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LA EUFORIA DE LA GENTUZA
Si la chica ucraniana asesinada por un negro en el metro en Estados Unidos hubiera sido "afroamericana" y su asesino blanco, la noticia hubiera abierto durante semanas todos los telediarios como manifiesto contra el racismo.
Si el político conservador asesinado en un mitin hubiera sido negro, toda la gusanera estaría lloriqueando, clamando contra la intolerancia y pidiendo que nos arrodillásemos para pedir perdón por ser blancos.
La reacción de la izquierda globalista y sus títeres mediáticos frente a estos crímenes -indiferencia en un caso y euforia en el otro- revela mejor que cualquier estudio político la bajeza moral, la vileza y el fanatismo sectario de la progrez.