La vida de Clara 19.
Natalia, así se llamaba la hermana de Lorena, tenía 38 años. Fue verla y darme cuenta que realmente no era muy parecida a Lorena. Era más alta, un poco más gordita, con muchas más tetas y no tan linda de cara. Lo que sí tenía a su favor eran unos ojos azules tremendos.⚡
Natalia, así se llamaba la hermana de Lorena, tenía 38 años. Fue verla y darme cuenta que realmente no era muy parecida a Lorena. Era más alta, un poco más gordita, con muchas más tetas y no tan linda de cara. Lo que sí tenía a su favor eran unos ojos azules tremendos. Tenía un poco más de aspecto de señora que Lorena, y en la cara tenía siempre un rictus de seriedad que intimidaba un poco.
Empezamos a hablar de la vida. El centro de atención seguía siendo mi hermano y su vida en Australia. Natalia se mostraba muy interesada y sonreía con muchos de los comentarios de Ramiro. Lorena y yo nos mirábamos de a ratos. Lo mismo con mi hermano, y entre mi hermano y mi calentona amiga.
Lorena, ya medio aburrida de tanta charla nos dijo de ir a la pileta y fue con su hermana a cambiarse arriba, momento que aproveché y pasé por al lado de Ramiro y descaradamente le pasé la mano por la pija. Como era de esperar estaba totalmente en descanso. Él me quiso correr, pero enseguida llegaron las hermanas. Viéndolas juntas se notaba que eran hermanas pese a ser muy diferentes. Lorena se dio cuenta de que algo raro había pasado entre mi hermano y yo. Natalia, en la suya, no se daba cuenta de nada.
Nos metimos los cuatro en la pileta y debo decir que me impactaron las tetas de Natalia. Eran enormes, gordas y blancas con las venas azules que la recorrían. Y para colmo tenía un bikini de triángulos que le resaltaba mas y amenazaban con escaparse en cualquier momento. Ramiro lo notó porque se le fueron los ojos automáticamente en esa dirección.
Nadamos un rato. En un momento Ramiro mete la cabeza debajo de mis piernas y me levanta quedando sentada encima de sus hombros. Con fuerza me tira encima de Lorena. Lorena rie y me pide que le haga lo mismo. Tengo algo mejor, invita Ramiro. Te levanto igual y después te paras sobre mis hombros y te tiras. Dale, Lorena estaba para cualquier cosa. Seguimos así un largo rato. Ramiro con su cuerpazo hizo lo mismo con todas y en determinado momento en una caída se le salió una teta a Natalia. Todos nos quedamos mirándola y ella no se daba cuenta. Nadie dijo nada y seguimos mirando ese pecho blanco con ese pezón rosado y erecto que tenía Natalia. Cuando notó las miradas nuestras se dio cuenta y, muerta de vergüenza, increpó a su hermana: ¡¿que haces?! ¡¿Porque no me avisas?! Quería que Ramiro disfrute un poco, reía divertida Lorena. Natalia toda colorada no decía nada. No seas vergonzosa le decía Ramiro. Yo estoy acostumbrado a ver mujeres desnudas en la playa, y ninguna tiene nada lindo para mostrar. Vos que sí tenés no te podés ruborizar, decía mi hermano que mostraba estar muy avivado. Gracias, decía Natalia. Hagamos una mancha. Nos empezamos a correr y a intentar tocar. Ramiro era totalmente descarado con nosotras, incluida Natalia que acababa de conocer. En un momento Ramiro la agarra de atrás y la sostiene de los brazos para que no se pueda mover. Estoy seguro que tiene que haber sentido la apoyada que le pegaba mi hermano. A mí me pareció que lejos de intentar zafarse se quedaba más tiempo y que, aún más, movía un poco el culo.
En ese momento Ramiro dice voy al baño y sale de la pileta con el short a medio acampe. Las tres nos miramos. Natalia no se atrevía a decir nada.
- ¿Qué te parece el hermano de Clari?, la pinchaba Lorena.
- Ufff! se animó Natalia: Lindo el nene.
- Si, a mí me pegó unas apoyadas que me dejó medio loquita, seguía Lorena.
- Debo reconocer que sí, Natalia no se animaba a soltarse
- Tiene un bulto tremendo, ¡viste!
- No te hagas la tímida que vi como a vos también te apoyó y no decías nada.
- Nada que ver, mentía Natalia.
- A mí me encanta calentar a estos pendejos, ¿no? decía Lorena.
- Que zarpadas que están ustedes dos
- Yyyy, decía yo, un poco de morbo me da.
Natalia nos miraba sorprendida, pero no indignada. Algo estaba sintiendo. Sabía que el bichito de la excitación la había picado. Ahora era cuestión de lograr que el veneno corriera por su sangre y se animara a jugar un poco mas
- ¿Jugamos a calentarlo un poco?, decía Lorena.
- ¡Dale!, digo yo, total que perdemos.
- Es tu hermano, decía Natalia.
- Dale aprovechá y ayudanos que esas tetas nos pueden ser de mucha ayuda le digo a Natalia
- Claro, digo yo tocándole un costado de la teta derecha.
Su pezón se paró instantáneamente y, si bien no dijimos nada, las tres lo notamos
Vuelve Ramiro y se mete a la pileta. Lorena salé disparada y pone música. Vamos a bailar. En eso me agarra de la mano y me hace salir de la pileta y nos ponemos a bailar sensualmente, pero sin mirar a nadie. Sabemos que Natalia y Ramiro dentro de la pileta están mirándonos. Me acerco a Lorena y me pego espalda con espalda y con las manos hacia atrás, la tomo de las caderas. Ella que sabe cómo seguir, se da vuelta y me toma de la cintura y sube mis manos acariciándome los pechos por encima del bikini. Siiiiiiiiii!, grita Ramiro y la agarra a Natalia de la mano le levanta un brazo y la hace girar sobre su eje. Ella ríe tímida y divertida. Ramiro la abraza de atrás y sé que la está apoyando. ¿Estará totalmente duro? En un momento Natalia se retira. Tiene el rostro colorado. Evidentemente, mi hermano está muy duro.
Estamos en un límite muy fino en donde todo se puede desmoronar. Es por eso que yo la agarro a Natalia, le ofrezco mi mano para hacerla salir de la pileta y me pongo a bailar con ella. Lorena se tira para bailar con Ramiro. Yo me muevo sensualmente con Natalia. Ella está muy nerviosa, su cuerpo tiembla.
Me pongo detrás de ella y le tomo la cintura. Hago como que la apoyo y voy subiendo mis manos por su cintura. Ramiro y Lorena nos miran y bailan dentro de la pileta. Puedo ver como la mano de Lorena le acaricia el bulto a Ramiro. Natalia no se si lo ve o no. Para hacerla subir un poco la calentura le digo sensualmente
- Me parece que tu hermana ya está comprobando si Ramiro está muy duro o no
Yo empiezo a moverme bailando a su lado de manera excitante. Lorena había puesto música de los 80 y sonaban temas de todo tipo. No me importaba que fuesen movidos o lentos. Ramiro nos miraba desde la pileta, bailando y apoyándose descaradamente a Lorena. Esto no pasaba desapercibido para Natalia
- Que bien que bailan las chicas gritaba Ramiro
- Que sensuales que son nuestras hermanas, decía Lorena
- No se animan a un streap tease
- ¡No se animan!!!!, grita Ramiro desenfadado.
Yo la miro a Natalia mientras me pierdo en esos ojazos azules que tiene y le acaricio la cintura. Por primera vez sus manos me corresponden las caricias. Yo estoy muy excitada y dispuesta a mas, así que me acerco a su oído:
- Yo me animo, ¿vos te animas?
- No sé, le tiembla la voz a Natalia.
- Jaja, le digo. Por eso no te preocupes todos los que estamos acá somos muy discretos y de acá no sale nada.
- No la dejé dudar y la invité a que me desprendiera el corpiño del bikini.
No se hizo esperar y de un tirón me lo desabrochó. Yo me di vuelta, de espaldas a Ramiro y Lorena y me lo quité arrojándolo por el aire. Mis tetas estaban al aire y solo Natalia podía verlas.
- Uuuuuhhhhh!, alentaban desde la pileta.
Entonces me di vuelta con mis manos tapándome las lolas y las apoyé en la espalda de Natalia. Era el principio de un baile lésbico- Volví a pasar las manos por las tetazas de Natalia, esta vez deteniéndome un poco más a la altura de sus pezones que se notaban parados. Bajé mi boca a la altura del nudo de su corpiño como haciendo que lo mordía.
- Siiii con los dientes!!! Aullaba Ramiro que a esta altura no bailaba.
- Me gusta mucho como bailan, decía Lorena
Tiro del corpiño con los dientes y se deshace el nudo, Natalia instintivamente se toma las tetas con ambas manos, pero no le caben. Yo la doy vuelta de espaldas a ellos y le saco el corpiño. Ellos no pueden ver nada salvo el contorno de los pechos, pero yo sí, yo puedo ver perfectamente esos pezones rosados, erguidos.
- ¡Son hermosas! Le susurro. Me encantaría tener unas tetas así. Tienen la caída perfecta y el tamaño.
- ¿En serio te gustan? Me decía Natalia con la voz temblando
- ¿Puedo? Y sin preguntarle tomo una en la mano y la sopeso.
- Uhhhh, encima son pesadas le digo…
- Siiiiii viste, algo bueno tengo.
Ya me doy cuenta de que está excitada pero un paso en falso puede tirar todo por la borda. Me le acerco al oído:
- seguimos calentando a mi hermanito? ¿Te animas? Continúo yo,
Ella no me responde, pero me mira a los ojos y asiente con la cabeza. En la pileta no pueden ver que hacemos. Me acerco desde atrás y le tapo las dos tetas con las manos. A mí ya me vieron las tetas, pero no es novedad para ellos. La pongo de frente a ellos con mis manos tapando sus pezones. Con mi boca en su oído:
- mi hermano se debe estar muriendo de ganas de que sus manos sean las mías.
Natalia respiraba profundamente y yo ya le acariciaba los pezones. Con suavidad, pero alternando pequeños pellizcos. Me vuelvo a acercar a su oído:
- ¡Me encantan tus tetas! Te las chuparía todas.
Ella abrió los ojos y contempla como en la pileta su hermana y mi hermano están besándose apasionadamente, mientras él le manosea las tetas.
Siento que está todo dado para que Natalia se suelte, así que me acerco con mi boca a la suya mientras me mojo el labio con la lengua. Mis ojos van desde sus ojos a su boca y sigo acercándome. Ella se adelanta un poco y sus labios se apoyan en los míos. No dudo y abro apenas mi boca. Ella hace lo mismo, nuestras lenguas se chocan. El beso es profundo y total ahora. Nuestras tetas desnudas se aprietan y empezamos a frotarnos entre nosotras.
Yo la beso al tiempo que le aprieto suavemente los pezones,
- Te voy a chupar las tetas le digo
En la pileta Ramiro le chupa las tetas a Lorena y de reojo nos miran a nosotras que seguimos en la nuestra. Ahora la chupada de tetas es tremenda, no paro de meterle lengua, saliva y pequeños mordiscos. Y vuelvo la boca a su oído:
- Dejate llevar y la vas a pasar muy bien!
- Tengo miedo, me susurra ella.
A lo que vuelvo a besarla, pero esta vez me paro frente a ella y la abrazo conteniéndola y llevándola hacia el sillón de afuera. Ella se deja llevar. Yo le bajo la bombacha del bikini y se la saco. Natalia colabora moviéndose. No quiero que dude, así que sin dejar de besarla le empiezo a acariciar la concha que está muy mojada.
- ¡Me encanta tu concha! Le susurro en un momento.
- Mmmmm es lo único que sale de su boca.
Sé que está lista para el siguiente paso. Le abro las piernas me acomodo y bajo por sus tetas para chupárselas mucho tiempo. Sigo metiéndole dedos en la concha. La miro, pero esquiva mi mirada. Tengo que hacer algo que la encienda mas, pienso. Y se me ocurre. La miro a los ojos y le ordeno:
- Mirame! Y saco un dedo empapado de su concha y lo paso por mis pezones
le meto esta vez, dos dedos en la concha y me los chupo.
- Siiiii, logra articular ella. Necesito que se libere totalmente.
- Queres que siga? La desafío.
- Siiiii, por favor! ¡No pares ahora!!! Me ruega.
Eso me envalentona más aún. Bajo sin dejar de mirarla y le digo: Te voy a chupar la concha hasta que me acabes en la boca. Ella se retorcía y gemía.
En ese momento abre los ojos y a un metro de ella estaba mi hermano de pie con Lorena chupándole la pija. Lorena mira a su hermana y le suelta: ¡viste que bien cogen estos hermanos! Natalia me agarra del pelo y empieza a acabar. Lorena a su lado lo agarra a Ramiro y lo sienta al lado de su hermana y lo empieza a cabalgar. Salta sobre la pija de Ramiro a un metro de su hermana que la mira embelesada. Yo la levanto a Natalia y me acuesto donde estaba ella abriendo las piernas. Sabe que ahora le toca a ella y no duda. Se abalanza primero sobre mis tetas y después me empieza a chupar la concha. Mi cara está muy cerca de la de Ramiro. Este la acerca y no lo pienso, lo beso con toda la furia.
Vuelvo a mirar para abajo porque Natalia nos mira extrañada, pero vuelve a bajar y sigue chupándome. Ramiro le dice a Lorena:
- Lo que quieras, le dice ella.
Ramiro se levanta, se arrodilla detrás de Natalia, le acomoda la pija y se la empieza a coger en ese instante. Yo empiezo a acabar al ver la cara de Natalia ante la primera embestida. Natalia tiene una mueca de satisfacción que nunca se la había visto. A todo esto, Lorena viene y me besa. Natalia está acabando y lo dice:
- Aghh si estoy acabando de vuelta!!! Se desparrama en el sillón a lo que Ramiro se sienta y entre Lorena y yo le empezamos a chupar la pija.
Lorena me deja y va en busca de su hermana, le acaricia la mejilla y le dice besándola suavemente en la boca.
- ¡No sabes todas las cosas que podemos hacer! ¡No te reprimas y la vas a pasar muy bien!!
Natalia no habla, solo asiente con la cabeza y Lorena la vuelve a besar, esta vez mas pasionalmente. Ella corresponde el beso. Es su hermana, pero a esta altura ya nada parece que la puede detener. Lorena dice:
- Esperen subamos los cuatro al cuarto que vamos a estar más cómodos.
Nos miramos y nos vamos parando de a poco y subimos. Los cuatro desnudos por la escalera. Yo ni bien llego empiezo a cabalgar a mi hermano, necesitaba nuevamente su pija. Y Lorena y Natalia, una de cada lado, me chupan las tetas. Acabé de nuevo. Cuando me salí Lorena tomó mi lugar, pero lo hizo de espaldas a Ramiro. Le agarró fuerte la pija, la puso en la entrada de su culo y fue bajando clavándosela lentamente hasta que la sintió toda adentro y empezó a subir y bajar dejando su concha totalmente expuesta. Lorena la miró a su hermana y la desafió:
Natalia ya había perdido todo recato y se lanzó como hambrienta a la concha de su hermana. Yo me acomodé detrás de Natalia, en definitiva, ella era la estrella en ese momento, le abrí la cola y le empecé a chupar literalmente el ano. Las explosiones se fueron desatando. Primero Lorena, después Ramiro y por último Natalia que acabó con dos dedos míos dentro de su culo mientras se frotaba el clítoris. Uuuuuhhhhhh por Dios ¡Que experiencia decía Natalia! ¡Nunca había acabado tres veces! ¡No sabía que podía! Gracias nos decía a los tres. ¡Esto se tiene que repetir!!
Pasado un tiempo, Ramiro se recuperó con la ayuda de una chupada de pija entre Lorena y yo. Cuando estaba totalmente listo le propusimos
- Ya pensaba que me iba a quedar con las ganas de tener esa poronga adentro
- Jaja, y porque no lo pediste?
Ramiro se acostó y Natalia empezó a cabalgarlo. Era hermoso ver esas tetas blancas, gordas y pesadas moviéndose y saltando. Con Lorena no dudamos y empezamos a chuparle cada una las tetas alternándonos con besos en la boca a ella y a mi hermano.
La manera en la que acabó Natalia no tiene nombre. Sus gritos se oían por todos lados. Tuve que besarla mucho para ahogar esos gemidos. Era impresionante
Esa tarde terminamos cogiendo y chupándonos todos con todos.
Natalia se fue. El día terminó y así pasaron los días siguientes hasta que Ramiro tuvo que volverse a Australia.
Llegó el día, muy triste para todos, sobre todo para mi mamá que no quiso ir a despedirlo y prefirió hacerlo desde su casa el día anterior con la promesa de que ella viajaría a Australia al año siguiente. Yo quise llevarlo al aeropuerto y Lorena quiso acompañarme.
Salimos con poco tiempo y yo manejaba rapidísimo
- Porque vas tan rápido si llego bien? Preguntaba Ramiro
- Porque queremos despedirte en un telo, aunque sea media hora, le dijo Lorena que venía sentada en el asiento de atrás
- Ah buenoooooo, apurate entonces, jjaaja
Nos metimos en el telo y ni bien llegamos nos desnudamos los tres y nos empezamos a matar. Le chupamos la pija entre las dos. Nos cogió a cada una y terminamos acabando los tres después de un largo rato. Yo acabé con la pija de mi hermano en el culo y Lorena chupándome la concha. Nos duchamos los tres y nos fuimos al aeropuerto
Cuando llegamos, Ramiro se fue directo al check in y nos encontramos con Jorge, el padre de Ramiro que con una sonrisa nos esperaba.
No se si fue porque ya empezaba a sentir a la ausencia de Ramiro, pero al ver a su padre me pareció tremendamente sexi y parecido a Ramiro. Lorena sintió lo mismo y en un momento me dijo,
- Es que nunca lo había visto con esos ojos
Ramiro, me saludó con un beso en la mejilla y un abrazo que duró mucho tiempo
- Te voy a extrañar, le dije al oído
- Todo mi cuerpo te va a extrañar
- Mi pija va a acordarse mucho de vos, me dijo en un susurro al oído
Juro que moría por besarlo en la boca en ese momento. Saludo a Lorena y ésta le dijo algo al oído que nunca supe, pero que me imagino
Ramiro se abrazó con su padre y se perdió por la puerta. No lo volví a ver
Ahí estábamos las dos de pie con Jorge mientras nos mirábamos. Lorena me abrazó cuando vio las lágrimas correr por mis mejillas