EL CHAT ME AYUDO CON MI SOBRINA (14)
A la semana siguiente recibí un correo de Sofía en mi tableta, me contaba que estaba bien y que no se olvidaba de mí, le dije que me pasaba igual.
Enseguida le pregunté lo que me preocupaba, como iban las relaciones con mi hermano.
Me contesto que las costumbres no se cambiaban tan deprisa, pero ahora iba más cómoda pues había cambiado de modelo.
Me intrigó y le dije que le pedía ahora.
Hubo un silencio y al momento llegó otro mensaje…
Solo venia un vídeo, lo abrí en seguida.
Estaba tomado con el móvil desde bajo, seguramente en el suelo y se veía el trasero de Sofía con unas braguitas pequeñas, se agacho sobre la cámara y se las fue bajando despacio y vi al poco como de su agujero marrón salía un cordón. Me quedé pensativo sin comprender y su mano entró en escena y tiró despacio del cordón y al momento se fue abriendo el ano y salió una bola y después otra y otra y más, así hasta diez. No comprendía la mente de mi hermano que quería conseguir. Mientras miraba las bolas veía el coño intacto de mi cuñada y se me hacia la polla dura pensando lo que podía hacer con ella.
Al acabar se levantó y se apagó el video.
--- Pues le pone caliente y cada vez que paso a su lado, cuando estamos solos me hace ir sin bragas y me estira un poco y me saca una bola cada vez y después de la menea hasta llenar el rosario de leche. Y ahí se acaba todo.
--- Que pena, no creo que hablando con él pueda resolver algo, creo que ya es tema de psicólogo.
--- Ah! Tengo una cosa que contarte, la semana que viene Carlos se tiene que ir a Paris a una Exposición de sus artículos y estará fuera varios días. Había pensado una cosa… Pero me da vergüenza decírtelo…
--- Había pensado que fuéramos algún día Cris y yo,
La niña tiene unos días libres en el instituto y nos haría ilusión de ver a Bea.
No quisiera que pensases nada raro, pero nos gustaría veros.
Me encantó la idea, podría ver a las chicas juntas, lo que era problemático por una parte, pero me gustaría darles un poco mas de morbo a todas.
Al día siguiente me informe en internet de una sala de steticien de calidad en el centro de la ciudad, dos días antes de la llegada de la madre e hija, pedí cita.
Confieso que iba acojonado, pues según lo que había visto en Internet, me iba a meter en un lio.
Cuando llegué me hicieron pasar a una salita con una camilla y un vestidor.
Me desnudé y me lié con una toalla a la cintura, esperé mirando a la lámpara de potencia que tenia encima.
Al momento apareció una chica joven y delgada con una bata blanca, me saludo y me dijo que me echara en la camilla, con unas paños me cubrió las piernas y el pecho.
Pero de un golpe me quito la toalla y se quedo al descubierto solamente mi pubis, desde la cintura hasta la mitad de los muslos. Me sentí desprotegido y como lo notó, me tranquilizó diciéndome que no tuviera reparo, que ella no hacía otra cosa todos los días.
Me preguntó que quería hacerme y le dije que todo depilado, como un niño, sin inmutarse empezó a cortarme con unas tijeras los vellos largos hasta hacerlos todos iguales y cortos. Cada vez que cambiaba de lado me cogía la polla y la ponía al otro lado y con lo asustado estaba, no se me ocurría pensar en nada.
Cuando todo estaba como una barba corta, saco unas cintas de cera y presionando en varios lugares tiraba de ellas, haciéndome un daño horrible, ella se reía cada vez y me decía…
--- Las mujeres se lo hacen continuamente…
Cuando estuvo todo depilado, huevos incluidos me dijo que ahora estaría unos días que me picaría, por lo que me debía poner una crema, que ella me daría.
--- Debe hacerlo con cuidado para no irritarse, fíjese…
Y untándome de cremas me fue pasando la mano por mis huevos y mis ingles, yo ya estaba más cómodo y mi polla empezó a reaccionar, estaba abochornado y le dije…
--- Perdón no sé qué me pasa, es sin querer…
Ella sonrió y me cogió los huevos con una mano y la otra el pene desde arriba y bajando la mano y subiéndola me la puso dura, me decía…
Cada vez me aceleraba el movimiento y la polla más larga y más dura, yo intente tocarle las piernas con la mano, pero me esquivó y me dijo…
Lo único que me permitió fue abrir las piernas lo más posible y su mano recorrió mi ano y hasta que llegó a meter el dedo en el.
Yo me quedé helado, pero me gustó y mientras me masajeaba la próstata me hacia una paja divina, hasta que sin poder resistir más, me corrí sin que ella parara de meneármela y escurrír mi leche entre sus dedos.
Al fin le dio un besito al glande y me dijo…
Me bajé tambaleante de la camilla y después de pagar salí a la calle.
Andaba por la calle que me parecían estrechas las aceras, pero el roce de mis huevos y polla me excitaba, hasta me calentaba.
Me parecía que había tenido muy buena idea y animado entre el Sex-Shop que ya conocía y le pedí algo original para una mujer “experimentada”, pues no quería quedar de novato o pasarme. No quería que Sofía me equiparara con Carlos, pero quería seguirle el rollo.
Me enseño un vibrador miniatura de forma de una bala y que obedecía a un mando distancia.
Me chocó el invento y cruzando los dedos me dije, que no se enfade…
Llegó el día de la visita y fui a por mi familia a la estación,
Las dos en conjunto no podían ser más dispares, Sofía elegante pero muy sexi, con un traje chaqueta con falda estrecha que resaltaba las caderas y las piernas con medias oscuras con costura y unos zapatos súper altos.
Cris con un suéter con cuello cisne negro y una falda escocesa, botas altas con bastante tacón, era la imagen de la juventud contra la madurez.
Sofía se sentó a mi lado y Cris detrás de mí, cuando salimos del aparcamiento noté el perfil tan bonito que tenia Sofía y bajo la chaqueta llevaba una camisa con botones. Dada la tensión que soportaban, los botones se abrían y dejaban ver sus pechos blancos dentro de un sujetador color burdeos, pero al mirar hacia abajo vi que seguía el mismo color y comprendí que llevaba un body.
Me convenció aún más de que se sentía feliz y sexi lejos de mi hermano.
Llegamos a casa y nos acomodamos como pudimos, yo me vi obligado a ir a dormir al sofá por deferencia a mi cuñada, Cris como era lógico se fue a la habitación de Bea.
Mientras se estaban instalando sus ropas, llegó Bea y se abrazaron después del tiempo que no se juntaban.
Cris no paraba de hablar y mover las manos, se sentía feliz y con la gente que más quería.
Pronto se animaron y Cris quiso salir a ver tiendas y arrastro a Bea con ella.
Sofía se quedó a organizar la ropa y descansar del viaje.
No tardó en salir el tema de su relación de casada y me confirmó que Carlos cada día estaba más ensimismado en su trabajo y no se sabía de dónde sacaba estas fantasías. Lo más triste era que no se daba cuenta que humillaba a su mujer.
Como es lógico me dijo que en cuanto salió Carlos de casa se quitó todos los artículos raros y acercándose a mí me dijo…
--- Ahora estoy limpia, todos los agujeros preparados para que algún hombre un poco mayor que yo, bastante conocido en mi familia, y con una sensibilidad especial para las mujeres me trate como una mujer ardiente y me llene de su carne dura, caliente y suave…
--- No me imaginaba que iría tan directa, pero la cogí por la cintura y con dos dedos solté la cremallera de su falda y la dejé caer, no me haba equivocado, llevaba un body burdeos precioso y las medias se quedaban sujetas a las piernas por elásticos, los botones de la camisa no tardaron en abrirse y el resto del body se vio en todo su esplendor, sus tetas apenas se podían contener dentro.
Abracé su cuerpo y note como suspiraba profundamente.
Mi mano bajó entre sus piernas y descubrí los corchetes que lo abrochaban, tiré de ello y se soltaron de una vez,
La parte delantera y trasera saltaron rápidamente y quedó descubierta hasta arriba del monte de Venus viéndose completamente depilado, suave y tibio… mis dedos se hundieron entre sus labios y su cabeza cayó hacia atrás. Sus manos arrancaron mi camisa y soltaron mi cinturón y arrodillándose frente a mi me bajo de un tirón los pantalones y el bóxer saltándole a la cara mi polla totalmente pelada y con el pubis y huevos depilados. Ella abrió los ojos con sorpresa pero cogiendo de la punta la polla la despellejó y se la metió en la boca hasta la mitad, me cogió de los muslos y despacio fue tragando la polla poco a poco hasta que desapareció tocando sus labio a mi pelado pubis, yo no comprendía cómo podía tragar aquel tamaño, que sin ser extraordinario era más de la media, y sobre todo grueso,
Lo retuvo un momento como saboreándolo y lentamente lo fue sacándolo y me dijo…
--- Ahora lo quiero en mi coño.
Me senté en el sofá y ella se sentó sobre mí clavándose lentamente hasta que el clítoris montaba sobre mí, salió y entro varias veces lentamente y después salió suavemente y de golpe se dejó caer hasta el fondo, abrazándome la espalda.
Se levanto otra vez y con las piernas abiertas como estaba se mojo el ano con los jugos de la vagina y encarando mi polla en el fue oscilando las caderas hasta el glande desapareció para seguir con todo el tronco hasta dentro.
La vista era curiosa pues de los dos pubis no se distinguía el mío o el suyo, mi polla no se veía ni sus labios tampoco y pelados los dos, nos miramos y nos echamos a reír.
--- Aaah! Ya he cumplido mi primer deseo, he estado soñando en el momento de estar llena de ti por todos lados,
--- Y cual son tus otros deseos?--- Quieres que te haga seguir gozando?
--- Eso depende ya de ti, quiero que me hagas tener más orgasmos de los que pueda resistir y que me llenes de leche cada vez hasta que me salga por las orejas. Quiero que me hagas sentirme mujer deseada y que no sirva solo para una paja.
La abracé y dándole la vuelta empecé a besarle en la nuca, el cuello y las orejas a lo que ella se entregaba estrechándose contra mí, mis manos cogieron sus pechos rodeándolos por los lados subiéndolos y apretándolos hasta cogerlos por los pezones, estirándolos hasta hacerlos crecer como pasteles de merengue.
Sofía se dejo caer y se arrodilló en la alfombra y pegando la cara a ella me dijo…
--- Haz lo que desees conmigo.
La vista de sus nalgas y su sexo frente a mi me produjo una sensación mas fuerte por su significado que por lo físico, mi cuñada se confiaba a mí en la postura que su marido la había humillado tantas veces.
Me arrodillé detrás de ella y cogiéndole las nalgas las besé con suavidad, ella las cogió y se las separó dejando ver su agujero oscuro palpitando, abarqué las nalgas desde sus piernas y las subí por las caderas hasta su espalda… era como acariciar el cuerpo de una guitarra.
Al llegar a su espalda las bajé hasta abarcar su pechos y cogiéndolos pegados a la alfombra, los saqué por los lados de su cuerpo cogidos por los pezones. Mi polla estaba justo detrás apuntando a su culo, reuní bastante saliva y la dejé caer por entre las nalgas separadas que poco a poco se escurrió hacia mi glande pegado a su ano.
Cuando Sofía noto que la humedad le llegaba a su arrugado agujero presionó hacia atrás y fue moviendo la cintura mientras yo aguantaba el empujón.
Tenía serias dudas de que sin dilatarlo primero pudiera entrar, pero no contaba la experiencia que Sofía tenía en recibir consoladores y aparatos anales, por lo que tenia cierto dominio en su esfínter y pronto entró mi glande y suspirando dio un empujón hacia atrás metiéndose mi polla hasta casi los tres cuartos, el resto de polla se metió al dar yo el último empellón hasta notar mis huevos como se pegaban a sus labios vaginales.
Volviéndose hacia mí y con voz entrecortada me dijo…
--- No te puedes imaginar lo que agradezco tu polla caliente y suave dentro de mí en vez de estos artilugios de plástico.
Mis movimientos siguieron haciéndole saber que era la mujer deseada que ella añoraba y se sentía feliz.
Después de varios minutos clavándole mi polla hasta el fondo, la saqué, bajándola un poco, la apunte entre sus labios, un poco deformados por las pesas y separándolos entró resbalando hasta dentro del todo, que por la postura le llego al cuello del útero.
--- Así me gusta tu polla aún más, noto como rozas mis pliegues al entrar y salir y me haces llegar a mi momento más alto. Si sigues así me correré ya…
--- Si… sigue así… no te detengas por favor, te noto dentro, como te palpita la cabeza dentro. Me vas a llenar de leche hasta la garganta. Córrete ahora…. Conmigo…. Ya… ya… ahora. Aaaaah!!!
Yo le obedecí y solo cuando puede sacar la polla de entre sus labios, salió una gran cantidad de semen blanco y espeso junto a sus jugos viscosos.
Caímos de lado y estuvimos descansando hasta que limpiándome con una toalla me levante y buscando mi regalo le dije…
---Te gustaría hacer algo por mí?
--- Quiero que te pongas esto entre tus labios encima del clítoris y después unas braguitas de lo más monas.
Se lo puso mientras yo, me guardaba el mando en el bolsillo.