APLAUSOS, CINISMO Y PERROS FALDEROS
Ante la catástrofe que está tiñendo Levante y España entera de luto, Perro Sánchez se negó a declarar Valencia zona catastrófica y miró para otro lado al estar gobernada la zona por la banda rival. Y, muy en su estilo ególatra-macarra, se permitió la chulería de decir, mientras los cadáveres de los valencianos flotaban en el fango, que "si necesitan ayuda, que la pidan".
El mandamás de la taifa, por su parte, tampoco hizo gran cosa por evitar el desastre y no pidió la intervención de la Administración central para que no quedase en evidencia su incompetencia. Y, como pasa siempre desde que los trileros del 78 nos vendieron su tramoya partitocrática, la casa sin barrer.
Hasta aquí, todo tristemente normal en nuestra ejemplar cleptocracia parlamentaria. La casta/piara política siempre antepone sus mezquinos intereses partidistas al bien común.
Pero ahora el asaltatumbas monclovita vuelve a rizar el rizo del cinismo y de la prepotencia y moviliza a sus idiotizados fans para que, como en tiempos recientes de triste recuerdo, salgan a celebrar la muerte y la incompetencia criminal aplaudiendo en los balcones.
Y es que, desde la plandemia, el método más fiable para detectar gilipollas, hipócritas y lameculos de la progrez es ver si obedecen cuando el hijoputa de turno les ordena aplaudir a hora fija. Algo que si no fuera obsceno e insultante, sería hasta cómico por lo grotesco.
En Valencia siguen haciendo falta palas y cepillos para limpiar el fango.Pero para limpiar la mugre hedionda de las podridas instituciones del Régimen del 78 empiezan a echarse de menos farolas altas y sogas resistentes.