....De jefa a sumisa...
Hoy los invito a disfrutar de mi escrito tanto como lo hice yo mientras lo escribí. Gracias por leerlo 🔥🔥🔥
Víctor un chico de 36 años, cubano de piel café, metro ochenta y cinco y bien musculoso, vive en un pueblo andaluz donde trabaja en una empresa de muebles. Su jefa, una rubia de melena larga, cuarentona, bajita con una carilla muy picarona y un culo espectacular particularmente muy gordito...
Era un día de primavera y estaban solos en la empresa, él haciendo su trabajo y ella en su oficina. Él vestido con un mono azul de trabajo y una camiseta sin mangas luciendo sus fuertes brazos y sus grandes tatuajes. Ella con un pantalón color mostaza muy pegado al culo, parecía que iba a reventar en cualquier momento y una camisa blanca, su melena al estilo cola de caballo, sus labios pintados de rosa y por encima del borde del pantalón, dejándose ver una fina tira de un tanga hilo fino color negro...
Al bajar ella un momento al taller donde Víctor trabajaba para darle varios pedidos, llevaba en sus manos unos papeles que, al llegar casi a la altura de él, tropezó con una madera, cayéndose prácticamente de rodillas y perdiendo todos los documentos debajo de la mesa donde Víctor trabajaba. Andando ella a gatas por debajo de la mesa para recuperarlos moviendo el culo de lado a lado y cada vez más subiéndose la tira del tanga, el joven detrás de ella no perdía detalle de cómo su jefa movía el culo y cada vez aparecía más la tira del tanga separando sus gorditas nalgas dejando una visión espectacular, el joven empezaba a tocarse el pollón por encima del mono de trabajo que pronto dejaría un gran bulto entre sus piernas.
Al recuperar Samantha todos los papeles, el joven se le acercó para ayudarla a incorporarse, pero al ver tan apetecible culo moviéndose de lado a lado y esa tirita del tanga asomando, se ponía cada vez más caliente, se acercó a ella en silencio y poniéndose de rodillas, bajándose el mono hasta las rodillas y el bóxer dejando un pollón grande y muy gordo apuntando al techo con unos huevos como pelotas de tenis bien depilados, tiró del pantalón hacia abajo que era muy elástico dejándola con el culo desnudo y solo un fino hilito le protegía sus agujeritos .
Sorprendía Samantha intentando incorporarse de golpe no podía al tener medio cuerpo bajo la mesa, mirando hacia atrás veía un gran pollón justamente metido entre sus nalgas, prácticamente dándose cabezazos entre sus nalgas... sentía ella lo dura que estaba, caliente y como esos huevos grandes colgando bajo semejante pollón, pidiendo ella que por favor parase que no estaba bien lo que hacía, que los podían pillar los demás trabajadores. Pero él hacia oído sordo, estaba hipnotizado con ese culito gordito, tiró de la tira del tanga hacia abajo, no se lo podía creer ella, la estaba dejando muy expuesta ante ese pollón. Puso el joven las manos en sus nalgas y las separó. De pronto se vio un coñito muy gordito muy bien depiladito y el agujerito del culo muy cerradito, mojándose el joven un dedo en la boca, lo apuntó directamente al culo de la rubia que estaba ya desesperada de que el chico parase, diciéndole que haría lo que fuera pero que no le tocará el culo.
Se lo pensó Víctor, ayudándola a salir de debajo de la mesa. Él de pie y ella aún de rodillas le puso delante todo ese trozo de carne, lo cogió ella con las dos manos y lo pajeaba lentamente, viendo cómo se pelaba la punta, era enorme en comparación con sus manos y con su boca se fue directo a por los huevos primero unos besos, luego unas intensas lamidas y para terminar de comerlos con muchas ganas quería hacer que el chico se viniera rápido y así se escapara de ser follada.
La cogió del pelo y empezó a restregarle el pollón por la cara, ella con la boca abierta solo lo saboreaba, empezó dándole unas lamidas luego unos besos y finalmente llegando al capullo empezó a metérsela en la boca muy despacito....
Víctor no paraba de gemir era sin duda la mejor mamada que le hacían en su vida, se veía que sabía ella comer una polla, se empleaba muy a fondo, disfrutando con comerla intentaba comerla con más ganas para que él se viniera. De pronto, notó que él cada vez se tensaba más y aumentaba el ritmo. Pronto empezó él a follarle la boca y en pocos segundos se la sacó poniéndola delante de su cara disparando cuatro largos chorros de leche gruesa y blanca en toda su cara, la leche se le derramaba por toda su carita.
Víctor cogiéndola del pelo, la dio la vuelta, la obligó a poner la cara en el suelo y a levantar todo lo que podía el culo. Empezó a darle pequeñas lamidas en su coño que llegaban hasta su culo. A estas alturas estaba súper empapada, empezaba ella a dar pequeños gemidos, la polla del joven recuperaba fuerza, apuntando hacia su coñito totalmente depilado. Poniéndola en la entrada sólo le metía el capullo y se movía muy lentamente, follándola sólo con el capullo, ella rogando que no se la follara por el coño. Pero él hacía caso omiso, empezó por sacarla toda y meterla hasta el fondo, los 22 cm hacían que ella abriera los ojos como platos, la volvía a sacar toda y la volvía a meter hasta el fondo. Sus huevos chocaban en coño encharcado teniéndola así un rato en un mete saca cada vez más rápido sacándole unos gemidos de los más ahogadores a ella.
De pronto empezó un mete saca tremendo, agarrándola fuerte de la cadera cada vez la embestía con más rapidez y profundidad, taladrándole el coñito con todo el pollón dentro, haciendo que ella ponga los ojos enormes y unos gemidos muy profundos, conforme aumentaba el ritmo, ella cada vez pedía con la voz entrecortada que no se corriera dentro por favor.
Cuando estaba a punto de correrse, empezó por dejarle un poco de saliva directo en el agujerito del culo, metiendo un dedo empezaba a preparar el terreno, de pronto se la sacó de su encharcado coño, se subió prácticamente encima de ella y apunto la polla al culo, entró casi la mitad y con eso empezó a follarle lentamente. Ella pataleaba al vacío, se mordía el brazo por sus gemidos eran más profundos pero él le daba despacio para no hacerle daño. Después de un buen rato notando que estaba a punto de venirse la sacó, dejando solo el capullo dentro su culo y empezó a disparar grandes chorros de leche gruesa, rugiendo como una fiera del gusto que sentía al correrse dentro del culo de ella. Por los bordes de su culo empezaba a salir la leche, cada vez su pollón entraba más profundo por la dilatación, quedándose en un final él acostado sobre ella con la polla muy metida en su culo, inundado de leche, los dos cayeron al suelo boca abajo, él sobre ella aún se movía muy despacito dándole besos en el cuello. En un final se levantaron, de la polla de él aún goteaba alguna gotita de leche, ella al ponerse de rodillas la leche le iba saliendo de su gordito culo y antes de ponerse de pie, saboreó las últimas gotas de leche con su lengua limpiándole todo el capullo.
Para el día siguiente los pensamientos de ella no la dejaban trabajar por todo lo sucedido el día anterior y su cuerpo reaccionaba desde lo más profundo de su ser. Su piel blanca se erizaba, sudaba y sentía en su pensamiento la sumisión que le generó Víctor. En ese momento simplemente lo pensó de mandarlo a llamar y reclamar lo que había pasado. Ella llevaba puesto en el momento una falda ajustada a sus curvas y en especial a su enorme trasero. Siempre le gustaba llevar una tanga de hilo ya que se sentía muy cómoda y libre así, combinada con una blusa de un escote bastante pronunciado dejan ver sus dulces senos a los ojos.
Al llegar Víctor a la oficina como siempre con su ropa de trabajo y su fornido cuerpo, simplemente ella queda sin palabra alguna y su reacción se da a notar en el brillo de su piel blanca, por el sudor de sus nervios y deseos. Él se da de cuenta y sin mediar palabra alguna cierra la puerta con seguro y se acerca a Samantha y le dice con voz profunda mientras la toma por la cintura y la lleva a su cuerpo: “Sé para qué me mandaste a llamar mi sumisa, deseas más de lo mismo”.
La toma por su cabello con una mano y con la otra tira al piso todo lo que había sobre el escritorio, llevándola la coloca sobre el mismo y violentamente sube su falda dejando al descubierto su hilo y más a fondo una sensualidad totalmente húmeda y depilada. Tomando él con sus manos y quitando esa pequeña tela y poseyéndola con su boca y penetrándola con su lengua como serpiente voraz, llevándola a ella a un gran orgasmo, donde queda con el cuerpo tembloroso mientras él continúa bebiendo sus jugos íntimos, sin descubrir sus senos los toma sobre la fina tela y los aprieta. Ella cierra sus ojos y se deja llevar sin decir nada. Él toma su decisión de seguir y se quita la ropa de trabajo, dejando al descubierto su gran bulto fibroso y de buen tamaño, la vuelve a tomar por su cabello y la voltea quedando boca abajo inclinada sobre el escritorio, él termina de subir su falda hasta su cintura y coloca sus pies entre los de ella, obligando a que separe sus piernas y así quedando vulnerable a sus bajas pasiones y deseos de Víctor. Ella lo mira con ojos claros y con deseos. Él toma su herramienta y la coloca en su entrada húmeda y sin mucho esfuerzo lo lleva a su interior íntimo, dándole duro movimiento hasta llevarla a un nuevo orgasmo, tomando él con sus manos todo ése dulce líquido y llevándolo a su otra entrada. Ella trata de separarse de él al ver sus intenciones, pero no lo logra. Tomando él sus dedos y empezando a jugar con su orificio y dilatándolo, ella sumisamente se rinde a sus deseos e intenciones de su amo. Viendo esto, él toma su envergadura y la coloca en la pequeña entrada de su sumisa y empuja sutilmente para así no lastimar, profundizando su canal. Se escuchan los gemidos de placer y él coloca su mano sobre su boca y aumenta su velocidad al sentir su rendición total de su cuerpo, hasta el punto de que sus pies desmayen del placer. Sin parar la lleva al máximo nivel de excitación y pensamientos de ser controlada y sodomizada. Al poco tiempo se rinden en un explosión de orgasmos de parte de los dos juntos ,sintiendo ella como es llenada su interior por un abundante líquido espeso y caliente hasta la última gota.
Luego de un breve descanso sobre sus cuerpos se separan y se miran a los ojos y con voz fuerte le dice Víctor: “A partir de hoy ya no eres mi jefa, ahora eres mi sumisa y me obedecerás dentro y fuera de la empresa” Él se termina de vestir y sale dejándola a ella sobre el escritorio y sin poder decir una palabra y mil pensamientos en su mente y un placer enorme en su cuerpo.....