Cuñada
February 9

Mi Inocente Cuñada 18

Revelaciones 3.0

En la charla con las amigas de Carola con esta última incluida, me sorprendió la indiferencia con la que ella me trató, incluso Maru me daba uno que otro codazo cuando empezaba a tocar temas indiscretos, dándome a entender que no quería que pasara lo de la última vez o que la dejara en evidencia por haberme contado lo de Carola.

Luego de unos tragos cuando había mucha más confianza y en un momento en que Maru fue atender a otro grupo y Carola tampoco se encontraba, indagué con las amigas de Carola un poco más sobre lo que había pasado entre nosotros, Mariana me dijo claramente, que estaba jugando con fuego.

—Deja la candela tranquila y no la sacudas porque te vas a quemar.

—¿Porque? ¿Acaso ella les ha dicho algo?

—Sí, ella nos contó lo del domingo en la noche...

—¿Todo?

—¿A que te refieres con todo? ¿Acaso hay algo más que debamos saber?

—¿Que tanto les contó Carola?

—Que la besaste en las escaleras...

—¿Solo eso?

—No, lo que sucedió antes y luego eso.

—¿Contó que ella también me besó o sea respondió el beso?

—Claro tonto ¿qué crees?

—Ah sí, eso era todo —aunque pareciera no ser nada, el que ellas me confirmaran todo, me hizo pensar que tenía grandes oportunidades con Carola.

—¿Tú eres tonto verdad? ¿Qué más habría de contar Carola? ¿Que se muere de deseo que ese día casi deja que la cojas? ¿Que si no es por el momento de lucidez lo hubieran hecho en las escaleras? Pues no contó nada de eso...

Ella se quedó momentáneamente en silencio y yo asimilando todo eso que ella me acababa de decir como algo que si realmente ella le había contado, confirmaba mi sospecha e iba por buen camino...

—Te voy a contar un secretito Pedro Miguel...

—¿Ah sí? ¿Cuál será?

—Carola es más de actuar que mental, así que por favor no juegues con su mente por que la vas a atormentar y ella o tú lo van a pasar muy mal.

¿Por qué me contaba aquello mariana? Me está dando las claves para poder entrarle a Carola, esto no puede ser tan fácil, alguna trampa debe haber.

Ella intuyó lo que pensaba y remató:

—¡Deja de analizar las cosas Pedro! ¡Dios! ustedes son demasiado predecibles Jajaja

—Listo, Gracias por el dato...

—Gracias no... Hablamos luego, que allí viene Carola.

Con la misma que llegó Carola yo me retiré, analizando lo poco y mucho que Mariana me había contado, en dos platos Carola está vulnerable, pero aún me cuesta creer que sea tan fácil como se ve. En alguna parte debe haber una trampa

Esa noche antes de dormir tuve una larga sesión de sexo con mi esposa, y digo larga por que no estaba concentrado, mi mente viajaba entre mi suegra y Malu, lo que había pasado y lo que iría a hacer de ahora en adelante, y la conversación con Mariana, la frase de que Carola era más mental que de actuar, sonaba a que no hay que dejarla pensar.

Con ese último pensamiento desperté el domingo y algo debía hacer y rápido pues a Carola le quedaba otro domingo en casa y las vacaciones están llegando a su fin, mi esposa saldrá de vacaciones y nos vamos de paseo en yate, luego yo me iré con ella de viaje y a partir de allí todo tiene que cambiar incluso con Malu, ya la suegra seguramente habría empezado a pensar en lo que pasaría con ellas.

Después de un almuerzo algo incómodo, donde la suegra tenía un rostro muy sombrío y Malu andaba de mal humor, decidí darme un baño de piscina para dar chance a que alguna de ellas quiera decir algo y se acerque a la piscina, no ha pasado un día y ya la incertidumbre me está matando.

Para suerte mía Maru estaba muy agotada, con algo de resaca de la noche anterior y decidió pasar el día en la cama, el suegro como todos los domingos después de un sábado de parrilla lo pasa acostado también.

Carola no estaba en casa, muy tarde en la noche se había ido con las amigas y aún no había vuelto.

Tendría casi una hora en la piscina cuando llegó la suegra ataviada en un pareo amarillo de flores, tomó una silla de extensión y la arrastró al lado contrario de la casa. Todas las sillas están del lado este de la piscina pues a esa hora y de frente a la casa pega mejor el sol. Del otro lado en cambio ya hay sombra por dos grandes Bucares de la India que flanquean la piscina por el oeste.

Luego de quitarse el pareo y quedarse en un traje de baño negro de una sola pieza, se sentó en el borde de la silla cerca de la piscina.

—Esto se tiene que acabar... —dijo secamente y sin anestesia— esto no puede continuar, no debimos haber dejado que llegara tan lejos... tú no debiste haber puesto tus ojos en Malu... y si así hubiese sido ella la que te acosara debiste haberte negado... y Maru ¿qué pasaría con ella si se entera? ¿cómo puedes hacerle eso?, ¿acaso no la amas…? —ella estaba disparando esa serie de acusaciones y preguntas, no sé si estaba nerviosa, molesta o asustada— ... Malu es aún una niña ella no debe estar teniendo ese tipo de relaciones que tiene contigo, ella debe tener un amor bonito con un chico de su edad, descubrir el amor y el desamor, ella debe vivir su romance de papel en el liceo o la universidad...

—Suegra, ella ya le dijo que yo no fui el primero, seguramente eso que usted quiere para ella ya lo ha vivido, o lo está viviendo, lo nuestro es puramente sex… —después que lo dije me arrepentí— o sea suegra esto quizás es para ella sólo un capricho momentáneo usted bien lo sabe, etapas que la juventud pasa, y más la juventud de ahora que cada vez es más precoz, más soez —recordando todo el cambio de Malu últimamente— mi intensión nunca ha sido hacerle daño, si hubiese sabido que yo hubiese sido el primero créame que ni la toco… —mentí.

—No me refiero al hecho de que lo estén haciendo no, es el tipo de sexo, es la forma en que lo están haciendo. Ese sexo salvaje no es para una niña, aun no... Además Pedro Miguel tú no puedes ser un capricho, tienes algo poco común, lo sabes usar y de eso es muy difícil desacostumbrarse, lo sé porque a pesar de la edad, siento que no quiero terminar lo nuestro, ya me siento encaprichada contigo, siento que estoy viviendo de nuevo la juventud que tuve con Mario cuando éramos jóvenes. Aunque no lo creas hasta hace poco eramos muy activos.

—¿Y que pasó? ¿por qué ha dejado de serlo?

—Porque Mario sufre insuficiencia cardíaca además de alta tensión emocional, tiene un marcapasos, las niñas no lo saben, pero hace algunos años llegó una noche a mi habitación y estaba infartado, nos llevamos el susto del siglo casi se nos muere, si no es por que logro llevarlo a tiempo a la clínica no hubiera sobrevivido, luego de eso fuimos a Houston allí le detectaron la arritmia cardíaca y le colocaron un marcapasos, y hace poco más de 3 años le detectaron hipertensión emocional y cualquier emoción fuerte dispara su tensión y lo puede matar, por qué crees que es tan calmado, y no se molesta por nada, que pareciera vive para ver la vida pasar, en las parrillas pocas veces él come carne rojas, por lo general come pollo o carne magra de cerdo, pero muy pocas veces come carnes rojas, nunca lo verás comiendo chorizos, longanizas o morcillas.

—¿Pero por qué no le cuentan las chicas eso? ellas deben saberlo...

—Porque no, Mario así lo quiere, él no quiere un trato de lastima, ni cuidados exagerados... pero bueno nos estamos desviando del tema... Pedro Miguel esto no puede seguir, debes terminar lo que haces con Malu y también se debe acabar lo nuestro... esto mata a Mario o mata a Maru, si cualquiera de los dos se llegase a enterar.

—Entiendo lo que quiere decir suegra... de verdad lo lamento, no quería que se llegara a esta situación, realmente no había pensado tanto en Maru y mucho menos en el suegro... —realmente me sentí mal en ese momento. Aunque dudé de la suegra al principio, pero es cierto Don Mario, no come carnes rojas y rememorando otras parrilladas en mi mente, no lo recuerdo comiendo embutidos, pero si numerosamente comiendo pollo o cordero— ¿qué pasa si Malu no quiere dejarlo?

—Pues si o si hay que hacerlo, yo voy a hablar con ella, porque esto no puede seguir... ella aún no debe, no puede hacer esto... desde cuando lo estás haciendo con Malu?

—Desde que empezaron las vacaciones...

—¿Cómo fue?

—¿Qué? —sabía a qué se refería, pero prefiero que ella me lo diga.

—¿Cómo empezó todo, cómo pasó, dónde...?

—No creo que usted quiera saber eso... digo, no está bien que usted quiera saber esos detalles, mejor dicho, no quiero ser yo quien le cuente.

—Bueno no importa, ya hablaré con ella. —la noté algo inquieta o incomoda.

Viendo que estábamos llegando al fin de la conversación, le solté una perlita.

—En serio quiere terminarlo? Digo entre nosotros dos... porque yo no quiero suegra, realmente lo paso increíble con usted...

—No quiero, pero debo hacerlo, por el bien de Malu y de Maru principalmente debo hacerlo...

—Bueno suegrita de antemano le digo que siempre estaré a su disposición, como habíamos quedado antes, termínelo o no... Allí estaré...

Ella suspiró profundamente y con la misma se paró y se fue sin decir más nada y me puse a pensar un poco en todo, si bien es cierto que pensé en todo tipo de consecuencias con Malu y por ende Maru, no había pensado en el suegro, algo como esto lo mataría en el acto, sin darle oportunidad que me mate a mi primero.

Me quedé en la piscina por mucho más tiempo, esperando que apareciera Malu, conociéndola debió haberme estado buscando, seguro habría subido a mi habitación a espiar como siempre lo hace y al no verme me buscaría por toda la casa, pero nunca llegó ni se asomó por ningún lado. En todo ese tiempo pensé y pensé, de verdad aunque debía hacerlo sería muy difícil terminar con Malu, después de hacerlo no habría marcha atrás, tal vez por eso le dejé abierta la posibilidad a la suegra, eso es mejor que nada.

De pronto sentí un vacío, una tristeza me invadió. así que me salí de las piscina y me fui al cuarto a acostarme con Maru, al llegar ella estaba desperezándose en la cama, me acosté con ella y nos abrazamos un rato, después me propuso ir al cine juntos, era algo que religiosamente hacíamos antes al menos cada 15 días y en ese momento no recordaba la última vez que habíamos ido.

En el cine realmente no pude disfrutar la película, me sentía triste o nostálgico y de regreso a casa Maru me preguntó que me pasaba, que me notaba distante. Le dije que quizás estaba cansado y ella resolvió diciendo que dentro de poco nos iríamos de viaje e iba a descansar, "íbamos a descansar " corrigió ella.

Al llegar a casa, la primera que veo es a Malu, estaba sentada en una poltrona de la sala que da justamente hacia la puerta de la cocina, que es por donde entramos luego de guardar el auto en el garaje. Tenía cara de muy pocos y malos amigos, si sus ojos hubieran sido pistolas no me habría dado chance de pestañear, por un momento temí que dijera algo.

Nada más cruzar la sala me hizo sentir terror al notar su agitada respiración en su pecho y como las aletas de sus narices se hacían más amplias a cada respiro, ella me siguió con la mirada, a todas estas Maru venía hablando por celular y no se dio cuenta.

Justo cuando Maru empezó a subir las escaleras, Malu me hizo una señal con los ojos hacia la cocina. Debía escucharla, si quería decirme algo estaba en su derecho. Le hice señas a Maru de que iba por agua y ya subía, ella se dio por entendida y siguió subiendo.

Me regresé a la cocina y detrás de mí vino Malu.

—Te espero esta noche en el taller después de la una —no dijo más nada y con la misma se devolvió y salió de la cocina. Seguramente la suegra ya habría hablado con ella y supuestamente al estar yo de acuerdo, habría encendido la mecha para lo que estaba a punto de explotar.

Desde que me acosté como a las 11 hasta la 1 de la madrugada no hice más que pensar en esta situación, qué nos depara, cuáles son las opciones y qué decisión tomar. Al llegar al taller por debajo de la puerta pude ver que estaba la luz encendida, respiré hondo pensando queya estaría allí Malu, Efectivamente así era, al entrar la vi sentada en la única banqueta que hay allí, tenía los brazos cruzados en su pecho y cara de pocos amigos.

© JPSanyoto