y estas señoras se la pasaban en un solo cuchicheo, yo en la piscina jugaba con Malu y Mario y hablaba con el suegro, no sé si era por la seguridad de que el suegro estaba presente, que entonces Malu se me pegaba más de la cuenta y me abrazaba con total inocencia, en una oportunidad pude notar como restregaba intencionalmente sus nalgas en mi paquete y sonreía inocentemente, menos mal que tenía un traje de baño conservador porque si no...

En un momento que ella estaba entre los dos mientras hablábamos, ella golpeaba mi sexo rítmicamente con sus nalgas y delante del suegro, entonces yo sin que este se diera cuenta, le agarré una nalga con fuerza, ella de repente hizo como para retirarse, pero le tenía la otra mano en el hombro y le apreté con algo de fuerza, entonces ella se dejó hacer, mientras acariciaba su nalga, tan redonda, tan durita, tan turgente, logre meter mi mano debajo de la tela y acariciar suavemente el canal que las separa, tuve que concentrarme en la conversación con el suegro y en los tragos para que mi erección no se hiciera presente y resultó. Otros momentos se me colgaba del cuello y ella era la que con su cadera me golpeaba las nalgas. Estaba decidido a que tenía que hacer algo al respecto lo más pronto posible y la dejé ir a los pocos minutos.

Otras veces me quedaba solo con Marito y con Malu, entonces lo pasamos jugando cual niño, yo aprovechaba y restregaba mi cuerpo con el de Malu de manera accidental, en ningún momento mis manos la tocaron a no ser que realmente fuera accidental, lo que si no era accidental eran las restregadas que ella me daba a mí, a veces me lanzaba unas miradas que a no ser por todos los que nos rodeaban (casi nada, medio mundo) allí mismo en la piscina la hacía mía, no sé si era por los nervios o las ansias, pero estaba bebiendo más de la cuenta y debía detenerme antes de cometer una locura.

Mi señora estaba con Carola y unas amigas de esta en un constante cuchicheo, actualizándose en "casos" de la región. Tomando conciencia de la bebida, salí de la piscina, si continuaba no iba a responder de mí. Me tumbé en una silla de extensión y me puse mis lentes oscuros, allí acostado con el short mojado se notaba más aún el paquete, me hice el dormido, pero la verdad es que estaba atisbando a cuanta mujer había ese día en la piscina, no solo Malu si no a Carola y las amigas, a mi suegra, las amigas y hasta mi señora. Yo mismo me sorprendí por tal rango y supe que tenía la libido a millón, como nunca antes.

Pude notar que Malu no me quitaba la vista de encima, siempre donde estuviera me echaba una mirada como cerciorándose de que seguía en el mismo sitio, las señoras amigas de la suegra me miraban mucho, Carola ni me veía, ella y sus amigas estaban en plan de chisme. En determinado momento mi esposa se sentó conmigo y empezó reclamándome por el short, a ella no le gusta que use ese tipo de short, ella es consciente de lo que tengo, y no le gusta que lo ande luciendo y dice que se ve vulgar, haciéndome el loco hice caso omiso a su reclamo y me hice el dormido, ella al darse cuenta de que hablaba sola, me tocó preguntando mi nombre, pero no respondí, ella chisteó los dientes se paró y se fue de nuevo donde Carola y sus amigas.

Se me ocurrió una idea, era peligrosa y descabellada, pero fácilmente podía pasar por accidente, había bebido y estaba supuestamente dormido, así que dejé que mi imaginación volara con casi todas las que allí estaban y mi sexo despertara. Vi como poco a poco se fue elevando una carpa notable en mi short, era a media asta ya que no podía más por la posición que tenía mi pene y el traje de baño que tenía puesto bajo el short, casi todas las que me habían estado viendo se dieron cuenta del paquete, hasta noté a mi suegro reír a sus anchas y bromear al respecto, de tal manera que Maru vino de inmediato y me despertó mandándome a dormir, estaba molesta y apenada, la cara de Carola era un poema de rabia. Me hice el loco, entre dormido y medio borracho me fui a mi cuarto dejando atrás a todos en su continua cháchara.

En mi habitación me asomé a la ventana sin dejarme ver, solo mirando por la ranura de las cortinas a la piscina, sabía que Malu entraría en cualquier instante, así lo presentía y con mucha fuerza. Ella miraba constantemente hacia la puerta, por donde yo había salido a ver si regresaba. Luego de unos 15 minutos ella salió, se secó con una toalla y entró a la casa, yo me quedé viendo a la piscina pendiente de si alguien más entraba, pero no fue así.

Pocos minutos después, sentí un ruido en la escalera del cuarto, ella había pasado por su cuarto y se había quitado el traje de baño y se había puesto una franela bien holgada y un ligero y suave short de algodón, le dije que pasara sin dejar de ver a la piscina, ella llegó y se puso a mi lado mirando también hacia allá, eran como las 5 de la tarde y casi todos estaban en la piscina menos dos amigas de mi suegra.

Le tomé la mano y la pegué más a mí, luego la solté y le pasé el brazo por la espalda empujándola suavemente hacia adelante, ella se colocó enfrente de mi dándome la espalda y se me fue pegando lentamente sin decir nada, yo puse mis manos en sus hombros y empecé a acariciar sus brazos, ella pegó sus manos a mis piernas y también me las acariciaba y se fue echando hacia atrás, hasta que en mi carpa sentí la parte alta de sus nalgas, la eché con mis manos un poco más atrás y su cabeza reposó en mi hombro tumbada hacia un lado.

Mis manos fueron bajando por sus brazos y se bajaron en su cintura, allí apreté suavemente por los lados sintiendo los huesos de sus caderas, ella suavemente se me restregaba, bajé mi cabeza y muy lentamente la besé en el cuello que tenía descubierto, allí noté que su respiración aumentaba impresionantemente y una vena en su cuello denotaba claramente las rápidas pulsaciones.

Una de mis manos subió atrevida por encima de la tela y se posó directamente en uno de sus senos, cuando apreté el pezón su cuerpo se estremeció y ella dio un suspiro tan profundo que terminó en un gemido, subí mi otra mano y también empecé a acariciar el seno libre, mi besos iban subiendo hacia su oído, allí sin previo metí la alengua, moviéndola lentamente y haciendo que toda su piel se pusiera de gallina y un muevo estremecimiento en su cuerpo que no pasó desapercibido al mío.

En un momento mi boca estaba sobre la suya respondiendo, ella no se movía, solo me apretaba con sus manos las piernas que sostienen mi cuerpo, empecé a subir la franela hasta que pude meter mis manos libremente debajo y acariciar sus senos, tenían los pezones muy duros, esos senos pequeños perfectamente redondeados eran firmes a mi tacto.

Me agaché un poco para restregar con ganas mi bulto sobre su trasero y ella también hizo presión hacia atrás, elevó una de sus manos y la puso en mi nuca haciendo más presión en su boca contra la mía.

Por momentos me separaba y echaba una ojeada a la piscina y hacía un rápido inventario de personal, nadie faltaba entonces volvía a lo mío, volvía a besarla con desespero, con pasión y ardor, era algo que me consumía y quemaba por dentro, nuevamente lo prohibido me encendía y entonces me volvía piromaníaco, quemaba y envolvía en mis llamas a una criatura inocente que tiene deseos de quemarse rápidamente.

Mis movimientos sobre su trasero era cual penetración y pasaba mi duro bulto a lo largo del canal, las suaves telas que nos separaban hacia que se sintiera todo muy bien y sin pensarlo bajé mis manos y lentamente hasta la mitad de las piernas bajé su short y luego bajé el mío.

Cuando ella sintió lo caliente de mi sexo entre las piernas y las nalgas, con un estremecimiento nuevo suspiró fuertemente, nerviosa y/o asustada, empezó a respirar rápidamente, pero no hizo ademán de retirarse y una de mis manos fue derecho al monte de pelitos claros que adornan su triangulo, era una vegetación escasa y de finas hierbas, donde una humedad desbordada adornaba la entrada principal.

Ella respiraba más rápido y pude notar en mi otra mano como los músculos tensos de su abdomen y un leve estremecimiento empezaban a apoderarse de su cuerpo, apenas toqué su botón ardiente y le di una caricia, se vino entre gemidos ahogados y fuertes espasmos, apretándola contra mi cuerpo porque se le doblaban las piernas, seguí acariciando su clítoris rápidamente para prolongar su orgasmo donde gemía lastimosamente en mi boca, sus manos me agarraron las mías y quería quitarlas de su sexo pero no la dejé. Mi mano allá abajo recorría todo su canal arrastrando su humedad hacia el triángulo y dejándolo todo empapado, acariciaba el clítoris fuertemente haciendo que ella le temblaran las piernas y más espasmos sacudieran su cuerpo. Solo cuando la sentí desfallecer en sus gemidos, me detuve y apreté el abrazo para no dejarla caer.

Por un momento despegué mi boca de la de ella y miré a la piscina, la gente seguía allí, y volvía lo mío. Ella estaba colgada de mi cuello y no habíamos cambiado de posición y a mí me estaba afectando estar encorvado hacia delante para besarla y restregarle mi tronco entre las nalgas, le hice un ademán con la mano que tenía abajo para que abriera un poco las piernas, ella las abrió sin peros y metí entre ellas mi sexo y empecé a pasarla a lo largo del suyo, allí no la iba a penetrar eso lo tenía claro, pero llegaría lo más lejos posible.

Después de un rato de espasmos, suspiros, gemidos y quejidos ella casi desfallece en mis brazos en su nuevo clímax, parecía una muñequita de trapo, tenía la mirada lejos con unas ansias de más, pero no podía articular palabra alguna.

Me separé un poco de ella y tomándola de los hombros la hice girar de frente a mí, ella instintivamente tomó entre sus manos mi sexo, y de algo sirvieron las lecciones que ella a escondida tomaba, por que empezó a mover sus manos suavemente, con las dos manos y todavía sobraba un buen trozo, me acerqué de nuevo viéndola a los ojos de cordero degollado que tenía y la besé de nuevo, ella correspondía muy bien a mis besos, mis manos se apoderaron de sus nalgas.

Dios!! Que nalgas tan duras y redondas, antes de que empezara todo esto nunca había agarrado unas nalgas como esas, a decir verdad antes recuerdo solo haberlas visto en la playa o piscina con trajes de baños conservadores y así inclusive fantaseaba con ellas, solo el día que se fue a bañar fue que las vi completamente desnudas, y luego de algunos toqueteos el día de la boda, los roces posteriores y los cortos magreos que a veces les daba, hasta hoy en la piscina y ahora estaban entre mis dedos y mis palmas a plenitud, sin apuro disfrutando cada centímetro y cada momento.

Realmente disfruté acariciar libremente y a mansalva esos globos libres de tela, miré de nuevo a la piscina y aún estaban todos allí, es más había llegado más gente unos amigos de Carola y una pareja amiga de Maru, ya estaba oscureciendo, iban a ser las 6, ni cuenta nos dimos del tiempo que había pasado.

Me despegué con dolor de ella y tomé un de los sillones de los muebles y lo coloqué frente a mí, la senté de frente, y frente a su cara mi sexo apuntándola de forma amenazadora, ella me miró a los ojos y una leve y pícara sonrisa se dibujó en su rostro.

Tomé sus manos con las mías y se la puse nuevamente en mi tallo, ella lo miraba mientras empezaba a acariciarlo nuevamente y no me miró más, sola se fue acercando viendo sus manos llenas de mis líquidos preseminales, en algún momento ella llevó una de sus manos a su nariz y olfateó el brillante líquido, para mi sorpresa sacó la lengua lo probó y luego lamió el resto dejando su mano seca, intercambió de mano e hizo la misma operación, cuando terminó se acercó lentamente y mirándome a los ojos se dispuso a meterse la cabeza en la boca, mi sexo se puso más duro de lo que ya estaba y suavemente empezó a mover la lengua alrededor de la cabeza como si fuese un helado y lo colocaba en su boca que la llenaba casi por completo. Lo hacía con una delicadeza extrema y luego la empezó a chupar.

Sus labios son ligeramente carnosos y de boca era pequeña, así que no mucho le cabía, pero sus chupadas fueron subiendo de intensidad a medida que ella miraba mis expresiones. Tenía mi sexo agarrado con las dos manos, le quité una y la puse sobre una de mis nalgas para que ella misma se empujara y con la otra la hice hacer que me masturbara.

Desde ese punto de vista la imagen de una cara angelical objeto de mis más oscuros deseos y mirándome a la vez que me chupa y masturba mi sexo, hace que la erección me empiece a doler y llegar al punto de no retorno.

Ella me seguía masturbando y ahora me estaba chupando con ansias y desespero, no me importaba el dolor que me causaba a veces con los dientes debido a su inexperiencia, estaba a punto de acabar y le pregunté si la quería tomar, ella me vio algo dudosa, pero asintió con entusiasmo y algo de temor, mientras ella continuaba su labor de succión en la punta. Yo miraba a la piscina a cada rato verificando que todo siguiera en orden.

Sentí la carrera de mis muchachos y ella abrió mucho los ojos cuando sintió que el primer chorro le daba prácticamente en la garganta, luego los cerró y su cara se dibujó el desagrado, pero hizo un gran esfuerzo por tragarlos de una sin saborearlo tapándose la nariz.

Ese orgasmo fue la gloria para mí, fue muy intenso y eran chorros y chorros, a cada chorro las piernas se me doblaban y casi terminé doblado apoyándome en los posa brazos del mueble, sentía la cara caliente, ella me seguía acariciando con fuerza aún, la verdad me dolía la cabeza con las mamadas que fuertemente aún me estaba dando, hasta que se me hizo insoportable y con sutileza me separé de ella. luego me acerqué, la hice ponerse de pie y nos besamos por un rato, luego me separé y miré por la ventana nuevamente y aún estaba la fiesta allá abajo, e inicié yo la conversa:

—¿Te ha gustado?

—Sí —Asintió con entusiasmo

—¿Solo sí?

—Bueno, si me ha encantado, pensé que nunca llegaríamos más lejos que las otras veces… oye es muy caliente.

—¿Qué es muy caliente? ¿Lo que sientes?

—No... tu leche, o sea tu semen.

—Ahh, bueno si, además se pone así más aún porque eres tú.

—¿Cómo que porque soy yo? ¿acaso con Maru no se te pone caliente?

—No, si se pone caliente, siempre es caliente, pero te aseguro que hoy estaba más caliente.

—¿Por qué?

—Bueno porque eres tú y... bueno yo tampoco veía el momento de estar así contigo. —Le dije mientras lanzaba miradas furtivas a la ventana y contando a los de la piscina. —Tú me has puesto muy caliente desde el día que te vi entrando en el baño desnuda.

—¿Cuando fue eso?

—El día que entré con una erección y tú estabas en la regadera.

—¿Sabías que estaba allí? —Dijo ella abriendo los ojos como par de huevos y llevándose la mano a la boca al saberse descubierta

—Si te había visto justo cuando entraste a la regadera, me iba a subir a mi habitación, pero algo me hizo detenerme, regresé y pasó todo lo que viste en el baño.

Ella me miraba roja de pena sin dar crédito a lo que oía, pero luego cambio de semblante y me dijo.

—Ahh con razón, a partir de ese día fuiste más... y me dejabas la puerta abierta de la habita... —se quiso tapar la boca, pero una sonrisa mía la hizo caer en cuenta— Tú sabías que yo los espiaba antes del domingo?

—Claro, esa fue la intención y veo que aprendiste mucho.

Ella Sonrió nerviosa y con algo de pena. Y agregué:

—Sabes que esto no lo puede saber nadie, pero absolutamente nadie, esto se queda entre los dos.

—Pues claro tonto, cómo esperas que después de esto vaya yo a contar por allí que lo hago con el esposo de mi hermana, ni loca que fuera —tanto la respuesta y la forma en que lo dijo me llenó de mucha satisfacción.

—-¡Quieres que continuemos más allá de lo que hicimos ahorita?

—Sí, quiero hacerlo, veo como Maru lo disfruta y hasta celos me da.

Me lo dijo con un brillo en los ojos que me acerqué y colocando mis manos a cada lado de sus cachetes la besé nuevamente, después de un largo beso, le dije:

—Bueno entonces vete a acostar y a dormir, en la madrugada cuando todos estén durmiendo la borrachera voy a tu habitación y hacemos lo que tú quieras, yo voy a tratar de hacer lo mismo y así descansados disfrutamos mejor.

—Ok, pero tengo miedo...

—¿De qué?

—De que me vaya a doler mucho, yo sé que la primera vez duele, me lo han dicho ya algunas compañeras de clases y además, tú eres muy grande.

—Te entiendo, pero ese es un dolor que dura pocos momentos y es solamente la primera vez, en algún momento tiene que pasar ¿no? además ya verás que después no te vas a arrepentir, yo te voy a tratar muy bien.

—Ok —dijo emocionada.

Y esta vez fue ella la que me dio un beso con entusiasmo, se subió el short que lo tenía a media pierna y salió corriendo con una sonrisa en su boca, yo la verdad me quedé estupefacto, no pensé que las cosas me fueran a salir tan bien y tan rápido, es que si lo hubiera planeado bien, no me sale tan bien.

Me puse el short y bajé un rato a la piscina para ver cómo estaba todo, había más gente ahora, habían llegado tres amigos de Carola y una amiga más una pareja amiga mía y de Maru y una pareja amiga de los suegros, la verdad ni cuenta me di en que momento la cuestión se transformó en casi una fiesta, mi suegro ya tenía signos de una ligera borrachera cuando se hicieron las 9, mi esposa también estaba bien animada y con muchos tragos encima, eso me gustaba. Mi cuñadito aún jugaba en la piscina ahora con unas amigas de Carola y está también estaba bien animada y bebida, porque incluso me dijo para que me metiera en la piscina, pero me hice el loco y no le presté atención, como a eso de las 9 y media me sentía fuera de lugar con Malu en mente así que subí a mi cuarto a dormir un rato.

Pero la verdad no podía dormir, así que como a las 10 y media escuché ruido en el pasillo, me asomé en las escaleras y era Carola que había subido y entró a su cuarto, me devolví a mi cama y como a los 15 minutos salió de su cuarto y bajó, me asomé en la ventana y la vi que se iba con los amigos, quedando mis suegros y sus amigos y Maru con la pareja amiga de nosotros y Marito todavía rondando por la piscina.

Como a las 2 de la madrugada fue que se fueron todos, bajé a la cocina a ver que se hizo la gente de la casa porque no los escuché subir, al llegar abajo, me tocó junto con mi esposa y mi suegra ayudar subir a mi suegro que de lo borracho que estaba apenas se podía mantener en pie y ellas también estaban casi en el mismo estado, lo que me hizo trabajar arduamente para subirlo, metimos a mis suegro en su cama y salí a subir a Maru, la suegra me agradeció por que de seguro no iban a poder subirlo, salí y llevé dando traspiés con mi esposa, primero al baño de su habitación y después al ático, una vez arriba en la cama le quité el traje de baño y la acosté en la cama prácticamente desnuda y me acosté con ella.

A los 5 minutos ella ya estaba roncando, 15 minutos después la dejé bien arropada y bien acompañada de las almohadas, bajé las escaleras con cuidado y salí al pasillo, fui a la planta baja de la casa y revisé que todo estuviera bien, subí y entré al cuarto de Mario y este dormía plácidamente, pegué la oreja a la puerta de los suegros y lo que se oían eran dos ronquidos, pasé por no dejar al cuarto de Carola que estaba vacío y me dirigí al cuarto de Malu, la puerta estaba cerrada pero no con seguro, la abrí y con cuidado la cerré de nuevo una vez adentro.

© JPSanyoto