Mi Inocente Cuñada 24
Han pasado aproximadamente más de 15 años de todo lo aquí contado.
Era un exitoso empresario en la Ciudad de Miami, la sociedad con mi suegro fue un éxito, somos una gran empresa de chárters y eventos exclusivos en yates lujosos, tenemos una flota de 5 grandes Yates en distintos puertos para tales fines.
Nuestros clientes van desde artistas de cine y televisión, cantantes y deportistas, millonarios, así como políticos, empresas y empresarios dentro y fuera de los Estados Unidos, lo que nos han garantizado un excelente posicionamiento en el mercado de eventos marítimos.
El suegro confió en mí y nunca me pasó por la mente defraudarlo, no después de la embarrada que hice en su casa. Habíamos mantenido una amistad no sólo basada en el lazo familiar que nos unía, sino en la confianza de haber dejado todo en mis manos, cosa que nunca explicó por qué, y como él tampoco me preguntó qué fue lo que pasó entre Maru y yo para que nos hayamos divorciado, tampoco sentí el derecho de pedirle alguna explicación de su ciega confianza.
Malu es una hermosísima mujer de 32 años, ella se graduó en administración de empresas hoteleras y es una de las directoras de las empresas en el área Hotelera del suegro en la isla, junto con su hermana Maru, que era la mano derecha del suegro en el consorcio comercial.
Malu se casó a los 26 y se divorció antes de los dos años, fue un divorcio en un principio de mutuo acuerdo, pero se volvió algo turbio cuando su aún esposo quiso exigir una pensión a cambio de dejarle la casa que el suegro le había regalado a ellos cuando se casaron.
Pese a la negativa de Malu de otorgarle la pensión, él demandó para quedarse con la mitad de la casa por ser patrimonio del matrimonio, pero no procedió porque la casa estaba a nombre de la empresa del suegro y el documento que el suegro presentó en la fiesta de matrimonio como regalo, fue solo un documento simbólico. Como todo zorro viejo de los negocios, el suegro siempre sabía cómo cuidar el patrimonio que con tanto sudor le había costado obtener.
Malu y yo siempre mantuvimos una comunicación incondicional a distancia, hablamos periódicamente por teléfono, nos hemos visto muy pocas veces y es inevitable hablar de viejos recuerdos y siempre quedamos en que algún día los actualizaríamos, pero siempre quedamos en nada.
Maru se casó nuevamente, a los tres años de habernos divorciado. Ella tiene además de nuestra hija dos niños más, un varón de 9 y una niña de 8 años, su actual esposo era su jefe en la compañía donde trabajaba y que después de tanto insistir logró conquistar su corazón herido y habían formado una nueva familia. Su esposo aparentemente resultó ser un buen hombre y se ha portado muy bien con mi hija.
De Carola he sabido poco en los últimos años, ella se distanció mucho de la familia, su odio hacia mí no había disminuido en nada, según me contaba Malu las pocas veces que ellas habían hablado por teléfono. Carola no siente rencor hacia Maru, ella solo me culpa a mí, pero Maru sigue aún sin querer verla. Los primeros meses cuando aún tenía contacto con las amigas, sobre todo con Mariana, me mantenía al tanto, a fin de cuentas ella evitaba también el tema Carola.
Después con el pasar del tiempo supe mucho menos de ella, solo Malu y el suegro me comentaban, él las veces que solía viajar solo a Caracas a visitarla de vez en cuando, yo no sé si por vergüenza o temor a delatar algo, pero yo no preguntaba nada sobre Carola, pero él siempre la mencionaba y me contaba lo que hacía sin que yo dijera nada .
Mi eterna Suegra Doña María José sigue odiándome todos los días que pasan, hasta Malu aún me cuenta que cada vez que mi nombre sale a flote ella echa una maldición al aire.
Ahora tengo 3 hijas, con Maru una hermosa hija de 15 años que se llama Andrea, a la que veo 12 veces al año cuando viajo a Margarita desde que tiene 10 años, antes de eso iba dos veces al mes. Pero ahora en todos sus periodos vacacionales los pasa completos conmigo, a menos que su mamá haga algún cambio para que pase más tiempo de vacaciones con sus hermanos.
Ella tiene la estirpe de las mujeres la familia de la madre, piel blanca, ojos verde-gris claros, rostro delgado y pecas en su cara y en su torso superior y rubios cabellos con pocos rasgos míos.
Carola desde que pasó lo que pasó y su hermana Maru no se habían vuelto a ver, ni en los casamientos posteriores de esta y tampoco el de Malu, ni los nacimientos de sus sobrinos, hasta la fatídica fecha del fallecimiento del suegro hace poco más un año.
Encuentro que trajo 3 sorpresas para todos.
Primero: Una carta que el suegro dejó a todos y cada uno de los miembros de la familia, incluyéndome a mí.
Segundo: todos los que recibieron la carta debían estar presente en la lectura del testamento y cumpliendo las instrucciones en ellas.
Y la más importante, la Aparición de Carola en la funeraria con dos niñas gemelas de 15 años que resultaron ser sus hijas y que ninguno de los presentes sabía de la existencia de ellas.
Supe al verlas que también eran mis hijas, ya que al lado de Andrea parecían trillizas.
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