Sueños
October 22, 2020

La alegría de la disolución

No pasaba mucho en el sueño. O, si pasaba, ahora no lo recuerdo. Recuerdo, sí, a Javier Quintero, quien probaba filtros de instagram a un lado mío. Estaba exultante. Apenas probaba uno, me lo mostraba divertido. Todos tenían su cara sonriente, pero solo uno logró fijarse en mi memoria, uno en el cual el cuerpo de Javier era un dibujo pixelado que daba brincos de un lado a otro sin ton ni son, pero a un mismo tiempo bienhadados, al ritmo de un tema de videojuego de los ochenta. De pronto aquel engendro digital empezaba a girar en la pantalla hasta que, sin que aquello pareciera nada triste, sino más bien feliz, estallaba en incontables píxeles y se perdía, para siempre, en un patrón de puntos aleatorios multicolores que nos hacía reír y parecía bueno.