Los publicistas del perrosanchismo han perpetrado una cuña publicitaria para conmemorar "los cincuenta años de libertad" lo que, en la jerga de los palmeros y beneficiarios del Régimen del 78, hace referencia al cincuenta aniversario del fallecimiento, en una cama de la Seguridad Social, del octogenario Generalísimo Franco.
Tan necesaria como la lucha cultural es la presencia combativa en la calle. Sólo hay que ver la saña con la que se reprime a los patriotas para saber lo que asusta realmente a la casta parásita del Régimen del 78.
Lo peor no es que España esté regida por ladrones, por ineptos y por traidores. Tampoco es lo peor que la invasión migratoria nos haya convertido en la cloaca del Tercer Mundo.
El 29 de Octubre de 1933, once años y un día después de que Mussolini marchara sobre Roma para demostrar que el marxismo y el liberalismo podían -y debían - ser superados, en España José Antonio - entonces solamente el brillante hijo de D. Miguel Primo de Rivera, el Dictador-, daba un mitin en el Teatro de la Comedia.
En febrero de 1981 vimos por la tele una imagen que marcó la adolescencia de muchos de nosotros y que nos regaló una nota de sano pero fugaz pitorreo: La patulea parlamentaria escondiéndose como ratas bajo los escaños de ese Patio de Monipodio llamado Congreso de los Diputados. Frente a ellos, la figura firme y serena de un Teniente Coronel de la Guardia Civil.
Confieso que llegó a caerme bastante bien Juan Manuel de Prada. Su postura valiente contra la tiranía covidiana en los infames tiempos de la plandemia, su rechazo al globalcapitalismo, su postura a veces disidente con el propio periódico - monárquico, liberal, repulsivo...- en el que escribe, me despertaron bastante simpatía.
Abres por primera vez los ojos sin ser todavía consciente de la suerte que has tenido de que tu madre resistiese la propaganda abortista y te trajera a este multicultural valle de lágrimas.
Hay quien ha criticado que la tradicional Patrulla Águila del Ejército del Aire (no pongo lo de "y del Espacio" porque me da la risa floja), se haya transformado, por obra y gracia de la corrección política y del oenegenismo santurrón, en Formación Mirlo.
Hay quien celebra la Fiesta Nacional con un chauvinismo cateto, constitucional y borreguil y hay quien la celebra con el sentido rebelde y revolucionario de quien ama a España porque no le gusta.