January 23

A VUELTAS CON TRUMP

Que sí. Que ver a la purrela progre perdiendo terreno siempre agrada. Que los degenerados woke, los alarmistas climáticos, los covidiotas, las feministas histéricas y el resto de ralea globalista estén viendo como Trump anula (de momento) sus dogmas, prebendas e imposiciones es algo que devuelve algo de cordura al panorama.

Pero no nos engañemos: Trump, como es natural, barre para casa, que para eso lo han elegido.

Aquí nos están acostumbrando a que consideremos las elecciones gringas como algo propio. En el imaginario de cierto electorado gregario, se identifica al Partido demócrata con el PSOE y al Republicano con el PP.

Como si el Secretario de Estado travelo que puso Biden al frente del Pentágono fuera un trasunto de Marlasca y la Karademala Harris fuera una especie de Yolanda Tucán Díaz pasada de rayos UVA.

Viendo el entusiasmo de cierta derecha casposa por el triunfo republicano en USA pudiera parecer que Trump va a devolver a Irene Montero a su puesto de cajera, va a poner a los beneficiarios del lobby arcoiris a reparar los baches de nuestras carreteras y a trabajar en los invernaderos de Huelva y va a devolver a Marruecos a las manadas de violadores.

Pero no.

En lo que se refiere a España, Trump, de momento, lo que ha hecho es dejar claro que le cae mejor nuestro entrañable vecino del sur y que seguirá bendiciendo la anexión del Sáhara por parte de Marruecos. Que España lo que tiene que hacer es seguir comprándole armas a la industria yanqui y poniendo su Ejército, como hasta ahora, al servicio de los intereses norteamericanos.

En muchas cuestiones es preferible el tipo del pelo zanahoria al pederasta senil y su pandilla basura, pero jamás hay que perder la perspectiva: España, y Europa entera, sólo levantará cabeza cuando se sacuda el yugo que el anglosionismo nos impuso en 1945.

Cualquier otra consideración no deja de ser el patético y servil cotilleo del bracero que hace cábalas sobre el nuevo señorito dueño del cortijo.

J.L. Antonaya