Lo peor no es que España esté regida por ladrones, por ineptos y por traidores. Tampoco es lo peor que la invasión migratoria nos haya convertido en la cloaca del Tercer Mundo.
El 29 de Octubre de 1933, once años y un día después de que Mussolini marchara sobre Roma para demostrar que el marxismo y el liberalismo podían -y debían - ser superados, en España José Antonio - entonces solamente el brillante hijo de D. Miguel Primo de Rivera, el Dictador-, daba un mitin en el Teatro de la Comedia.
En febrero de 1981 vimos por la tele una imagen que marcó la adolescencia de muchos de nosotros y que nos regaló una nota de sano pero fugaz pitorreo: La patulea parlamentaria escondiéndose como ratas bajo los escaños de ese Patio de Monipodio llamado Congreso de los Diputados. Frente a ellos, la figura firme y serena de un Teniente Coronel de la Guardia Civil.
Confieso que llegó a caerme bastante bien Juan Manuel de Prada. Su postura valiente contra la tiranía covidiana en los infames tiempos de la plandemia, su rechazo al globalcapitalismo, su postura a veces disidente con el propio periódico - monárquico, liberal, repulsivo...- en el que escribe, me despertaron bastante simpatía.
Abres por primera vez los ojos sin ser todavía consciente de la suerte que has tenido de que tu madre resistiese la propaganda abortista y te trajera a este multicultural valle de lágrimas.
Hay quien ha criticado que la tradicional Patrulla Águila del Ejército del Aire (no pongo lo de "y del Espacio" porque me da la risa floja), se haya transformado, por obra y gracia de la corrección política y del oenegenismo santurrón, en Formación Mirlo.
Hay quien celebra la Fiesta Nacional con un chauvinismo cateto, constitucional y borreguil y hay quien la celebra con el sentido rebelde y revolucionario de quien ama a España porque no le gusta.
Una imagen que define perfectamente el concepto que los políticos del Régimen del 78 tienen de la Hispanidad es el cartel que han sacado al respecto en el Ayuntamiento de Valencia. En el mismo aparecen todas las banderas de los países hispanos pero, curiosamente, falta la más importante, la de la Nación que creó el asunto, la de España.
7 de Octubre de 1571. Una flota combinada de España, Venecia y los Estados Pontificios, bajo el mando de Don Juan de Austria, derrota en Lepanto a la Armada Turca que estaba dominando el Mediterráneo. Fue una victoria gloriosa que salvó a Europa de caer en manos islámicas. Hoy, algunos de los españoles descendientes de aquellos héroes califican de "islamófobos" a los vencedores de Lepanto y dan la bienvenida a los nuevos invasores musulmanes. Los marinos españoles de entonces derrotaban armadas musulmanas y velaban por nuestra libertad y nuestra soberanía. Los marinos españoles de ahora dicen que la Armada "no está para eso" y hacen de taxi gratis para los ilegales que asaltan nuestras fronteras o de escolta ridícula para payasescas...