Sobrina
April 15, 2023

Mis aventuras antes de ser amante de mi tío 5

Puta de mis otros tres tíos

💦 Tío Jaime. Mi primer trío incestuoso.

A escasos días de vivir una nueva experiencia, la intriga me carcomía el pensamiento. Era un día de semana cualquiera cuando tío Nacho me dice: «la próxima semana te va a coger otro de tus tío», No especificó cual de ellos, además, no nos veríamos hasta llegado el momento.

A él le encanta hacerme sentir una perra, sabe que esas cosas me ponen muy cachonda, sabía que me masturbaría extrañándole pues no nos veríamos por casi una semana completa y que quien iba a hacerme suya sería otro tío.

¿Cómo había logrado convencer a uno de mis tíos? Mi cabeza se llenó de interrogantes. ¿Le habrá contado que yo era su puta, que éramos amantes desde hacía un buen tiempo? Quería preguntarle detalles pero me había indicado que no hablaríamos hasta llegado ese día. Para entonces yo no solo era su perra, también su sumisa y hasta su esclava sexual, debía confiar en él para todo y a mi me encantaban sus modos de tratarme.

Él es dominante, le gusta el control, el dominio y a mi me encanta el rol de sumisa que él fue construyendo en mi, así que me tocaba esperar, por mucho que me muriera de ganas de saber todo sobre el encuentro debía ser paciente y obediente.

Esos días los pasé en casa de mis padres, no tuve contacto con tío Nacho de ningún modo, ni para desearnos las buenas noches como solíamos hacer. Distanciamiento absoluto entre él y yo, me iba a volver loca de la intriga además de las ganas naturales de disfrutar del sexo.

Pensé en los últimos encuentros que tuve con mis tíos, tratando de adivinar cual había sido el elegido pero no encontré ninguna pista.

Faltando tres días para un nuevo encuentro incestuoso, tío Nacho volvió a escribirme desde un número desconocido:

«Ve a la otra casa, te dejé indicaciones».

No decía "urgente" o "de inmediato" así que me tomé el tiempo ese día. La universidad, en la tarde a casa de mis padres, encargarme de otras cosas de mi vida personal y luego con más calma ir a la otra casa de tío Nacho, emocionada, excitada, intrigada por saber qué decían las indicaciones.

Tenía copia de llaves así que una vez ingresé a la casa me dispuse a buscar la encomienda, estaba sobre la mesita del comedor. Era una hoja con indicaciones y al lado había par de cajas.

Se me indicaba el día y hora exacto del encuentro con mi tío del que no especificó nombre. En las cajas estaba el conjunto que debía vestir, zapatos y demás. Todo nuevo.

Revisé todo, era un conjunto muy erótico de lencería, todas las prendas de color negro, zapatos nuevos de tacón alto con suela roja, se me indicaba que debía pintar mis labios color rojo carmesí y maquillarme bien deseable como nadie mejor que yo sabía hacerlo. También debía usar "el perfume de puta", un perfume caro, de marca que según tío Nacho me caía perfecto para el papel de puta. Me encanta ese perfume pero mi tío me tenía prohibido usarlo para toda ocasión. Era un perfume para casos exclusivos. Para nuestros encuentros privados usábamos otros perfumes acordes para el momento.

Debía estar bien preparada para sexo anal, que ese día despertara con «la convicción de que era una puta de lujo que sería sometida y entregada a un extraño».

Me estuve estimulando mientras leía las indicaciones, mi tío es un perro que siempre ha sabido tocar cada tecla correcta que me descontrola y me hace desear mucho sexo. No se le escapa ningún detalle, lo calcula todo con minuciosidad. Me dijo que debía prepararme en su primera casa (la de la piscina) y que ese mismo día a pocas horas del encuentro una mujer de servicio se encargaría de dejar la segunda casa limpia y reluciente.

Fue inevitable dedicarme par de orgasmos mientras me hacía el lavado anal, pensando e imaginando todo lo que me esperaba. Me vestí con ropa sencilla y poco llamativa para irme a la otra casa, me pasaría recogiendo un taxista.

Al llegar ya se había ido la mujer de servicio, di una ronda por las habitaciones, los baños y demás partes para simplemente constatar que la mujer había hecho muy bien su trabajo.

Me metí en una de las habitaciones, abrí el closet donde había guardado el conjunto que debía ponerme, los zapatos y demás, faltaba menos de una hora para el encuentro.

En 30 minutos ya estaba preparada, luciendo el hermoso conjunto de lencería, sujetador puntiagudo, un collar en mi cuello del cual guindaba una cadena fina que caía hasta mi entrepierna, ligueros, medias pantis, guantes, zapatos de tacón alto que me hacían lucir un poco más alta, mis labios rojos, mis ojos sombreados, me impregné de «perfume de puta».

Pude adivinar lo que haría tío Nacho con la cadena sujetada al collar, seguramente me arrastraría y me haría andar a cuatro patas, le encanta tratarme así.

Estuve observándome ante al espejo retocando mi maquillaje, ajustando las prendas que me cubrían todo menos mi vulva, estaba al descubierto y totalmente depilada (del día anterior para no estar irritada para el momento), así lo dispuso tío Nacho.

Sonaría mi teléfono móvil, un mensaje: «15 minutos, ¿preparada?».

Le contesté que sí, que ya lo estaba. No respondió.

Caminé hasta la habitación principal, una cama bien grande y ancha, matrimonial, de lujo, con sabanas blancas y muy limpias y ambos lados sus mesitas de noche, habitación toda alfombrada y con buena iluminación, ya iban a ser las 16.00h.

Estaba tan intrigada, nerviosa y cachonda que sentía mi coño húmedo, al mínimo tacto sin duda gemiría como la cachonda y extremadamente sensible que soy.

Oí cuando entraron.

Dios mío! me excité con el solo hecho de oír los pasos, dos hombres, uno de ellos desconocido para mi aunque sabía que era otro de mis tíos. Confiaba en tío Nacho, no podía ser otro hombre, impensable, en ese caso creo que yo me habría molestado o no sé, tal vez si hubiese sido un desconocido me hubiera dejado. Estar cachonda me hace vulnerable, me lleva hacer cosas indebidas que luego terminan gustándome.

Yo estaba de pie al borde de la cama, de espaldas a la entrada de la habitación así que cuando mis dos tíos ingresaron no pude verlos pero sentí su presencia. Sentí a uno ellos acercarse a mi, poner su mano en mi cuello y olerme, supongo que fue tío Nacho.

No aguantaba más, deseaba ser cogida.

No entiendo por qué soy tan perra, sufro cuando me hacen esperar aunque también lo disfruto, mi coño se humedece, deseo ser penetrada, en ese momento soy vulnerable, harán conmigo lo que les provoque, solo porque saben que estoy a merced de ellos, deseando sexo hasta quedar agotada, exhausta, a veces desmayada, soñolienta de tanto placer y rudeza sexual.

Tío Nacho ya traía en sus manos unos lentes (blackout), ya me había cogido con ellos puestos en ocasiones anteriores. No sé si los conocéis pero la visión queda totalmente anulada, no ves absolutamente nada, apenas puedes adivinar sombras, estás a oscuras prácticamente, totalmente ciega.

Tardó un par de minutos en ponérmelos, me preguntó si veía bien y le respondí negando con la cabeza ya que tenía prohibido hablar. A pesar de que mi visión quedó totalmente nula me puso una venda de seda en los ojos, quizá porque estéticamente me veía más deseable así, más sumisa, más esclava.

Sentí que mi tío Nacho se alejó y al mismo tiempo sentí que se acercó mi otro tío.

Empezó a manosearme por todos lados, no decía nada, en ese momento no sabía el por qué pero luego Nacho me contó que condicionó a mi otro tío; tampoco debía hablar.

Sentí las manos de mi tío recorrer todas las zonas de mi cuerpo con toda la paciencia del mundo, yo evitaba gemidos para no parecer tan puta pero por dentro pedía ser cogida y mi respiración me delataba.

Una vez me manoseó por todo el cuerpo aunque sin tocar mi coño empezó a quitarme prenda por prenda. Los guantes fueron lo primero y al quitármelos besó mis dedos con sadismo, uno por uno, lamió cada dedo, los chupó uno a uno aunque con estilo, con suavidad.

Me quitó el sujetador y no tardó en chupar mis pezones y manosearme los pechos, chupó mis pezones con dureza, como queriendo ordeñarlos, mi coño se humedecía y yo inmersa en mis pensamientos intentando adivinar cual de mis tíos.

Pero tenía prohibido hablar. Oía su respiración, el particular ruido de su boca lamiendo y chupando cada parte de mi, eso no ayudaba en nada para adivinar.

Desde cierta distancia, oír decir a tío Nacho:

—Recuéstala en la cama, boca arriba.

Imaginé a tío Nacho masturbándose, mi otro tío me recostó con delicadeza en la cama y en esa posición me despojó de mis medias pantis, lamió mis piernas con lentitud pero con sadismo, me empapó de su saliva por cada parte de mi piel pero todavía no tocaba mi coño, ni lo lamía, era por que mi tío le había indicado que dejara mi coño para más tarde.

Malvado tío, sabe hacerme sufrir y le gusta enseñar a otros cómo deben cogerme.

Luego de lamer mis muslos, incluso chupar mis rodillas al fin me abrió de piernas y comenzó a comerse mi coño e inevitablemente empecé a gemir y mi tío no tardó en insultarme.

"Puta". Pronunció varias veces en distintos tonos de voz, como molesto por verme gemir ante otro hombre.

"Perra", decía. Se oía airado.

Mi otro tío continuaba dándome oral y lo hacía tan bien, de hecho me corrí. Soy demasiado sensible, no aguanté, demasiado morbo la situación, terminé con mis piernas temblando, tío Nacho ya sabía cuando a mi me sobrevenía un orgasmo y no dudó en dedicarme más palabras vulgares a las que yo ya estaba acostumbrada durante más de dos años.

"Pedazo de zorra, ni siquiera te han cogido, sucia" -decía mi tío con toda confianza, con firmeza, las decía muy en serio.

"Ya se chorreó esa perra, hazle lo que quieras", le indicó a mi tío que comía mi coño en total silencio pero con una dedicación que disfruté.

Mi otro tío se subió a la cama y me besó. Me sorprendí, o sea, mi tío Nacho permitiendo que otro hombre me besara. El beso se prolongó y yo estaba a punto de pedirle que me cogiera pero no podía desobedecer, debía dejarme hacer, sufrir esperando que ellos decidieran entrar en mi.

Después del beso mi tío siguió con sus manoseos y sus lamidas en todo mi cuerpo, con sadismo pero actuaba como si nunca hubiera estado con una mujer. Metió su lengua en mi diminuto ombligo, luego mis pechos, mordió mis pezones provocándome gemidos en voz alta.

Tío Nacho desde la distancia no paraba de proferir insultos.

Mi tío volvió a mi coño y empezó a darme de nuevo oral, yo no aguantaba más, parecía un plan de mi tío, sabe que soy demasiado sensible, sabía que yo quería suplicar que me penetraran pero no podía hablar.

"Cógete a esa puta, es lo que quiere, no sabe esperar" dijo tío Nacho.

Mi tío seguía comiéndose mi coño y empezó a hurgar mi ano con sus dedos y empecé a gemir como loca, ahora mi tío chupaba mi coño y mi ano, yo a punto de desobedecer a mi tío y pedirle que por favor me cogiera, en ese momento desee que fueran ambos, que hicieran de mi lo que les provocara y por un momento pensé que eso sucedería ya que mi tío me había dicho que me preparara para el anal, pensaba: "me harán doble penetración".

Mi tío se levantó, me dio la vuelta y me penetró (con preservativo).

Fue intenso desde el inicio, yo gemía y mi voz se entrecortaba por los movimientos, mi tío jadeaba haciéndome suya y qué bien que lo hacía. Sentí sus manos afianzarse en mi cintura mientras me penetraba con gran gusto.

—¿Te gusta que te coja otro verdad? —preguntaba mi tío alejado de nosotros.

Yo no podía hablar, eran preguntas al aire, sabía que yo no podía contestarle aunque quisiera.

A pesar de la calentura que debía tener el tío que me cogía aguantó lo suficiente como para que cambiáramos de pose por orden de tío Nacho.

—Súbete a la cama —le ordenó.

—Súbete encima, zorra —me ordenó a mi.

—Dale duro a esa puta, pégale en las tetas, pellízcala, cógetela fuerte, es tu perra solo por hoy, aprovecha al máximo.

Yo gemía más por el morbo de lo vivido que por la penetración en sí, quería expresarme pero tenía prohibido hablar así que mi tío que estaba debajo de mi me alzaba en cada penetración, lo oí disfrutar mientras me hacía suya, no tenía dudas de que él la estaba pasando bien.

Luego de estar un buen rato encima de él se cansó así que cambiamos de pose dentro de la cama, él encima de mi o de lado, hicimos varias, mi tío no paraba de decir groserías.

Cuando mi tío no pudo más se corrió y fue en ese momento que pude oír un poco el tono de su voz ya que jadeaba sufridamente pero me fue insuficiente para adivinar cual de mis tíos era.

—Tómala por la cadena y tráemela —dijo tío Nacho

Mi tío hizo lo indicado, me tomó de la cadena, yo entendí de lo que se trataba así que como pude ya que no podía ver nada, me fui bajando de la cama a cuatro patas y así estuve andando.

Salimos de la habitación, mi tío me llevaba de la cadena hasta que llegamos a uno de los baños, me hizo entrar y mientras mi otro tío aún me sujetaba de la cadena tío Nacho me ordenó arrodillarme, sentarme sobre mis pies, pues me quitó bruscamente los tacones. Lo oía masturbarse.

—Te voy a llenar la boca de leche, puta y te la vas a tragar toda —me decía mientras se sacudía el pene.

A los pocos segundos se corrió en mi boca y me decía:

—Trágatela toda para que vean lo perra que eres".

Eso hice, me tragué su semen sabiendo que mi otro tío observaba. Una vez que mi tío Nacho disfrutó de acabar en mi boca, de las chupadas y lamidas posteriores para dejarle su pene reluciente me tomó del cabello con algo de violencia y me condujo hacia la tina, me ordenó bañarme.

—Hueles a zorra barata —decía.

Oí cuando se alejaron y se fueron del baño dejándome a solas.

Me duché sin quitarme los lentes de contacto ya que así me lo indicó, estaba tan cachonda, pensé que mi tío Nacho dejaría que mi otro tío se corriera en mi boca, pensé que le chuparía el pene, que me haría anal pero eso no sucedió.

Pasados unos minutos mi tío Nacho volvería solo, se metería a la ducha conmigo y me ordenaría hacerle oral. Luego él tomó el mando, me hizo sexo salvaje en la boca, produciéndome arcadas, haciendo que mis ojos lagrimearan. Me cargó y me llevó a la habitación y me cogió anal, primero suave hasta que mi culito dilatara, luego me cogería con frenesí, me humillaba con preguntas y obscenidades mientras me rompía el culo, me decía que a partir de ese momento solo me cogería por el culo, que le entregaría mi coño a mis otros tíos, que yo era una puta sin remedio.

Yo gemía y disfrutaba, me había cogido otro tío sin saber cual de los tres, tío Nacho me rompía el culo hasta hacerme llegar al orgasmo, correrse dentro de mi culito y dejarme tirada en la cama exhausta, adolorida por las nalgadas, los mordiscos y pellizcos en mis pezones, mis mejillas enrojecidas por las bofetadas.

No nos volvimos a ver hasta el día siguiente, me había indicado que me fuera a casa de mis padres en el taxi que vendría a buscarme.

Fue la primera vez que tuve sexo el mismo día con dos hombres, me encantaba y me sigue encantando mi vida sexual, ser ese perfil de hembra que tanto gusta a tío Nacho y a mis demás tíos pues era cuestión de días que mis otros dos tíos se deleitaran también conmigo.

😋 Quería más

En la noche de ese mismo día, antes de dormir me masturbé pensando en lo puta que había sido, porque no hay otra palabra, una puta. Recordé a todos mis amantes previos a tío Nacho, lo perra que fui antes de ser su amante y lo puta sumisa en la que él me estaba convirtiendo. El hecho de ser entregada a otros es algo que hasta el día de hoy me pone cachondísima. Ese día quedé con ganas de más pues pensé que le chuparía el pene a mi otro tío, que me haría anal, que tragaría su leche. Me sentí tan puta pensando en que me cogerían ambos a la vez, pensé tantas cosas que no sucedieron esa tarde, me quedé dormida con la ansiedad de desconocer a qué sabía el pene de mi otro tío, a qué sabía su leche. Me dormí pensando en lo muy puta que era y sigo siendo.

😋 Soy una pecadora

Vengo de una familia con creencias cristianas, fui educada bajo ese credo, lo que hace de mis experiencias una total morbosidad ya que siempre estoy pensando que estoy en pecado, que todo lo que hago en el sexo está mal, que no debería ser la amante de mi tío porque es incesto, mucho menos ser la perra de otros porque es fornicación con adulterio ya que mis tíos son casados. Pero es inevitable, no puedo ir contra mi naturaleza, me encanta ser una puta pero a escondidas, el solo hecho de que nos puedan descubrir mis padres y otros familiares suma más morbo y excitación a mis pensamientos, como dice mi tío Nacho con convicción: soy una puta sin remedio, una perra sucia, una degenerada traga leche.

Pienso que Dios podría castigarme en el futuro y aún sabiéndolo me entrego al pecado, a la lujuria desenfrenada. Soy una incontinente y lo disfruto, siento que por pensar que todo lo que vivo es pecado me produce un enorme placer y cada día que pasa me hundo en la vida de puta a la que mi tío me ha conducido y en la que yo también propongo ideas que solo se le ocurren a mentes retorcidas.

😮 Mis otros tíos ya me habían visto ser cogida.

Al día siguiente me levanté como cualquier otro día, fui a la universidad como de costumbre y estando en clases tío Nacho me escribió para vernos. Me pasó buscando y hablamos como tío y sobrina mientras dábamos vueltas por la ciudad sin detenernos en ningún lugar especifico. Me preguntó qué me había parecido lo del día anterior, yo le pregunté que me dijera cual de mis tíos me cogió pero me dijo que aún no lo sabría y que me iba a entregar a mis otros dos tíos restantes de la misma manera. Le insistí que me dijera, que me moría de la curiosidad pero se negó. "Lo sabrás en su momento", me decía sin ceder ante mis ruegos. Le pregunté entonces que cómo se había dado todo, que me contara absolutamente todo, que cómo hizo para convencer a mi tío de cogerme.

Ya sabéis que esto de entregarme a mis tíos lo veníamos planeando desde hacía un año, mi tío me indujo a enamorarlos a los tres, metérmeles por los ojos, que vieran en mi a una mujer, no una sobrina.

Tío Nacho me conto que durante los últimos meses había estado citándose con mis otros tíos en su otra casa, en la que me entregaría a ellos. Me dijo que los citaba por separado, ni sus esposas ni nadie debían enterarse. Les mostró fotos que él me tomaba mientras me cogía, sin que se viera mi rostro. Les decía que yo era una amante y que la compartiría con ellos. Me contó de su gran poder de convencimiento, que no fue difícil convencerlos de cogerme, que cuando vieron las fotos quedaron encantados, los tres me encontraron deliciosa. Los tres estaban dispuestos, los muy pervertidos le serían infieles a sus esposas, a mis tías.

Me contó que lo más interesante era que ninguno sospechaba que la de las fotos era yo. Yo estaba que no le creía nada de lo que me contaba, totalmente incrédula y al mismo tiempo cachonda, excitadísima por lo que oía.

Continuó contándome detalles que yo ignoraba. Había invitado a los tres por separado, a presenciar cuando él me cogiera. 😮

"¿Recuerdas aquella vez que...?" me decía y luego agregaba "pues, ese día tu tío Manuel estaba escondido en el closet y observó lo puta que eres, observó lo mucho que te encanta el sexo anal, lo bien que "mamas güevo" y lo adicta que eres al semen".

Dios mío, yo estaba impactada ante lo que me contaba tío Nacho. Qué pervertido es, qué mente tan retorcida pero lo amé, me enamoraba cada día de él, de sus locuras, de saber satisfacerme de todas las formas posibles, de sorprenderme siempre y aunque me había ocultado cosas quedé fascinada por sus ocurrencias llenas de morbo.

"Y recuerdas la otra vez cuando..." continuaba mi tío, "esa vez fue tu tío César el que observó como te hacía mi perra, como gemías y llorabas pidiendo que te rompiera el culo", el último al que invité fue a tu tío Jaime, todos ya saben que eres mi puta, tus tres tíos saben que voy a compartirte con ellos y están desesperados por hacerte todo lo que yo te hice delante de ellos". 😮

Me dijo que mis tíos se sorprendieron de forma grata cuando me vieron en la habitación con ropa erótica y una venda en los ojos. Me contó que tío Jaime llegó a sospechar cuando tío Nacho le mostró mis fotos pero que no estaba del todo seguro de que fuese yo hasta la tarde en que vio desde el closet como tío Nacho me cogía con rudeza. Me contó que los tres se obsesionaron conmigo.

Le confesaron su envidia de tenerme como su perra, todos usaron la palabra perra o puta, nada de "amante". No veían el día y la hora de hacerme todo lo que vieron a él hacerme, estaban desesperados por usarme.

Pero tío Nacho me dejó en claro. "La única leche que vas a tragar será la mía, no la de ellos, quiero hacerlos sufrir, quiero que me rueguen por dejar que te llenen la boca de leche. Te cogerán siempre con preservativo y les chuparás el pene con el preservativo puesto, tampoco permitiré que te den por el culo, están locos por hacerte tantas cosas pero durante un tiempo tendrán que conformarse con lo que yo disponga".

Sonreí. Le dije que era un malvado, que yo podía permitir que ellos me hicieran más cosas pero me dijo: "claro, perra, yo sé que estás abierta a todo, por eso mismo no quiero entregarte completamente a ellos tan de prisa, tendrás que esperar. Sé que te mueres por ser la perra de tu tío Jaime, de tu tío Manuel y de tu tío César y sé las cosas que piensas y deseas que te hagan pero todo a su tiempo y no te aseguro nada, eres mía, yo pongo las reglas, yo decido si dejo que te culeen otros, yo decido si tragas otra leche que no sea la mía.

Terminé chupándole el pene en la camioneta mientras él jugaba con un vibrador remoto incrustado en mi coño.

Pasaron dos semanas, tuvimos intimidad aunque ya no cogíamos tan a menudo como las primeras veces, nuestras ocupaciones lo impedían aunque igual disfrutábamos cuando al fin encontrábamos el momento de intimar y como lo prometió, solo me daba por el culito, decía que mi coño estaba reservado para mis otros tíos, igual usaba sus dedos, vibradores remotos, dildos y demás pero con su pene solo me penetraba anal.

💦 El vasito y la inyectadora

Para ese momento a mi tío le fascinaba acabar en mi culito, tomar un vasito de plástico, que yo defecara su semen y tragármelo desde el vasito, un vasito muy pequeño para que yo pudiera relamer todo el semen. En ocasiones acababa en mi culito, usaba el vasito, luego extraía con una inyectadora el semen que caía en el vasito y me lo daba a beber como si de un remedio se tratara.

Era una adicta al sexo anal, a su semen, podía tomarla todas las veces que a él le provocara eyacular.

Mi fascinación por el semen es exagerado. Me encanta demasiado tomar la leche y estaba ansiosa por probar la de mis otros tíos, sabía que un día llegaría ese momento, fantaseaba con eso mientras tío Nacho me culeaba. Fantaseé con ese momento en que todos mis tíos me cogieran, acabaran todos en mi culito y me hicieran lo del vasito y la inyectadora, no le dije nada a mi tío, me guardé esa fantasía en mis pensamientos pero deseé que algún día se hiciera realidad y sabía que él ya adivinaba todo lo que pasaba por mi retorcida mente.

💧 Lluvia dorada

También, durante los últimos meses mi tío había comenzado a orinarme. Lo hacía en el baño, las primeras veces me orinó los pies mientras nos duchábamos, al principio me pareció algo gracioso pero luego se fue convirtiendo en algo habitual y con el pasar del tiempo me orinaba las piernas, las nalgas, el abdomen, las axilas, las tetas. A mi al principio no me gustaba para nada, tardé mucho tiempo en encontrarle morbo al asunto pero a él le fascinaba orinarme toda y con el tiempo dejé que me orinara la cara, le fascinó. Yo aguantaba el asco del olor de su orina pero me dejaba humillar por él solo hecho de complacerlo.

Con el tiempo me acostumbré y hasta comencé a desear ser orinada por él, además, en todo ese tiempo a él también le gustaba que yo me orinara mientras me hacía anal ya fuera en pose de perrita o encima de él. "Orínate, zorra" me decía y yo me orinaba en su abdomen, a veces mi orina impactaba en su pecho y en su cara. Él disfruta de eso, de que yo me orine encima de él o que me orine en cualquier pose que él me tuviera. Si tengo ganas de orinar debo hacerlo con libertad, que no me cohíba de ello.

Así que con el tiempo me acostumbré. Empecé a sentir atracción a ser orinada, sobre todo en mi cara, una vez se corría y me hacía tragar su semen a los pocos segundos cuando le entraban ganas de orinar me ordenaba entrar a la tina y acostarme boca abajo mientras él orinaba durante un minuto o más apuntando a diferentes partes de mi cuerpo.

❓ ¿Cuál de mis tres tíos fue el primero en cogerme?

Duré días insistiéndole que me dijera, se negó a decírmelo, lo mismo sucedería con los dos que restaban, no me lo diría hasta pasado un tiempo entregándome a ellos.

😋 Dama en sociedad - Puta en intimidad.

Me encanta el sexo, no se imaginan cuanto, es una completa adicción y mi tío se siente afortunado, siempre me lo recuerda, dice se ha ganado la lotería conmigo.

Más allá de lo pervertida que pueda permitirme ser en la intimidad soy una dama, me encanta y merezco que me traten como una dama. Me gustan las relaciones discretas aunque en pareja podamos permitirnos travesuras como las que he contado y las que faltan por contar.

Mi tío es consciente de cómo debe tratarme fuera del sexo, además de ser su sobrina soy una mujer, independiente, me respeta de manera adecuada, nunca me ha hecho sentir mal. Menciono esto porque hay hombres que una vez que tienen intimidad con una mujer luego no saben cómo deben tratar a una, les tratan como objetos, como cualquier cosa, creen que la libertad sexual les da el derecho al maltrato verbal y físico fuera del sexo al igual que como en la cama. Una cosa es lo que se hace en intimidad y otra la vida pública. Debe prevalecer el respeto en pareja fuera del sexo, en todo sentido.

Tengo amistades tanto hombres como mujeres, tengo una vida normal, familiares a los que aprecio y amo, frecuento reuniones de amistades, cumpleaños, eventos musicales, deportivos, fiestas, me visto de forma decente o algo sexy dependiendo de la ocasión, no me gusta presumir fuera del sexo la personalidad que expongo durante mi intimidad con mi pareja, no soy vulgar, ni ordinaria, ni escandalosa, aparento ser una chica que no rompe ni un plato, una santurrona.

En la cama (como lo habéis notado hasta ahora) soy una perra. Me entrego a mi amante, me encanta hacerlo sentir seguro de su físico, decirle que está guapo, que está rico, que tiene unos brazos fuertes, que besa delicioso, que me encanta como me mira y un largo etcétera de detalles importantes a la hora de intimar.

Me esmero por brindarle un buen sexo oral, dedicarle miradas provocativas, que sepa que me gusta tener su pene en mi boca, invitarlo a penetrarme, gemir, enseñarle si no sabe dónde o cómo tocar, enseñarle a que se tome su tiempo durante el sexo.

Me gusta la perversión sexual, las bofetadas, los mordiscos, los arañazos, los chupetones, las nalgadas, el vocabulario obsceno, el sexo anal, ahogarme con sexo oral, lo que conlleva a arcadas y lágrimas que estropean mi maquillaje, me encanta un poco de dolor durante el sexo, me considero masoquista.

Cuando acaba todo el enredo sexual y la perversión vuelvo a ser la chica que no rompe un plato y deseo ser tratada como tal a menos que nuestra fantasía sexual se extienda y tengamos planes morbosos para más adelante, es decir, que la perversión se extienda por un par de horas más, por toda la noche o hasta el día siguiente o toda una semana completa pero siempre es importante que luego de ese delicioso sexo que me permito dar y que me den, me traten como una dama.

Por fortuna, no tengo problemas con mi tío, es todo un caballero, me adora como su sobrina y me desea como su mujer. Lo que he escrito se debe a las historias que me han contado amigas, sus problemas con sus parejas. No todos los hombres saben apreciar el tesoro que puedan tener en determinado momento, terminan arruinándolo por querer actuar siempre como unos completos torpes, sádicos y dueños de nosotras y no entienden que en realidad no son nuestros dueños, que solo es un juego sexual, que si no hay una bonita relación de respeto todo colapsará y perderán a la "esclava sexual", "la puta", "la sumisa" que creen haber comprado, como si viviéramos en la edad media.

😮 Mis tíos se obsesionan

Por eso mis tíos se obsesionaron conmigo, el contraste de "la que no rompe un plato" con "la que gime como diosa mientras disfruta del sexo" los enloqueció por completo.

Jaime, que había sido el primero le contó a tío Nacho lo bien que la pasó conmigo y las ganas que tenía de hacerme anal. Ustedes saben cómo hablan entre ustedes, esas conversaciones tan obscenas y es que tío Nacho me lo contaba todo con detalle sin guardarse nada. Tío Jaime estaba obsesionado, pues, recuerden que todos mis tíos vivieron ese momento de voyeristas, escondidos en el closet, viendo cómo tío Nacho me cogía a su gusto. Tío Jaime se obsesionaría mucho más esa tarde en la que tío Nacho le permitió cogerme aunque no como él hubiera deseado. Incluso le confesó que estaba dispuesto a pagar por cogerme. El muy malvado de tío Nacho le dijo que no se hiciera muchas ilusiones, que lo que sucedió fue producto de una fantasía que "yo quería vivir" y que ya la habíamos cumplido.

Era mentira, era su plan de hacerlos sufrir, de hacerlos obsesionarse conmigo hasta la locura, todo un desgraciado tío Nacho, todo eso le daba morbo y placer.

😋 Tío Manuel

El encuentro con tío Manuel sería muy parecido al encuentro con tío Jaime, recuerden que todos ya me habían visto (a escondidas) coger con tío Nacho.

La misma modalidad. Varios días sin ver a mi tío Nacho hasta la tarde del encuentro, prepararme en la casa con piscina, tomar el taxi que pasaría por mi e irme a la otra casa a esperarlos.

Mis tíos no sospechaban el uno del otro ya que tío Nacho los citó a todos por separado. Cuando les comentó que iban a tener la posibilidad de cogerme y que era un deseo mío les exigió total discreción, además de exigirles exámenes médicos (aunque más adelante).

Recuerdo que esa vez para recibir a tío Manuel vestí un conjunto de lencería un poco distinto al anterior aunque del mismo color, negro. Medias pantis, ligueros, un corset bien ajustado y zapatos de tacón alto, además de la cadenita colgando de mi cuello y que se extendía hasta mi entrepierna. Me maquillé de negro, como una vampira, ojos, labios, mejillas.

Una vez entraron a la habitación mi tío se acercó, me puso los lentes blackout mientras hablaba.

Decía dirigiéndose a tío Manuel:

"Estos son unos lentes que anularán su visión, así que no te verá, no sabrá quién eres, como ya te dije, ella me confesó su perversión de ser entregada a uno de sus tíos y yo te elegí a ti".

Mi tío Nacho es un perro, un morboso, todas estas cosas lo excitan, disfruta mucho presumiéndome, entregándome, viendo cómo otros me poseen y a mi me fascina ese trato, me moja mucho ser entregada a otro hombre delante de él, es como si mi tío leyera mi mente y supiera lo que me atrae en el sexo y lo que no me atrae en un principio termina convenciéndome de llevarlo a cabo.

Una vez con los lentes puestos además de ponerme una venda le dijo a mi tío que se acercara.

Tío Manuel se acercó a mi que estaba de pie al lado de la cama pero de espalda a ellos.

Me tomó de la cadena y empezó a jalarla suavemente y entendí que deseaba que me pusiera a cuatro patas.

Estuve andando a cuatro patas y salieron de la habitación conmigo, hablaban sobre mi, tío Nacho le decía cosas tan morbosas, tan sádicas, de todo lo que me hacía en esa casa "cada vez que le provocaba", que yo era "su perra sumisa".

Le permitió a Manuel hablar y expresarse pero en voz baja, yo intenté adivinar pero no pude aunque oía lo que conversaban, solo que tío Manuel no hablaba mucho, solo pronunciaba palabras de sentirse sorprendido, pues tío Nacho parecía un monólogo detallándole todas las cosas que me había estado haciendo durante meses.

Se sentaron en el sofá y me ordenaron quedarme a cuatro patas, tío Nacho decía vulgaridades hasta que sentí que me tomaron de la cadena y jalaron.

Era tío Manuel, me estuvo paseando por toda la sala, tío Nacho continuaba diciendo obscenidades, le preguntaba a tío Manuel:

"¿Qué se siente?"

pero tío Manuel no podía contestar.

"Es tu perra por hoy" dijo tío Nacho y le ordenó traerme hacia donde él estaba, quedé recostada a un pequeño mueble rectangular en todo el centro de los muebles.

Ahí mi tío Manuel me desnudaría poco a poco y al quedar desnuda empezó a manosearme por todos lados mientras tío Nacho le daba indicaciones, que podía pellizcarme, nalguearme, que no fuera tímido, que era mi fantasía, que yo llevaba meses deseando ser "la perra de tío Manuel".

Tío Manuel me hizo oral, no fue tan sádico como tío Javier. Tío Nacho ordenó ponerme de pie y tío Manuel continuó manoseándome sin tocar mi coño. Me cambiaban de pose, me hacían sentarme en algún brazo del sofá y se quedaban admirándome mientras conversaban en voz baja.

Nacho me contaría que en ese momento se habían estado masturbando mientras me observaban, tío Manuel ya se había desnudado, mi tío Nacho solo se sacó su pene, se masturbaba y miraba cómo tío Manuel me deseaba con obsesión.

Después de un buen rato de exposición me condujeron de nuevo a la habitación y tío Nacho me ordenó caminar hacia la cama. Tuve que hacerlo poco a poco porque no veía nada y ellos me soltaron apenas entramos.

Me ordenaron subir a la cama, masturbarme y toquetearme toda durante un buen rato, como tres minutos o más hasta que sentí que unas manos me jalaron hacia el borde y empezó el sexo oral.

Tío Manuel comiéndose mi coño por un buen rato y lo hizo muy bien, comencé a gemir y hacerle saber lo rico que lo hacia, pues en esta ocasión Nacho me permitió expresarme pero poco, lo necesario.

Después del rico oral tío Manuel se subió a la cama acostándose boca arriba, tío Nacho ordenó cabalgarle de espalda y así estuve por un rato, sentándome en el pene de tío Manuel que jadeaba de placer. Luego se me ordenó ponerme de frente y cabalgar por un rato más y en esa pose sentí los pellizcos en mis pezones, tío Manuel jadeaba rico, estaba disfrutando.

"Hazle lo que quieras" dijo tío Nacho.

Mi tío me recostó boca arriba, me penetró e hizo que mis pies quedaran encima de sus hombros y así me penetró muy rico. Mi tío Nacho decía: "eso, así, así mismo, dale bien duro a esa perra", "tenemos a una sobrina bien perra, aprovecha".

Después de esa pose me dio la vuelta, me jalaba del cabello mientras me penetraba, después me puso de lado, me abrazaba mientras me penetraba y jadeaba mucho, ya para entonces el sudor nos corría por todo el cuerpo.

Así estuvimos durante un rato, tío Manuel me cambió de poses varias veces, me arrastraba hasta la pose que quería, no estaba autorizado de hablarme, no podía decirme nada, solo jadear, gemir y cogerme en la pose que quisiera.

Me bajó de la cama, me cogió en la alfombra, me levantaba, me cogía de pie, me tomó de la mano y me llevó a la sala de estar nuevamente, me cogió en cada uno de los muebles ante la vista de tío Nacho que nos siguió y no paraba de hablar y felicitar a mi tío por la iniciativa, me llevó a la mesa del comedor, me recostó y me cogió dándome nalgadas.

Yo sentía que mi tío sufría, suponía que quería decirme obscenidades mientras me cogía pero no estaba autorizado. Me cogió frente al refrigerador, me cogió en el cuarto de aseo recostada a la lavadora.

Tío Nacho emocionado por la creatividad de tío Manuel, lo había dejado hacerme cosas ya que vio en el mucha iniciativa. Me condujo al baño y en vista de que a mi tío Nacho le resultó interesante lo que hacía tío Manuel permitió que se metiera a la tina conmigo, tío Manuel me cogería mientras tío Nacho sujetaba la manguera y nos bañaba con ella aunque apuntando siempre a mi, a mi cara, provocando que sufriera al respirar.

"Qué perra", decía tío Nacho y en esa situación tan morbosa me corrí y al adivinarlo mi tío Nacho se lo hizo saber a tío Manuel.

"Se corrió la puta", dijo. Manuel se correría dentro aunque tenía preservativo y aunque gimió con locura no pude adivinar que era él.

Me dejaron nuevamente abandonada en la tina y se fueron. Minutos más tarde regresaría tío Nacho y una vez más me cogería anal en diferentes partes de la casa.

😋 El trato con mis tíos

Tío Nacho dispuso que debía evitar a mis otros tres tíos, en caso de toparme con ellos debía actuar con sequedad, con indiferencia. Él no quería que yo tuviese ningún tipo de conexión con ellos, la única conexión sería única y exclusivamente sexual y cuando él lo dispusiera. Yo quedé encantada con sus morbosas normas, le dije que era un perro sádico que me quería prostituir, él dijo que no me hiciera la santurrona, que ya me conocía de pie a cabeza y que sabía todas las cochinadas que me pasaban por la mente. Yo me reí dándole la razón pero haciéndole saber que él estaba primero que todo, que él era mi perro favorito, que no lo cambiaría por ninguno.

Ya había sido prestada a tío Manuel y tío Jaime, disfruté mucho sintiendo sus manos sobre mi, deseándome, manoseándome, tirando de la cadenita, penetrándome, jadeando mientras me hacían suya, me sentí un poco más perra siendo entregada a ellos que teniendo sexo con tío Nacho, el no saber cual de ellos me cogía me generaba un morbo y un placer único, me hacía sentir tan perra, mis pensamientos me condenaban, llegaba al orgasmo con facilidad pensando en tantas cosas, definitivamente me encantó ser prestada a ellos y sabía que me encantaría ser prestada a otros, cuando tío Nacho me preguntó si la había pasado bien se lo confesé, le dije que disfruté tanto siendo prestada.

Tío Nacho al cogerme me hacía preguntas humillantes que no hacían más que derretirme, me volvía tan sumisa, terminaba casi desmayada de tanto sexo, pues, mi tío me hacía lo que le provocaba, todo lo que se le ocurría.

"Eres una puta, Michelle", "una zorra", "cogiendo con tus tíos", "te gusta ser prestada como una puta barata", "qué vergüenza" (y otras frases humillantes que me da pena escribirlas).

Cada frase resultaba tan pecaminosa, tan morbosa, cada pregunta que tío Nacho formulaba me ponía tan cachonda que inclusive mi coño se mojaba de tan solo oírlo hablarme aunque no hubiera sexo, ni penetración. Soy insaciable, es mi naturaleza, disfruto demasiado del sexo y de la humillación dentro de este, saber que todo lo que he hecho es morbo absoluto para mucha gente, pecado mortal, incesto, que mis tíos adulteran, disfrutan de una mujer ajena, cometen incesto conmigo, su sobrina.

Han estado obsesionados durante tanto tiempo y cuando me hacen suya me pone tan cachonda todo lo que significa para ellos que yo sea su perra, lo bien que se la pasan conmigo, las cosas que me dicen y hacen, termino exhausta de tanto sexo, disfruto al máximo cada sesión en absoluta discreción con todos ellos.

😋 Tío César

Sería el tercero en cogerme aunque ninguno sabía el orden que les tocó, cada uno de mis tíos se creyó único las primeras veces, pues como ya dije, tío Nacho habló con los tres por separado y cada uno en su momento estuvo escondido en el closet observando con incredulidad las formas en las que tío Nacho me cogía.

El mismo modo que las dos ocasiones anteriores, yo en la habitación principal esperando a un lado de la cama y de espalda a la puerta para cuando ellos entraran pero esta vez no vestía lencería, en esa ocasión llevaba puesto un conjunto de colegiala. Mi tío me contaría después que esa fue una idea de tío César ya que le ponía muy cachondo verme vestida de estudiante.

Así que en ese momento yo calzaba zapatillas negras de colegio aunque la idea era lucir sexy así que en lugar de las medias tradicionales (largas y de color blanco) me puse medias pantis negras y transparentes, una falda acampanada de color azul bien corta, la camisa era blanca con las mangas cortas y una pequeña corbata, mi cabello suelto pero con dos colas a los lados, labios color rojo profundo y perfume de bebé. (Tenía un dildo pequeñito incrustado en mi culito)

Llegado el momento en que ambos entraron a la habitación, tío Nacho vino hacia mí, me puso los lentes blackouts pero no me puso la venda.

Recuerdo que dijo: "qué colegiala tan rica, ya me dieron ganas de hacerla llorar"

Tío César se acercó y me manoseó toda, esta vez tío Nacho le dejaría más libertad que mis tíos anteriores. Empezó a manosear mi ya humedecido coño, meter sus dedos y darme palmaditas por lo que no tardé en gemir y estremecerme ante tal manoseo agresivo y tío Nacho dijo:

"Qué zorra, no la pueden ni tocar porque empieza a berrear"

Tío Manuel disfrutaría un buen rato manoseándome por todos lados mientras poco a poco con toda paciencia me iba despojando de las prendas de vestir hasta dejarme solamente con las medias pantis y las zapatillas. Tío Nacho dijo:

"A mi también me gusta a veces cogérmela con las pantis puestas, se ve bien divina, la puta esta".

Tío César me haría ponerme en cuatro al borde de la cama y continuaría masturbándome logrando hacerme gemir, me hizo correr con sus dedos que entraban y salían de mi coño de forma violenta, luego se comió mi coño durante un rato largo hasta hacerme correr una vez más. Sentí que quería decirme muchas cosas pero no estaba autorizado, solo podía disfrutar de mi.

Mientras todo eso acontecía yo estaba inmersa en mis pensamientos y aunque sin poder adivinar que era tío César el que estaba por cogerme ya lo serían los tres y el saberme la perra de todos (de los cuatro) me puso cachondísima.

De repente sentí que tío César me tomó de la cintura y me penetró, él estaba fuera de la cama pero al yo estar al borde se le hacía fácil tomarme y penetrarme. Duro rato en esa posición, mi tío le indicaba: "pégale en la tetas, nalguea a esa puta, pellízcala, es tu sobrina y bien puta que es", yo gemía del placer que me producía el simple hecho de estar cogiendo con uno de mis tíos mientras el otro decía vulgaridades y todo eso sin poder ver nada, en oscuridad total debido a los lentes.

Tío César estuvo bastante tiempo así logrando hacerme correr, soy demasiado pero demasiado sensible. Luego me cambió de poses, hubo todo tipo de posiciones dentro de la habitación, recostada en cuatro sobre la cama o volteada, que mis pies descansaran en sus hombros, en el umbral de la puerta, de pie frente al closet, en la sala, en los muebles, en la cocina, tío César disfrutó de mi en distintas poses y casi en cada rincón de la casa hasta que ya no pudo más y se corrió dentro (con preservativo).

"Tráemela" dijo tío Nacho a tío César que me tomó del cabello y me llevó al sofá. Tío Nacho me ordenó hincarme ante él y chuparle el pene hasta correrse en mi cara. Mientras yo le hacía oral le ordenó a tío César que jugara con el dildo que tenía incrustado en mi culito, tío César lo hizo de inmediato y en pocos segundos estaba yo chupando el pene de tío Nacho, gimiendo y con ganas de más sexo, pues tío César sacaba y metía el dildo en mi culito con tal dedicación que me hacía estremecer.

Tío Nacho le hizo saber que cuando él se fuera "me rompería el culo por ser tan puta" y hablando de estas cosas se corrió en mi boca.

Me agarró del cabello con fuerza y me condujo al baño.

—Lávate que hueles a zorra.

Me sentí avergonzada y cachonda al mismo tiempo, deseaba que se quedaran, que entraran ambos al baño y me usaran pero no sucedió, se fueron, no hubo una despedida, simplemente me dejaron a solas, haciéndome sentir tan perra por las cosas que me hicieron. Pensar que ya había sido la perra de mis cuatro tíos me llevó a masturbarme bajo la ducha, a oscuras porque aún debía tener los blackouts puestos para cuando tío volviera por mí. Me daría mi merecido una vez más (anal).

Y en efecto. Tío Nacho volvió a los 15 o 20 minutos, me sacó de la ducha, me cogió en la cama como le dio la gana, se corrió en mi culito y me dejó ahí tirada como muñeca de trapo.
© Michelle